El anuncio de inscribir los nombres de militares fallecidos junto a las víctimas de la «guerra sucia» ha generado críticas por parte de las familias e incluso de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Micaela Cabañas lamentó que se haya dado ese mensaje y reiteró el llamado de justicia que han exigido a las autoridades durante décadas.
Ciudad de México, 23 de junio (SinEmbargo).- Micaela Cabañas, hija del maestro y guerrillero Lucio Cabañas Barrientos, aseguró que el Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, perdió la oportunidad de reivindicar al Ejército Mexicano durante la apertura del Campo Militar Número 1 a los familiares de las víctimas de la «guerra sucia».
«Fue una muy mala decisión [de llevar al Secretario de Defensa] precisamente porque ellos no distaron la magnitud de lo que eso nos podía hacer daño. Ustedes no saben cuánto hemos sufrido, de esa cuestión psicológica que nos quedó de aquellos años y que a partir de esos años fuimos todavía perseguidos, fuimos hostigados y todavía nos presentan ahí», comentó Micaela Cabañas, hija de Lucio Cabañas Barrientos, en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez en el programa Los Periodistas que se transmite por YouTube a través del canal de SinEmbargo al Aire.
Este miércoles, durante su discurso en la apertura del Campo Militar Número 1 a los familiares de las víctimas de abusos por parte del Ejército Mexicano, el Secretario de la Defensa Nacional compartió que el Presidente Andrés Manuel López Obrador «autorizó inscribir los nombres de militares fallecidos con motivo de los hechos del pasado en el monumento a los Caídos de las Fuerzas Armadas, que se ubica en la Plaza del Servicio a la Patria, como un tributo y un sentido homenaje a los soldados que cumplieron con su deber aun a costa de su vida”.
En el momento en que Luis Cresencio Sandoval enfatizó que el Ejército “ha permanecido subordinado al poder civil”, se escucharon los gritos de reclamo de las víctimas por el accionar durante la “guerra sucia”, puesto que se ha acusado en reiteradas ocasiones a las Fuerzas Armadas de graves violaciones a los derechos humanos de forma arbitraria.
El anuncio de inscribir los nombres de militares fallecidos junto a las víctimas de este periodo de represión perpetrado precisamente por el propio Ejército ha generado críticas por parte de las familias e incluso de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que este mismo jueves manifestó su preocupación de que «se pretenda equiparar a las víctimas de esas violaciones con los soldados que cometieron esas violaciones».
"¡FUE EL EJÉRCITO! ¡VIVOS SE LOS LLEVARON!"
Así le gritaron en la cara a @Luis_C_Sandoval, de la SEDENA, mientras homenajeaba a soldados durante la apertura de archivos militares a la Comisión de la Verdad y Esclarecimiento Histórico.
Nunca volverán a tener su silencio. pic.twitter.com/jEeNyZ7AAo
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) June 22, 2022
«Si bien pudieron haber caído (los militares) en esas acciones, de modo alguno pueden tener el mismo tratamiento de quienes sufrieron vejaciones, detenciones arbitrarias, violaciones graves, ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada, tortura, etc. Desde nuestro punto de vista, un acto de reconocimiento de estos hechos honraría a las Fuerzas Armadas, reafirmaría su esencia popular y reforzaría su compromiso con la transformación que vive actualmente el país, y ellas mismas», expresó el organismo autónomo presidido por Rosario Piedra Ibarra, hija de la fallecida Rosario Ibarra, fundadora del Comité ¡Eureka!, una organización dedicada a la búsqueda de familiares desaparecidos en este periodo.
La CNDH expresó que el esclarecimiento «pleno del pasado y la garantía de no repetición es la única manera de ir resarciendo las heridas de las víctimas y así poder iniciar la necesaria reconciliación nacional».
Cuestionada sobre el discurso pronunciado por el General Secretario de la Defensa, la hija de Lucio Cabañas lamentó que se haya dado ese mensaje frente a las víctimas y reiteró el llamado de justicia que durante décadas han exigido a las autoridades.
