Economía

Analistas y especialistas en el tema han resaltado que el argumento de Musk sobre los bots puede tratarse sólo de un pretexto para quedar fuera del trato que se cerraría por 44 mil millones de dólares.

Ciudad de México, 11 de julio (SinEmbargo).– El fundador de la compañía de autos eléctricos Tesla, Elon Musk, determinó hace unos días que ya no concretará la compra de la red social Twitter, por la que mostraba mucho interés hace unos meses, lo que provocó que en las primeras horas de este lunes cayeran las acciones de la compañía del pájaro azul en un 7 por ciento, sumado al desplome del 5 por ciento del pasado viernes.

La decisión de no continuar con el proceso de compra fue dado a conocer por Musk a través de una carta que envió al consejo de administración de la red social el pasado viernes 8 de julio. Sin embargo, Twitter no aceptó la declaración del también director de Space X y el presidente de la junta directiva de la red social, Bret Taylor, tuiteó el mismo día que la junta está “comprometida a concretar la transacción en el precio y los términos acordados con el señor Musk y planea emprender acciones judiciales para hacer valer el acuerdo de fusión. Confiamos en que ganaremos en la Corte de Equidad de Delaware”.

De acuerdo con CNN, Musk pasó el fin de semana en Idaho en una conferencia de Sun Valley y aunque habló en el escenario, el tema que trató fue otro, pero una fuente en la sala le dijo al corresponsal jefe de medios de este medio, Brian Stelter, que Musk reforzó su decisión para salirse del trato afirmando que todo el problema se envuelve en las llamadas «cuentas bots«.

El hombre más rico del mundo –con una fortuna de 208 mil 500 millones de dólares– ha argumentado que el acuerdo no puede concretarse por falta de información que Twitter le ha brindado sobre las cuentas “bots”, asegurando que son más de las que indica la empresa, pero ante ello la red social insiste en que ya le ha entregado al empresario toda la información solicitada, que respalda la afirmación de que las cuentas spam representan alrededor del 5 por ciento de los usuarios activos diarios monetizables.

La información también fue confirmada por Mike Ringler, el abogado del multimillonario, quien declaró que el acuerdo se canceló porque Musk no cree que Twitter haya proporcionado información adecuada sobre cuántas cuentas falsas y de spam pueblan la plataforma.

“A veces, Twitter ha ignorado las solicitudes del Sr. Musk, a veces las ha rechazado por razones que parecen injustificadas y, a veces, ha afirmado cumplir mientras le da al Sr. Musk información incompleta o inutilizable”, dijo Ringer en la carta que se dirigió a la junta de Twitter.

Pero ante la postura de Musk, el presidente de la junta directiva de la red social insistió en el emprendimiento de acciones legales, con las que en última instancia el director de Tesla tendría que enfrentar el pago de mil millones de dólares por ruptura del acuerdo (como se convino hace tres meses), aunque según medios internacionales Twitter buscaría con más insistencia que el trato que inició en abril se cumpla.

Ante las respuestas que ha lanzado la red social, Elon Musk respondió la noche del 10 de julio con un meme de él mismo burlándose de la administración de Twitter por el trato fallido. En la imagen se aprecia una serie de fotografías del magnate riéndose junto con un texto que afirma que la compañía está tratando de “obligarlo” a comprarlo en los tribunales.

«Ellos dijeron que no podría comprar Twitter, entonces ellos no divulgaron información sobre los bots [cuentas bots]. Ahora quieren obligarme a comprar Twitter en la Corte, pero ahora tienen que revelar información de los bots en la Corte», se lee en el meme que ya ha acumulado casi 900 mil «me gusta» y compartido más de 120 mil veces.

Luego de ello publicó también una imagen del actor Chuck Norris, conocido por sus películas de acción, frente a un tablero de ajedrez y escribió la frase «Chuckmate». Después de esas publicaciones el multimillonario compartió otras dos publicaciones: una sobre un lanzamiento de Space X y otra dando un consejo para «mejorar la calidad del sueño».

Pese a la actitud de Musk, su compañía de automóviles eléctricos también está resintiendo la decisión anunciada el pasado viernes, pues a la mañana sus acciones cayeron un 6.54 por ciento en Wall Street, colocando a la empresa entre la lista de las perdedoras de hoy.

