Ciudad de México, 18 de feb (SinEmbargo).– «Nueva Alianza es el partido con el que todos buscan aliarse», sentenció recientemente su presidente Luis Castro Obregón. Y parece tener razón o por lo menos eso ha quedado demostrado a lo largo de los últimos seis años, en los que en coalición ha ganado 15 gubernaturas y se ha posicionado en temas torales en el Congreso de la Unión.
El Partido Nueva Alianza (Panal o PNA) fue fundado luego de que Elba Esther Gordillo, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), fue expulsada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2006. Aunque «La Maestra» ha asegurado que no incide en el partido, su familia está en él y gracias a sus uniones con prácticamente todas las fracciones, la llamada «fuerza electoral» de la dirigente magisterial parece cobrar cada vez mayor fuerza.
Desde su nacimiento, Nueva Alianza ha logrado mantener su registro gracias a los votos obtenidos por sus candidatos presidenciales, Roberto Campa en 2006 y Gabriel Quadri en 2012, que si bien no llegan ni al 3 por ciento, le han restado votos a los otros candidatos.
Además, personajes como Rafael Moreno Valle, Juan Manuel Oliva, Rubén Moreira, César Duarte o Manuel Velasco Coello lograron el triunfo en sus respectivos estados gracias –en parte– a la unión de sus partidos con el Panal, presente en casi todos los comicios como soporte en la lucha por los votos.
Ahora las miradas están puestas en la Cámara de Diputados, donde los votos de los 10 legisladores aliancistas podrían poner en jaque a la oposición y darle victorias al PRI en materia de reformas.
Pese a parecer minoritario, el poder del Panal podría resultar de gran importancia en futuras elecciones y Luis Castro lo sabe: «Aunque digan lo contrario en público, en realidad con ningún partido tenemos enfriamiento», dijo. Y aseguró que todos buscan alianzas con su partido, aunque nadie lo reconozca.
Con apenas un año de vida, la fuerza del Panal comenzó a vislumbrarse desde 2006, cuando apoyó al PAN pese a contar con su propio candidato presidencial. Fue una estrategia que le valió al órgano político conservar su registro y a «La Maestra» posicionar a diversos personajes en el nuevo gabinete.
Nueva Alianza, el SNTE y Gordillo apoyaron al panista Felipe Calderón en 2006, con ello la líder magisterial logró que Miguel Ángel Yunes Linares –ahora su enemigo político– quedara como Director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Pero no fue el único cargo que gestionó. Francisco Javier Yáñez Herrera fue nombrado Director de la Lotería Nacional.
Además, Roberto Campa Cifrián, quien fuera candidato presidencial del Panal también en 2006, fue designado Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
A nivel estatal, desde 2006 y hasta 2012, el Panal ha servido como pieza clave en distintas coaliciones, 15 de las cuales han resultado triunfadoras.
En primer lugar, ese mismo año el partido se unió con el PAN en busca de la Gubernatura de Guanajuato. La alianza hizo triunfar a Juan Manuel Oliva con el 61.9 por ciento de los votos emitidos.
Al siguiente año, Nueva Alianza hizo lo propio con el Partido Encuentro Social (PES) y de nueva cuenta con el balnquiazul en Baja California. En esa ocasión, y con más del 50 por ciento de los votos a favor, José Guadalupe Osuna Millán resultó ganador.
Dos años después, Fernando Ortega Bernés resultó electo Gobernador de Campeche gracias a la unión del Panal con el PRI.
Ese mismo año se realizaron comicios en Colima y Querétaro, donde de nuevo la fuerza política ayudó al tricolor.
En 2010 no sólo le dio la mano al PRI, sino también al Partido Verde, coalición que obtuvo 47.7 por ciento de los votos en la elección de Aguascalientes, de la que resultó electo Carlos Lozano de la Torre como jefe del Ejecutivo estatal.
Lo mismo ocurrió con Zacatecas ese año, donde el priista Miguel Alonso Reyes se convirtió en Gobernador gracias al 43.2 por ciento de la votación.
En Chihuahua no sólo hizo alianza con el PRI y el PVEM, también con el Partido del Trabajo para impulsar la candidatura de César Duarte.
En 2011 el Panal no dejó de lado su racha de alianzas y las hizo al por mayor. En mancuerna con el PRI y el PVEM logró los triunfos en Hidalgo de José Francisco Olvera Ruiz, con el 50.3 por ciento de los sufragios; Egidio Torre Cantú –hermano de Rodolfo Torre Cantú, quien fue asesinado una semana antes de los comicios–, logró el 61.6 de la votación en Tamaulipas; Roberto Borge Angulo, quien ganó los comicios en Quintana Roo con el 52.4 por ciento, y Eruviel Ávila, quien consiguió más del 60 por ciento de votos a su favor en el Estado de México.
