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Las altas temperaturas han provocado 360 muertes en los últimos cinco días, mientras que el Gobierno británico ya declaró un estado de emergencia nacional ante la ola de calor.

MADRID, 16 de julio (EUROPA PRESS).– En España, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha contabilizado 360 muertes atribuibles a las altas temperaturas registradas en los seis primeros días de la ola de calor que empezó el 10 de julio.

La ola de calor que invade países europeos ya también llevó al Gobierno de Reino Unido a declarar por primera vez un estado de emergencia nacional por las temperaturas récord que se esperan para el lunes y el martes, especialmente en el centro y en el este del país.

Las autoridades en Madrid tienen como el último dato que recoge la estadística de Monitorización de la mortalidad diaria por exceso de temperatura el del viernes 15 de julio, que es el pico máximo, con 123 decesos en un día en el país.

Un termómetro marca 49 grados centígrados en la calle Concejo, durante la segunda ola de calor de verano en España, a 14 de julio de 2022. Foto: Rosa Veiga, Europa Press.

A nivel detallado, el primer día de la ola de calor, el pasado domingo día 10, se produjeron, según las cifras del ISCIII, 15 muertes atribuibles a la temperatura. Desde entonces, se ha producido una escalada continua, ya que al siguiente día, el lunes 11 se registraron 28 fallecimientos por exceso de temperatura.

Este dato aumentó hasta los 41 casos del martes 12 de julio y hasta los 60 fallecidos el miércoles 13. El siguiente día, el 14 de julio ha sido, junto al viernes, de los peores días de la ola de calor, ya que en algunos municipios se registraron valores cercanos a los 44 o 45 grados Celsius, como en los valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir; los 42 grados Celsius en el valle del Miño y los 41 grados Celsius en el valle del Ebro y en la zona centro.

Este jueves se produjeron 93 fallecimientos por el calor, una cifra que aumentó hasta los 123 ayer viernes 15 de julio.

PROTECCIÓN CIVIL MANTIENE LA ALERTA POR OLA DE CALOR

La Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior, de acuerdo con las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), mantiene la alerta por ola de calor durante el fin de semana.

Este sábado el aviso por riesgo extremo está activado en zonas de Zaragoza, Cantabria, Badajoz, Navarra y La Rioja. Los avisos de nivel naranja por altas temperaturas continuarán predominando en el territorio peninsular.

El domingo previsiblemente no habrá zonas con aviso rojo pero la ola de calor continuará afectando a casi toda la Península y Baleares.

Un chico sin camiseta bebe agua en el parque de la Barceloneta, en Barcelona, Catalunya. La intensa y extensa ola de calor llegó el miércoles a su momento cumbre, aunque ese pico se mantendrá durante varios días seguidos, según la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Foto: David Zorrakino, Europa Press.

GRAN BRETAÑA DECLARA EMERGENCIA NACIONAL

La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA, por sus siglas en inglés) ha incrementado la alerta de «advertencia de calor y salud» al nivel 4, el más alto posible, durante los primeros dos días de la próxima semana, cuando se esperan temperaturas de 40º.

«En este nivel», según el comunicado recogido por The Guardian, la enfermedad y la muerte pueden ocurrir entre los sanos y en forma, y «no sólo en los grupos de alto riesgo», en especial en las zonas del corredor A1 al norte de Londres hasta Lincolnshire, en áreas que incluyen Peterborough, Grantham, Sandy y Stevenage.

El portavoz de la Oficina Meteorológica británica, Grahame Madge, ha descrito la subida de las temperaturas como una «situación potencialmente muy grave». «Si llegamos a los 40 grados vamos a rebasar un umbral icónico, que demuestra que el cambio climático está ahora entre nosotros», ha avisado en declaraciones recogidas por Sky News.

La directora ejecutiva de la organización, Penny Endersby, ha descrito el pronóstico de calor extremo como «absolutamente sin precedentes» e instado al público a tomar en serio las advertencias. «Nuestros estilos de vida y nuestra infraestructura», ha avisado, «no están preparadas para lo que se nos viene encima».