Durante su toma de protesta, el Presidente surcoreano conservador dijo que «la puerta al diálogo permanecerá abierta» con Corea del Norte para resolver las amenazas nucleares que su mandatario, Kim Jong-Un, ha expresado.
Por Hyung-Jin Kim y Kim Tong-Hyung
SEÚL, Corea del Sur, 10 de mayo (AP).— El conservador Yoon Suk-Yeol, un recién llegado a la política, asumió el martes la Presidencia de Corea del Sur con la promesa de buscar un acuerdo negociado sobre la amenaza del programa nuclear norcoreano y ofreció un “plan audaz” para mejorar la economía de su vecino si Pyongyang abandona las armas nucleares.
Aunque durante su campaña prometió una postura más firme con Corea del Norte, Yoon evitó la retórica dura en su discurso inaugural, entre crecientes preocupaciones de que el Norte prepare su primer ensayo de bomba nuclear en casi cinco años. Corea del Norte ha rechazado acercamientos similares de varios predecesores de Yoon, que vinculaban incentivos con la desnuclearización.
“Aunque los programas de armas nucleares en Corea del Norte son una amenaza, no sólo para nuestra seguridad sino para el Nordeste de Asia, la puerta al diálogo permanecerá abierta para que podamos resolver esta amenaza de forma pacífica”, dijo Yoon a la multitud reunida ante el parlamento en Seúl.
“Si Corea del Norte se embarca de forma genuina en un proceso de desnuclearización plena, estamos preparados para trabajar con la comunidad internacional para presentar un plan audaz que refuerce de forma considerable la economía norcoreana y mejore la calidad de vida de su población», dijo.
Yoon también mencionó los crecientes problemas económicos de Corea del Sur y señaló que el declive del mercado laboral y la creciente brecha entre ricos y pobres están abriendo una crisis democrática al avivar “la discordia y las disputas internas” e impulsar una corriente de “antiintelectualismo” conforme la gente pierde su sentido de comunidad y pertenencia.
El Presidente dijo que fomentaría el crecimiento económico para ayudar a cerrar las diferencias políticas y la desigualdad de ingresos.
El avance del programa nuclear norcoreano plantea un difícil desafío de seguridad para Yoon, que ganó las elecciones del 9 de mayo con la promesa de reforzar la alianza formada hace 70 años por Corea del Sur y Estados Unidos y ampliar su propia capacidad de misiles para neutralizar las amenazas norcoreanas.
En los últimos meses, Corea del Norte ha hecho pruebas de varios misiles con capacidad nuclear que podrían llegar a Corea del Sur, