“Las economías en desarrollo deberán equilibrar la necesidad de garantizar la sostenibilidad fiscal con la necesitad de mitigar los efectos de las crisis en los ciudadanos más pobres», dijo Ayhan Kose, director de la división de perspectivas económicas del BM.
MIAMI (AP).— La economía de América Latina tendrá en 2022 un fuerte enfriamiento por el impacto de la guerra en Ucrania: el crecimiento regional será de un 2.5 por ciento, una caída significativa comparado con el 6.7 por ciento de 2021, dijo el martes el Banco Mundial (BM).
Los efectos del conflicto bélico seguirán sintiéndose a largo plazo y el crecimiento será de apenas el 1.9 por ciento en 2023, de acuerdo con las previsiones del BM para la región publicadas en su reporte “Perspectivas Económicas Mundiales”. En 2024, en tanto, habrá un leve repunte del crecimiento en América Latina y el Caribe al 2.4 por ciento.
Las proyecciones equivalen a niveles de crecimiento de la década de 2010 y son las más reducidas a nivel mundial. El crecimiento económico de Europa y Asia Central caería al 2.9 por ciento, el de Asia Oriental y el Pacífico a 4.4 por ciento y el de Asia del Sur al 6.8 por ciento. En Medio Oriente y el Norte de África, en cambio, se acelerará al 5.3 por ciento y en África del sub-sahariana será de 3.7 por ciento.
Las previsiones fueron reveladas un día después que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, conocida como CEPAL, publicó un informe en el que advirtió que la desaceleración económica, el fuerte aumento de la inflación y la lenta recuperación de los mercados laborales aumentarán los niveles de pobreza y pobreza extrema.
[ÚLTIMO MOMENTO] Se prevé que el crecimiento mundial descienda del 5,7 % en 2021 al 2,9 % en 2022, un porcentaje considerablemente menor que el 4,1 % que se anticipó en enero: https://t.co/ucHTgbrEiJ#WBGEP2022 pic.twitter.com/YwZzJ5mjUV
— Banco Mundial (@BancoMundial) June 7, 2022
CEPAL, cuyo pronóstico de crecimiento para 2022 es de 1.8 por ciento, estima que unos 7.8 millones de personas se sumarían a los 86.4 millones cuya seguridad alimentaria ya está en riesgo en Latinoamérica.
La guerra ha provocado un incremento en los precios de las materias primas y el debilitamiento de la economía mundial, interrumpiendo la actividad, las inversiones y el comercio en el corto plazo, mientras la demanda cae y cambian las políticas fiscales y monetarias.
Algunos países de la región se han beneficiado con ingresos de las exportaciones de materias primas y políticas fiscales, pero los efectos positivos han sido ensombrecidos por el aumento de los precios al consumidor, el incremento de las tasas de interés nacionales e internacionales y el sentimiento generalizado de fragilidad económica, dijo el banco en su informe presentado en una conferencia virtual.
Los pronósticos mundiales son poco alentadores. El crecimiento global caerá de 5.7 por ciento de 2021 a un 2.9 por ciento en 2022, bastante menos que el 4.1 por ciento previsto inicialmente en enero, dijo el BM. Como resultado de los daños provocados por la pandemia de coronavirus y la guerra, el nivel de ingreso per cápita en los países en desarrollo será casi un cinco por ciento inferior que los niveles anteriores a la pandemia.
“La guerra en Ucrania, los confinamientos en China, los trastornos de la cadena de suministro y el riesgo de estanflación afectan el crecimiento”, expresó el presidente del BM, David Malpass.
Para este año, el BM proyecta que el país de América Latina que más crecerá será Panamá, un 6.3 por ciento, seguido por Colombia, con un 5.4 por ciento y República Dominicana, con un cinco por ciento.
La economía de Brasil crecerá un 1.5 por ciento en 2022 y se desacelerará a un 0.8 por ciento en 2023, de acuerdo con los pronósticos del banco. México, en tanto, se espera que crezca un 1.7 por ciento y ya no un 2.1 por ciento en 2022, así como un 1.9 por ciento en 2023; mientras se proyecta que Argentina crecerá un 4.5 por ciento este año y un 2.5 por ciento el próximo.