Ciudad de México, 22 de marzo (SinEmbargo).– En el Día Mundial del Agua, marcado por la Organización de las Naciones Unidas, el Presidente Enrique Peña Nieto presentó la política nacional en la que, a partir de ahora, prohíbe la perforación de pozos sin autorización de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
En el patio central del Palacio Nacional, el mandatario puso énfasis en que esta prohibición es un cambio estructural que reducirá la explotación de los acuíferos y mejorará su aprovechamiento.
“El agua es un tema prioritario para el Estado mexicano”, dijo Peña Nieto después de esbozar el panorama hídrico de México. Reconoció que 35 millones de mexicanos viven en situación de poca disponibilidad de agua en términos de calidad y cantidad, que uno de cada seis acuíferos presenta daños por explotación y que dada su situación geográfica, México padece sequías y huracanes en forma periódica.
Sólo el año pasado, los fenómenos naturales le costaron al gobierno 36 mil millones de pesos, dijo Peña Nieto.
El Presidente puntualizó la política en cuatro lineas: en la primera, anunció la construcción de cinco grandes acueductos, el fortalecimiento del sistema Cutzamala, así como la creación del Organismo Metropolitano de Drenaje para el Valle de México, acordado con las autoridades locales.
En la segunda, Peña Nieto se puso un plazo. Aspira a que en seis años -una vez concluido su gobierno- queden rehabilitados 25 mil pozos a lo largo de la República.
La tercera línea implica la prohibición de la perforación de los pozos y cuando la anunció, los invitados al evento –entre ellos el ex candidato presidencial Gabriel Quadri y los miembros del consejo consultivo del agua- lo interrumpieron para aplaudirle.
La cuarta relaciona al agua con la Cruzada Nacional contra el Hambre y prevé un marco jurídico para la seguridad de los pobres en el acceso al líquido. Se revisarán cinco mil bordos para tomar decisiones.