En cambio, el 8 de julio las acciones de Twitter cayeron tras el anuncio en un cinco por ciento a 36.81 dólares, bastante por debajo de los 54.20 dólares que Musk había ofrecido pagar. Mientras tanto, los títulos de Tesla subieron 2.5 por ciento a 752.29 dólares.

De acuerdo con Inveting.com, además del tema legal entre Musk y Twitter, Tesla tuvo un impacto negativo ante los resultados de su principal rival en China, BYD, que reflejó ventas disparadas a máximos históricos a pesar de los bloqueos por la pandemia de coronavirus.

El multimillonario sudafricano poseía el 9 por ciento de las acciones de Twitter antes de revelar su intención de compra. Foto: Patrick Pleul/Pool Photo vía AP.

Las acciones de Tesla se han enfrentado a un mal desempeño desde hace varios meses atrás. Una de sus más recientes caídas ocurrió el pasado 17 de junio cuando perdieron alrededor de un 10 por ciento debido a que subió los precios de la mayoría de sus autos, según medios estadounidenses.

Con la caída de ese momento, la empresa de Musk ha disminuido aproximadamente un 34 por ciento en lo que va del año.

Además, el inversionista Jim Chanos dijo en una entrevista con Bloomberg que un gran riesgo para Tesla –y que el mercado subestima– es la dependencia de la compañía de su planta automotriz de Shanghái para obtener ganancias. Además, consideró que Tesla no está previendo la llegada de una nueva competencia, la cual podría comenzar siendo el camión eléctrico F-150 Lightning de Ford, que recientemente comenzó las entregas a los clientes.

UNA «COMPRA FALLIDA»

Fue el pasado 25 de julio cuando, después de 10 días de Elon Musk revelara sus intenciones de adquirir la red social, Twitter anunció que aceptó la oferta de compra del empresario estadounidense por 44 mil millones de dólares. Además, con la compra del también dueño de Tesla y Space X, la red social dejaría de cotizar en el mercado bursátil.

Unos días antes, el fundador de Space X mostró, en documentos entregados a reguladores en Estados Unidos, que el dinero para financiar tal compra vendría de Morgan Stanley y otros bancos, poniendo como garantía su participación en Tesla. Previo al acuerdo de compra, Musk ya poseía más del 9 por ciento de la empresa, lo que lo posicionaba como su mayor accionista. Sin embargo, el multimillonario no formaba parte de la junta directiva de la red social.

El hombre más rico del mundo reveló que su intención era hacer que Twitter fuera una empresa privada, ya que “no puede ‘ni prosperar ni servir’ a la libertad de expresión en su estado actual”, según dijo en una carta enviada a Twitter Inc, en la cual también afirmó creer en el potencial de la compañía para ser la plataforma de la libertad de expresión en todo el mundo.

“He invertido en Twitter porque creo en su potencial para ser la plataforma de la libertad de expresión en todo el mundo, y creo que la libertad de expresión es un imperativo social en una democracia funcional”, afirmó Musk en la presentación. “Sin embargo, desde que realicé mi inversión me he dado cuenta de que la empresa no prosperará ni servirá a este imperativo social en su forma actual. Twitter necesita transformarse como empresa privada”.

Pese al entusiasmo de los primeros días, el 5 de mayo el diario The Wall Street Journal (WSJ) reveló que Elon Musk planeaba sacarla de nuevo a la venta en sólo tres años, y a mediados del quinto mes del año, el magnate ya había suspendido temporalmente la compra de Twitter a la espera de detalles que «respaldasen» el cálculo de la compañía de que las cuentas falsas representan menos del cinco por ciento de los usuarios.

Posteriormente, mediante una carta remitida a principios de junio por los abogados de Musk a la Comisión del Mercado de Valores (SEC) de Estados Unidos, el equipo legal del multimillonario consideraba la posición de Twitter un “incumplimiento sustancial” de sus obligaciones en virtud del acuerdo de fusión, por lo que advertían de que Elon Musk “se reserva todos los derechos resultantes, incluido su derecho a no consumar la transacción y su derecho a rescindir el acuerdo de fusión”.

-Con información de AP

Valeria González Cervantes

Es feminista y Comunicóloga por la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tiene una gran afición por la lectura de ficción. Comenzó su carrera en La Hora Nacional.

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