Ese mismo año, Nueva Alianza le apostó, junto con el PAN, PRD y Convergencia (en la coalición Compromiso por Puebla), a Rafael Moreno Valle, considerado un personaje cercano a Gordillo, y quien obtuvo la victoria con 50.4 por ciento.
Asimismo, se alió con PRI, PVEM, Partido Social Demócrata (PSD) y el Partido Primero Coahuila (PPC) para impulsar el triunfo de Rubén Moreira, hermano de Humberto, acusado de dejar a la entidad sumida en una mega deuda.
Finalmente, la última de estas coaliciones, con el PRI y el Verde, le dio la Gubernatura de Chiapas a Manuel Velasco en 2012.
Rumbo a la Presidencia de la República, todo estaba listo para que los priistas, ecologistas y aliancistas fueran juntos rumbo a la elección del 1 de julio de 2012. Pero el 21 de enero del año pasado la alianza se rompió.
En diversos medios se manejó que una de las razones para que la unión no prosperara fue la molestia entre militantes del tricolor debido a las candidaturas que su partido le habría ofrecido a Gordillo.
Poco tiempo después, el Panal presentó al ingeniero civil Gabriel Quadri como su candidato, siendo tildado en más de una ocasión durante la campaña como «el títere de Elba».
De pasar desapercibido al inicio de la contienda electoral, Quadri logró conseguir 2.29 por ciento de los votos y con ello de nueva cuenta el registro se mantuvo a salvo.
Sin embargo, al parecer ni los militantes del Panal quisieron votar por el también ambientalista. En abril pasado, Fernando González, ex subsecretario de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y yerno de la lideresa del sindicato magisterial, pidió hacer un voto cruzado para sufragar por Enrique Peña Nieto como Presidente y por los candidatos de Nueva Alianza al Senado y a la Cámara de Diputados, es más, él mismo prometió su voto al mexiquense.
Fue también en los pasados comicios que el Panal logró convertirse en pieza clave en el Congreso, pues si bien apenas consiguió 10 diputaciones y una senaduría, su apoyo puede resultar crucial en la toma de decisiones. Con esos puestos el partido mantendrá un papel estratégico en la administración priista.
Entre los diputados sobresalen René Fujiwara Montelongo, hijo de la ex Diputada federal Maricruz Montelongo Gordillo y nieto de la lideresa del SNTE. El joven trabajó en la Coordinación de Microrregiones de la Sedesol durante la gestión de Josefina Vázquez Mota.
En 2008 fue nombrado presidente nacional de Alianza Joven por la Democracia Participativa AC y de acuerdo con diversos medios, dicha asociación recibió cerca de diez millones de pesos provenientes de Nueva Alianza, con motivo de “servicios de capacitación, investigación socioeconómica y diseño de publicación”.
Además, Luciano Quadri Barba, hijo del candidato presidencial Gabriel Quadri, fue designado suplente a la diputación federal de Fujiwara. Otro caso comentado es el de Fernando Bribiesca Sahagún, hijo de Martha Sahagún, esposa del ex Presidente Vicente Fox, quien hasta antes de llegar a la Cámara de Diputados no se le conocía ningún tipo de trayectoria política. Su currículum es de empresario.
En tanto, en el Senado, Mónica Arriola Gordillo, hija de Gordillo Morales, representa a su partido. Además, es Secretaria General del Panal.
Por otro lado, mientras la coordinador a de Nueva Alianza en la Cámara de Diputados, Lucila Garfias, rechazó el pasado 10 de diciembre que la Reforma Educativa tenga como intención afectar al SNTE, la hija de Elba Esther Gordillo afirmó que se trata de una reforma incompleta.
El 7 de febrero apareció en el sitio web del Panal una nota en la que se indica que «es una reforma parcial, incompleta y corta de miras».
Estas declaraciones tienen lugar luego de que el Ejecutivo Federal y Emilio Chuayffet –otro enemigo público de Gordillo– presentaran la iniciativa y por primera vez en 23 años no estuviera presente la dirigente del SNTE en un acto de este tipo.
Por otro lado, el 16 de enero Garfias calificó el Pacto por México como «excluyente», pues sólo escuchaba a las principales fuerzas políticas del país.
Ahora que se prevé una lluvia de reformas estructurales de suma importancia para el país, el voto de Nueva Alianza es de contrapeso y se podría inclinar en favor de los 207 que posee el PRI en la Cámara Baja, que sumados a los 33 del Partido Verde, darían como resultado la mitad en San Lázaro.
