Pedro Mellado Rodríguez
22/09/2023 - 12:05 am
En Morena vienen días de chantajes y traición
La disidencia de ese bloque y su potencial alianza con la oposición podría poner en riesgo la aprobación de los 543 mil 933 millones etiquetados para la partida de Bienestar, que garantiza todos los programas sociales del Gobierno, como las pensiones a los adultos mayores, las becas para jóvenes, los apoyos a personas con discapacidad.
Los días que restan de septiembre, octubre, y la primera quincena de noviembre, periodo en el que deberá analizarse, discutirse, modificarse y aprobarse el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2024, serán tiempos de chantajes y traiciones. En los próximos dos meses veremos el rostro verdadero de políticos que dicen ser fieles a la Cuarta Transformación, pero que, con el pretexto de la legítima disidencia, en respaldo de los reclamos y reproches de Marcelo Ebrard Casaubón sobre el proceso interno de Morena, pondrán obstáculos a la aprobación del gasto programado para el próximo año.
Esa facción, presumiblemente integrada por 33 legisladores federales, está vinculada al exsecretario de Relaciones Exteriores, que el 6 de septiembre del 2023, al ser derrotado en la contienda por la Coordinación de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, exhaló las más amargas hieles de su amargura y frustración con respecto a Claudia Sheinbaum Pardo: “No nos vamos a someter a esa señora”, dijo, según reseña una crónica de la periodista Georgina Zerega, publicada por el diario español El País.
Es previsible que esa facción, o algunos de sus integrantes, pongan obstáculos a la aprobación de recursos para los programas sociales que promueve el Gobierno de López Obrador y que también levanten muros para contener y evitar los recortes que la Cámara de Diputados pretende hacer al gasto dispendioso de algunas instituciones de Gobierno, como el Poder Judicial de la Federación, y de algunos organismos constitucionalmente autónomos, proclives al abuso presupuestal, como el Instituto Nacional Electoral.
La aprobación del Presupuesto de Egresos 2024 podría quedar atrapada entre los insanos apetitos de quienes pretenderían intercambiar sus votos por algún privilegio o prebenda que les garantice permanecer en cargos públicos relevantes, al amparo de las nóminas oficiales.
La información publicada este jueves 21 de septiembre del 2023 en los periódicos de Grupo Reforma es premonitoria de la discordia: “Marcelo Ebrard y un grupo de 33 diputados afines a él advirtieron ayer al coordinador de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier, que no se dejarán intimidar y pidieron ser tomados en cuenta en el dictamen del Presupuesto de Egresos 2024. El Diputado Daniel Gutiérrez Gutiérrez indicó que informaron a Mier que crearán un bloque en la Cámara. ‘El objetivo es fortalecer el trabajo legislativo, fortalecer la división de Poderes’, aseveró el legislador morenista”.
La disidencia de ese bloque y su potencial alianza con la oposición podría poner en riesgo la aprobación de los 543 mil 933 millones etiquetados para la partida de Bienestar, que garantiza todos los programas sociales del Gobierno, como las pensiones a los adultos mayores, las becas para jóvenes, los apoyos a personas con discapacidad.
Esos apoyos son derechos que se convirtieron en imperativos jurídicos al quedar incluidos en el artículo cuarto constitucional, que advierte: “El Estado garantizará la entrega de un apoyo económico a las personas que tengan discapacidad permanente en los términos que fije la Ley. Para recibir esta prestación tendrán prioridad las y los menores de dieciocho años, las y los indígenas y las y los afromexicanos hasta la edad de sesenta y cuatro años y las personas que se encuentren en condición de pobreza”.
Que además agrega: “Las personas mayores de sesenta y ocho años tienen derecho a recibir por parte del Estado una pensión no contributiva en los términos que fije la Ley. En el caso de las y los indígenas y las y los afromexicanos esta prestación se otorgará a partir de los sesenta y cinco años de edad”.
Que impone obligaciones concretas: “El Estado establecerá un sistema de becas para las y los estudiantes de todos los niveles escolares del sistema de educación pública, con prioridad a las y los pertenecientes a las familias que se encuentren en condición de pobreza, para garantizar con equidad el derecho a la educación”.
El furor presuntamente conciliatorio y negociador de la facción de diputados federales que responde a los intereses de Marcelo Ebrard podría ceder a los reclamos de la oligarquía de derecha, hasta el extremo de obstaculizar la reducción de los dispendiosos y frívolos presupuestos del Poder Judicial de la Federación, que exige para 2024 un total de 84 mil 792 millones de pesos y del Instituto Nacional Electoral, que reclama 37 mil 770 millones de pesos.
La fracción mayoritaria de legisladores morenistas pretende recortar al poder judicial 20 mil millones de pesos, que dan origen a los abusos y el dispendio, y también reducirle por lo menos cuatro mil millones de pesos a las pretensiones del Instituto Nacional Electoral, sólo por citar los casos más significativos.
Actualmente Morena y sus aliados del Partido del Trabajo y del Partido Verde suman 275 legisladores en la Cámara de Diputados. Si perdieran el respaldo de los 33 diputados que siguen a Marcelo Ebrard, la fracción que respalda a la Cuarta Transformación sumaría sólo 242 representantes populares, insuficientes para lograr la mayoría simple de 251 diputados que se requieren para aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024. Aunque siempre estaría abierta la posibilidad de que se sumaran a la mayoría de Morena algunos legisladores desencantados de otros partidos, como el PRI y el PRD.
En junio pasado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó su Encuesta Nacional de Cultura Cívica 2020, en la cual el 25 por ciento de los mexicanos, el segmento más amplio, consideró que la autoridad de Gobierno que mejor representa sus intereses es el Presidente de la República, en tanto que el sólo el tres por ciento le confirió esa confianza a senadores y diputados. Esta encuesta es una muestra robusta en la que se incluyen las opiniones de más de 25 mil personas de todo el país.
