Tras ser agredida, Cinthia fue abandonada por sus agresores en una zona alejada de la ciudad; la creyeron muerta, pero al día siguiente recuperó el sentido y logró comunicarse con su familia.
Por Guadalupe Peñuelas
Ciudad de México, 14 may (EFE).- El caso de una joven torturada y violada presuntamente por trabajadores de la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha encendido las movilizaciones en Ciudad Juárez, uno de los epicentros de los feminicidios que fustigan a México desde hace décadas.
En Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua y fronteriza con Estados Unidos, mujeres del poblado de Samalayuca se han manifestado para exigir justicia para Cinthia, una joven de 31 años que fue violada, torturada, mutilada y abandonada en un paraje por sus agresores, que la creían muerta.
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de abril, cuando la mujer fue invitada a una fiesta por parte de un trabajador de la CFE. Ella aceptó la invitación y horas después de su llegada, sin percatarse, presuntamente introdujeron una sustancia alucinógena en su bebida.
Isabel, tía de la víctima declaró a EFE: «Después de que le pusieron drogas, ella [Cinthia] no recuerda mucho. Pero si se acuerda de los sujetos que la violaron». La joven aseguró que no solamente fue violada, también fue mutilada.
Y como sus agresores la creyeron muerta, la abandonaron en una parte alejada de la ciudad. La dejaron sin percatarse de que tenía su teléfono móvil y, por eso, al día siguiente, cuando recuperó el sentido, logró comunicarse con su familia.
«Cuando nos llamó, fue llevada al Hospital de la Mujer, fue monstruoso lo que le hicieron. En la Fiscalía [Fiscalía General del Estado de Chihuahua], hemos visto que se están vendiendo, no se vale. Ya han sido señalados los responsables, ella [Cinthia] los conoce y no se ha procedido en contra de ellos», relata Isabel.
Asegura, que Cinthia ya identificó a los responsables y los ha señalado, pero no hay respuesta por parte de las autoridades.
«Ella está mal emocionalmente, los responsables están de vacaciones en su trabajo, no es justo», lamenta.
SIN RESPUESTAS DE LA EMPRESA
EFE trató de obtener una respuesta por parte de la CFE sobre este caso, pero el superintendente de Ciudad Juárez Alejandro Hernández dijo que esta zona de la ciudad no es su área de acción.
Aunque confirmó que él es el superintendente de Distribución de la CFE, quien subordina a los señalados en este caso, dijo que «no sabría» qué comentar sobre el tema.
María Elena Ramos, activista en Ciudad Juárez por los feminicidios en la frontera, pide medidas por parte del Gobierno. «Es preocupante la impunidad en Chihuahua, en el país», afirma.
Añadió que la sociedad «ha perdido la sensibilidad» sobre los brutales ataques contra las mujeres. «Exigimos a la comunidad que se sume y participe en las acciones de prevención y les provea a las mujeres espacios seguros para divertirse».
De acuerdo con datos de la Fiscalía de Chihuahua, en lo que va de año se han registrado 73 asesinatos dolosos contra mujeres en el estado, de los cuales 41 -el 56 por ciento- ocurrieron en el municipio de Juárez.
Imelda Marrufo, líder de Red Mesa de Mujeres, sostiene que «la impunidad en esta ciudad va a llamar a mayor violencia, es un llamado a los agresores a seguir cometiendo los mismos hechos porque no va a pasar nada».
Refiere que manifestarse es hacer un llamado a la sociedad a no ser indiferentes ante situaciones como esta, a no normalizar casos como el de Cinthia.
«Es importante que las investigaciones sean rápidas, es la necesidad de poner más policías de investigación. Pediremos ante las autoridades la atención de este y otros casos pendientes por resolver», concluye.
El Gobierno mexicano registró mil 004 víctimas de feminicidio en 2021, como se tipifica el asesinato motivado por violencia de género, un 2.66 por ciento más que en 2020.
Al sumar las dos mil 747 víctimas femeninas de homicidio doloso, un total de tres mil 751 mexicanas murieron asesinadas el año pasado, lo que representa más de 10 al día.