«Nosotros vamos con esa confianza de que va el Presidente y el (Sub)secretario (Alejandro) Encinas y con esa confianza de que estamos juntos ahí los que sobrevivimos y nos salen con esto, con una cachetada en plena luz del día cuando los derechos humanos están a pedir de boca de nosotros. Cuando nos están defendiendo nos salen con eso y nos hacen una regresión psicológica y nos revictimizan con esa postura del general», apuntó Micaela Cabañas.
A pregunta expresa de Álvaro Delgado sobre el sentir de las víctimas que asistieron a la ceremonia de Campo Marte, Cabañas aseguró que varios colectivos de diferentes estados empezaron a pedir justicia. «No queremos otra cosa, queremos justicia y eso lo debe de entender principalmente el Ejército porque son ellos los que nos han lastimado. Ya pasaron casi 50 años y nosotros no vemos llegar la justicia».
Micaela Cabañas, hija de Lucio Cabañas Barrientos y María Isabel Anaya Nava, denunció ayer que su madre fue violada en el Campo Militar Número 1 por el exgobernador de Guerrero Rubén Figueroa, durante la apertura del lugar a los familiares de las víctimas de abusos por parte del Ejército Mexicano.
“Mi madre fue torturada, fue violada y fue ultrajada […] Quiero decirles también que yo llegué aquí de dos meses y en algún lugar de este edificio yo aprendí a caminar, aprendí a correr y a decir mis primeras palabras. En este lugar y con el cobijo de mi madre y de toda la familia Cabañas que aquí nos encontrábamos en la clandestinidad, porque así lo dijeron el gobierno de ese entonces, sufrimos tortura, tortura física, moral y sicológica, y muchas otras violaciones, incluida la sexual, puesto que mi madre salió de aquí embarazada del Gobernador de ese entonces del estado de Guerrero», señaló Micaela ayer.
El Campo Militar Número 1, ubicado en la Ciudad de México, fue un centro de tortura durante la “guerra sucia”. Fue un limbo para violar derechos humanos. Y se mantuvo cerrado décadas y décadas. Rubén Figueroa Figueroa fue Gobernador de Guerrero entre el 1 de abril de 1975 al 31 de marzo de 1981. Se le conocía también como el “Tigre de Huitzuco”, se caracterizó por su mano dura y fue ligado con asesinatos y con el narcotráfico. En 2002, por ejemplo, fue procesado por vínculos con grupos del crimen organizado y posteriormente fue exonerado.
«Nosotros esperábamos recorrer ese lugar, esperábamos entrar y la verdad yo esperaba como lloraba cuando era niña, regresar a mi casa. Quería saber dónde había estado mi madre. Quería recordar algo. Yo me sentía muy desencajada, pero me sentí más ofendida cuando al general se le ocurre decir que entre los asistentes están los familiares de los que acribillaron al pueblo […] Nosotros fuimos los agraviados porque fuimos la población civil», compartió en la entrevista Micaela sobre el discurso de Sandoval González.
«Que no se les olvide que el Ejército mexicano fue creado para defender el territorio nacional, no para atacar a la población de su mismo territorio. En aquel entonces esa era su principal tarea. Me sentí muy ofendida y muchos de los sobrevivientes estamos en el mismo tenor», añadió.
México pretende hacer justicia sobre uno de los periodos más negros de su historia: 25 años de la segunda mitad del siglo XX en los que los cuerpos policiales y militares torturaron, asesinaron y desaparecieron a cientos de personas.
La comisión investigará los abusos y violaciones graves a los derechos humanos que tuvieron lugar entre 1965 y 1990 con el fin de hacer justicia por esos crímenes, buscar a las personas que todavía siguen desaparecidas de esa época —en torno al millar— y reparar a las víctimas.
-Con información de AP