El líder norcoreano Kim Jong-Un aseguró durante una reunión del Politburó que el país ha comenzado a tomar control sobre el brote de COVID-19 a pesar de que se reportaron 219 mil personas con síntomas y 66 fallecidos.

Por Kim Tong-Hyung

SEÚL, Corea del Sur, 21 de mayo (AP).— Corea del Norte dijo el sábado haber detectado 220 mil casos más de personas con síntomas de fiebre aún cuando el Gobernante Kim Jong-Un afirmó que se han logrado avances para disminuir la propagación de la COVID-19.

Kim también dejó entrever que se relajarán las restricciones frente al virus a pesar de la enorme carencias de pruebas diagnósticas a fin de impedir un agravamiento de la ya deteriorada economía del país.

El brote ha suscitado preocupación ante la posibilidad de una grave tragedia en este país pobre y aislado que tiene uno de los peores sistemas de atención médica del mundo y una alta tolerancia al sufrimiento de los civiles.

Según expertos, Corea del Norte casi con seguridad está minimizando la verdadera escala de la diseminación del virus, ante su rara cifra baja de fallecimientos para suavizar el golpe político a Kim que transita uno de los momentos más difíciles en sus 10 años de Gobierno.

Corea del Norte ha superado los dos millones de contagios por lo que se presume que sea COVID-19. Foto: Korea News Service vía AP.

Unos 219 mil 030 norcoreanos con fiebre fueron identificados durante 24 horas hasta las 18:00 horas del viernes, el quinto día consecutivo en el que los casos suman alrededor de 200 mil, según la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA por sus siglas en inglés), que atribuyó la información a la sede del equipo de Gobierno para enfrentar al virus.

Corea del Norte dijo que más de 2.4 millones de personas han enfermado y 66 fallecido desde que la fiebre no identificada comenzó a propagarse rápidamente a finales de abril, aunque el país sólo ha logrado señalar un reducido número de casos como COVID-19 debido a la falta de pruebas diagnósticas.

Tras sostener la dudosa afirmación durante dos años y medio de que había impedido eficazmente la aparición del virus en su territorio, el Norte reconoció la semana pasada haber tenido casos de Ómicron.

Ante su carencia de herramientas públicas, el Norte ha movilizado más de un millón de trabajadores de salud para que encuentren a personas con fiebres y las aíslen en instalaciones de cuarentena.

En esta imagen, distribuida por el gobierno de Corea del Norte, operarios desinfectan el piso de una estación en Pyongyang para frenar los contagios de coronavirus. Foto: Agencia Central de Noticias de Corea/Korea News Service vía AP.

Kim también impuso estrictas restricciones a los viajes entre ciudades y localidades, y movilizó a miles de soldados para que distribuyan medicamentos en las farmacias en la capital del país, Pyongyang, el epicentro del brote.

Durante una reunión del Politburó del partido gobernante el sábado, Kim insistió en que el país ha comenzado a controlar al brote y exhortó a que se intensifique la vigilancia para mantener la “tendencia positiva” en la campaña contra el virus, dijo la KCNA.

Pero al parecer Kim también dejó entrever un relajamiento en su respuesta a la pandemia para reducir las dificultades económicas. Ordenó a funcionarios que modifiquen activamente las medidas preventivas con base a la situación cambiante del virus y que presenten diversos planes para revitalizar la economía nacional.