En esa misma encuesta el 33 por ciento de los mexicanos consideró que los legisladores, cuando trabajan en sus respectivas cámaras, defienden sólo los intereses de sus partidos, en tanto que el 30.4 por ciento estimó que los legisladores sólo representan sus muy mezquinos y personales intereses, por encima de los intereses del pueblo.
En las negociaciones para la aprobación del Presupuesto de Egresos 2024 habrá diputados que presionarán al partido Morena y al Gobierno de la República, para imponer, por encima de los intereses del país, sus muy personales intereses de lograr algún jugoso cargo público o la postulación para alguna candidatura importante.
Los diputados federales no deberían de perder de vista lo que establece el artículo 59 de la Constitución Política de México, que señala: “Los Senadores podrán ser electos hasta por dos periodos consecutivos y los Diputados al Congreso de la Unión hasta por cuatro periodos consecutivos. La postulación sólo podrá ser realizada por el mismo partido o por cualquiera de los partidos integrantes de la coalición que los hubieren postulado, salvo que hayan renunciado o perdido su militancia antes de la mitad de su mandato”.
Si algunos de estos diputados buscaran ser reelectos en sus cargos, difícilmente tendrían el respaldo de Morena y sus aliados del Partido del Trabajo y del Partido Verde. Y no podría postularlos un partido diferente, para participar en los comicios del domingo 2 de junio del 2024.
El rostro del chantaje y de la traición -estimulado por el resentimiento y la frustración-, asoma en las filas de la fracción de diputados federales de Morena. El pueblo los observa y seguramente tendrían que pagar sus culpas si traicionan el proyecto de la Cuarta Transformación.
Pedro Mellado Rodríguez
Periodista que durante más de cuatro décadas ha sido un acucioso y crítico observador de la vida pública en el país. Ha cubierto todas las fuentes informativas y ha desempeñado todas las responsabilidades posibles en medios de comunicación. Su columna Puntos y Contrapuntos se ha publicado desde hace más de tres décadas, en periódicos como El Occidental, Siglo 21 y Mural, en Guadalajara, Jalisco. Es profesor de periodismo en el ITESO, la Universidad jesuita de Guadalajara.
https://dev.sinembargo.mx/author/pedromellado/
La solución : cobrarle impuestos al comercio informal y a los mercados sobre ruedas ( tianguis) .
No es justo que a los familiares del comercio informal y tianguis ( que no pagan impuestos ) los subsidiemos los contribuyentes de la hacienda pública. No.
Pobre buey, Luna ; rústico montañés venido a menos . Que le gusta el aquello por el aquél. Por el velludo negrón, obvio .
Muy interesante tu punto. Efectivamente los Marcelosos van a querer llevarse entre las patas a alguien, y ese «alguien» sería la mayoría de las cámaras. También están los Monrealistas listos para chantajear. Empiezan las tribus, ojalá y le aprendieran algo a la izquierda china.
Marcelo y sus huestes andan de maloras.
Anda chimoltrufeando feo. Dijo una cosa – que sólo con Morena iría- y luego busca otra.
Firmó un compromiso y lo desconoce.
Habla de la 4T y atenta contra la unidad consensuada.
Busca quebrar al Movimiento y le importa medio bledo.
Anda buscando naranja desde las butacas ajenas y sigue coqueteando a quien pase por la yerma huerta.
Inicia una «asociación» que llegó tarde, to late, al consenso de sus compañeros y al proceso que signó y por el que se comprometió a respetar. Intenta una chicanada, luego otra queja, y otras más…
Busca marrulleramente minar lo que se ha conseguido pública, consensuadamente.
Perdió y pretende arrebatar por la libre hondonada de las artimañas.
Cinco de los seis contendientes aceptaron los resultados. Menos el.
Se cree con los fueros, con una herencia, con una iluminada carrera política para merecerlo. Para éso se preparó desde que «era chiquito».
Pero, pero… el voto de la gente no lo ganó.
¿Quiere arrebatar lo que por las buenas no consiguió?
Así que inicia el síndrome calamitoso de la camachitosis cómo si ése fuera ejemplo alguno de honestidad en otros tiempos. Y abjura, cómo Camacho en su momento, a que el ni nadie más merecía ser el idóneo candidato a ser el titular del ejecutivo federal.
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¿»Se lo chupará la bruja» de la codicia, de la avaricia, de la ambición sin escrúpulos?
Pleitos ronronean sus expresiones: «A ésa señora no le haré caso». «Lucho por la presidencia» «No voy por senaduría alguna». «No apoyaré con mis actos a la oposición». Entre un sin fin de regadas de tepache son y han sido recurrentes. Prácticamente desde antes de que iniciara la auscultación por medio de las encuestas han sido sus baladas; sus berrinches.
No sabe perder. No se resigna a que los caminos de México eligieron otros rumbos.
No. Está aferrado, entercado a que él es el elegido. Y nadie más. Sólo a él -de las seis corcholatas- corresponde encabezar la herencia de la 4T.
Lo evidente es que está fracturando un movimiento nacional que merece un mejor futuro. La pésima experiencia de las tribus, los caníbales, los peores nada, los avariciosos chuchos, mercenarios al peor postor del PRD histórico está ahí, vigente: en purititos polvos de tepalcate han quedado; arrastrados, pisoteados por la oligarquía a la que se apoltronaron cómo vasallos.
Y más temprano que tarde la factura -histórica, social, política- deberá ser endosada a quien corresponda.
UNA COSA ES NUESTRO PRESIDENTE Y OTRA ES MORENA COMO PARTIDO, Y ESTA NOTA LO DEJA BIEN CLARO.