Robert E. Crimo III fue acusado de siete homicidios el martes por los disparos en el desfile del Día de la Independencia, donde lanzó más de 80 disparos en contra de los asistentes.
Por Michael Tarm, Kathleen Foody y Stephen Groves
HIGHLAND PARK, Illinois, EstadosUnidos, 6 de julio (AP).— El hombre acusado de matar a siete personas en un desfile del Día de la Independencia confesó a la policía que después de efectuar los disparos desde la azotea de un edificio en un suburbio de Chicago, huyó a la zona de Madison, Wisconsin, a fin de perpetrar otro tiroteo allí, dijeron las autoridades el miércoles.
El hombre regresó a Illinois porque decidió que no estaba preparado para efectuar un tiroteo en Wisconsin, y entonces lo arrestaron, dijo el vocero de la unidad policial del condado Lake encargada de investigar grandes crímenes, Christopher Covelli, después de una audiencia.
Un Juez de Illinois ordenó mantener preso al sospechoso sin la posibilidad de la libertad bajo fianza. La Policía halló los casquillos de 83 proyectiles y tres cargadores de municiones en la azotea desde la cual efectuó los disparos, dijo el Fiscal del condado Lake, Ben Dillon.
Robert E. Crimo III fue acusado de siete homicidios el martes por los disparos que provocaron la huida aterrada de cientos de participantes y espectadores del desfile, entre ellos muchos niños con sus padres. Inmediatamente, comenzó la búsqueda en Highland Park, un suburbio de clase media alta a orillas del lago Michigan. Aún se desconocía el motivo.
Antes de la confesión, el abogado de Crimo había dicho que su defendido planeaba declararse inocente.
Se utilizó un fusil semiautomático «semejante a un AR-15» para disparar los proyectiles desde la azotea de un edificio comercial hacia los espectadores del desfile, dijo un vocero de la fuerza policial del condado Lake a cargo de investigar grandes crímenes.
La séptima víctima murió el martes. Más de 30 personas resultaron heridas en el ataque, que el sospechoso había planeado durante semanas, dijo el vocero policial Christopher Covelli.
Hace unos tres años, la Policía fue a la casa de Crimo cuando un familiar llamó para decir que amenazaba con «matar a todos». Covelli dijo que la Policía confiscó 16 cuchillos, una daga y una espada, pero no encontró armas de fuego en ese momento, en setiembre de 2019.
En abril de 2019, la policía acudió ante la denuncia de un intento de suicidio del mismo sospechoso, dijo Covelli.
Crimo adquirió legalmente este año el fusil utilizado en el ataque en Illinois, dijo Covelli. En total, compró cinco armas de fuego que los agentes hallaron en la casa de su padre.
Es apenas el caso más reciente de hombres jóvenes que pudieron comprar armas y perpetrar masacres en los últimos meses, a pesar de las señales de advertencia evidentes de que padecían trastornos mentales con tendencias violentas.
La Policía estatal de Illinois, que emite los permisos para poseer armas, dijo que Crimo pidió una licencia en diciembre de 2019, cuando tenía 19 años, con el auspicio de su padre.
En ese momento «había fundamentos insuficientes de que representaba un peligro inminente» como para rechazar la solicitud, dijo la Policía estatal en un comunicado.
Los investigadores que interrogaron al sospechoso y revisaron sus mensajes en redes sociales no han determinado un motivo ni que apuntó a sus víctimas por su raza o religión, dijo Covelli.