De acuerdo con un experto, aunque los casos sigan aumentando en Europa, es muy improbable que se convierta en pandemia, debido a que no se contagia con la misma facilidad que la COVID o la viruela clásica.

Madrid, 28 de junio (Europa Press).- Hace un par de semanas parece que la cifra de contagios de la viruela del mono se estaba estabilizando, incluso habían empezado a bajar las cifras, pero ya están repuntando de nuevo los casos. ¿Por qué? ¿Qué factores están favoreciendo este aumento de contagios?¿Aumentarán mucho? ¿Nos espera otra pandemia?

Entrevistamos en Europa Press al coordinador del grupo de trabajo de monkeypox de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), al doctor Francisco Javier Membrillo de Novales. ¿Por qué el número de contagios no para de crecer?, ¿cuáles están siendo los factores que lo benefician? Este experto recuerda que había una tendencia a la estabilización, incluso un inicio del descenso de casos hace dos semanas, pero ahora ha habido un repunte porque, según resalta, hay una serie de personas que no siguen las recomendaciones y mantienen prácticas de riesgo a pesar de tener síntomas.

Esto estaría debido también a una percepción equivocada, en su opinión, de que la viruela del mono es una enfermedad exclusiva de hombres que tienen sexo con hombres, cuando por ejemplo, recuerda cómo en el hospital en el que trabaja recientemente ha visto a un varón heterosexual que tiene la enfermedad tras mantener relaciones con una mujer prostituta sin preservativo, por lo que se ha contagiado.

Hay una serie de personas que no siguen las recomendaciones y mantienen prácticas de riesgo a pesar de tener síntomas. Foto: Cynthia S. Goldsmith, Russell Regner/CDC vía AP

«Lo más probable es que tengamos un aumento de casos, pero no esperamos en ningún momento una pandemia, no es una enfermedad tan contagiosa ni con el mismo mecanismo de transmisión que la COVID-19, ni tan contagiosa como la viruela clásica», asegura el también presidente del Grupo de estudio de patología importada de la citada sociedad científica.

Eso sí, destaca que lo que más preocupa a los expertos, aparte del repunte de casos que se espera en estos meses de verano, coincidiendo con diversas celebraciones, es que la viruela del mono se convierta en una enfermedad endémica, en el sentido de que continúe circulando precisamente en el ambiente de personas que mantienen fiestas o celebraciones con relaciones sexuales con personas desconocidas, en el contexto de drogas y orgias etc.

QUÉ NO SE ESTÁ HACIENDO PARA FRENAR SU EXPANSIÓN

Más comunicación y más educación en salud pública a la población son, según el doctor Membrillo, lo fundamental para combatir la expansión de esta infección: «Explicar bien cómo se contagia la enfermedad».

Preguntado sobre si lo idóneo sería una vacunación generalizada de toda la población para evitar la infección dice que no estaría justificada, fundamentalmente porque, según reitera, el riesgo no se debe a la orientación sexual de la persona, sino a las prácticas sexuales de riesgo, no a una orientación sexual.

Un joven muestra sus manos durante un brote de viruela del mono en la República Democrática del Congo. Foto: CDC

«Los contagios están ocurriendo en hombres con sexo con hombres fundamentalmente, pero no es una enfermedad exclusiva. La misma circunstancia que podía tener un homosexual que participe en una práctica de riesgo sin protección para ser candidato a vacunación la puede tener por ejemplo una prostituta heterosexual con esas mismas prácticas de riesgo por atender a sus clientes sin preservativo», mantiene Membrillo.

Es más, recuerda que en la actualidad no hay vacuna específica contra la viruela del mono. «Todas las vacunas de la viruela dan una protección frente a la viruela del mono, de la viruela clásica, de hasta el 85 por ciento, y son las que se están dando y recomendando, para prevenir el contagio y por profilaxis por exposición. A una persona que haya tenido un contacto de riesgo sin protección se le podría poner en los primeros días tras ese contacto, disminuyendo el riesgo de desarrollar enfermedad, especialmente grave», aclara.

En último lugar, el miembro de la SEIMC insiste en que frente a un nuevo brote de enfermedad emergente nos encontramos con una clara debilidad, el hecho de que España sea el único país de la UE que no tiene reconocida la especialidad en enfermedades infecciosas, un aspecto a su juicio fundamental para la detección precoz de la infección, y para tener preparada una respuesta y una atención médica a estos pacientes con enfermedades infecciosas complicadas.

Después, el doctor Membrillo señala que en muchos hospitales de España están eliminando los servicios de guardias de microbiología clínica, impidiendo que los laboratorios de microbiología estén disponibles las 24 horas al día y los 7 días a la semana, algo que también dificulta el diagnóstico correcto, y el manejo de muestras, de forma que personas contagiadas y con falsos negativos sigan transmitiendo la enfermedad a otras personas.

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