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Los investigadores revisaron 18 estudios para determinar el riesgo de transmisión aérea de COVID a más de dos metros de distancia en espacios cerrados poco ventilados.

Madrid, 30 de junio (Europa Press).- Algunos locales públicos podrían necesitar una mejor ventilación para evitar la propagación de la COVID-19 tras la creciente evidencia de la posibilidad de transmisión aérea de la enfermedad a «larga distancia», sugiere una investigación publicada por The BMJ.

Una revisión de 18 estudios existentes indica que la transmisión aérea del virus del SARS-CoV-2 desde un individuo infeccioso a otros situados a más de dos metros de distancia puede producirse en diferentes entornos interiores no sanitarios.

Sin embargo, los investigadores subrayan que las pruebas de estos estudios se consideraron de muy baja certeza, y afirman que es necesario seguir investigando el potencial de transmisión aérea del SARS-CoV-2 a larga distancia.

Desde las primeras fases de la pandemia de COVID-19 y los llamados eventos de «superdifusión», ha habido cada vez más pruebas que sugieren que la transmisión aérea del virus del SARS-CoV-2 en lugares con poca ventilación ha ayudado a propagar la infección.

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En general, se acepta que la transmisión a corta distancia (menos de dos metros de distancia) puede producirse tanto a través de gotas como de aerosoles en el aire, pero no hay acuerdo sobre la importancia de la transmisión aérea a larga distancia (más de dos metros) en lugares cerrados como locales de hostelería, instalaciones de ocio, lugares de trabajo o bloques de apartamentos.

Por ello, un equipo de investigadores de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido y de la Universidad de Bristol se propuso evaluar el potencial de transmisión aérea a larga distancia del SARS-CoV-2 en entornos comunitarios interiores e investigar los factores que podrían influir en la transmisión.

Revisaron los estudios sobre el tema publicados entre enero de 2020 y enero de 2022, centrándose en 18 estudios observacionales de brotes de COVID en países de Asia, Europa, Oceanía y Estados Unidos.

Estos brotes se produjeron en diversos entornos comunitarios, como pisos en bloques de apartamentos, hoteles en cuarentena, restaurantes, autobuses, una fábrica de procesamiento de alimentos, una sala de justicia, un gimnasio y durante eventos de canto.

Los autores de la revisión concluyen que es probable que se produjera una transmisión aérea a larga distancia en algunos o todos los eventos de transmisión en 16 de los 18 estudios. No estaba claro en los otros dos estudios.

Revisaron los estudios sobre el tema publicados entre enero de 2020 y enero de 2022, centrándose en 18 estudios observacionales de brotes de COVID en países de Asia, Europa, Oceanía y Estados Unidos. Foto: Daphne Duval et al., Long distance airborne transmission of SARS-CoV-2: rapid systematic review, The BMJ, junio 2022

En los 16 estudios, es probable que uno o más factores hayan aumentado las probabilidades de transmisión aérea a larga distancia, en particular la sustitución insuficiente del aire, el flujo de aire direccional y las actividades asociadas con una mayor emisión de aerosoles, como cantar o hablar en voz alta.

En 13 estudios se informó de que los individuos que probablemente fueran la fuente de la infección eran asintomáticos, presintomáticos o estaban empezando a tener síntomas en el momento de la transmisión.

La revisión tiene algunas limitaciones, por ejemplo, sólo examinó estudios epidemiológicos observacionales de eventos de transmisión de persona a persona en el mundo real y no incluyó pruebas más amplias de estudios ambientales o experimentales.

Además, la mayoría de los brotes se produjeron antes de la introducción de la vacuna y no está claro cómo se aplican estos resultados a las poblaciones con un alto nivel de inmunidad a la infección, ya sea adquirida naturalmente o mediada por la vacuna.

No obstante, la revisión evaluó de forma crítica la probabilidad de transmisión aérea a larga distancia del SARS-CoV-2 utilizando una serie de pruebas que van desde los datos epidemiológicos, el análisis genómico y la videovigilancia hasta el análisis de la disposición de los asientos y la comprobación de las hipótesis ambientales.

En los 16 estudios, es probable que uno o más factores hayan aumentado las probabilidades de transmisión aérea a larga distancia. Foto; Marcio José Sánchez, AP

Así, los autores concluyen que «esta rápida revisión sistemática demuestra las pruebas existentes de que la transmisión aérea a larga distancia del SARS-CoV-2 puede producirse en entornos interiores como restaurantes, lugares de trabajo y lugares de celebración de coros, e identificó factores como la sustitución insuficiente del aire que pueden contribuir a la transmisión».

«Estos resultados apoyan el papel de las medidas de mitigación en entornos interiores, como una ventilación adecuada», añaden.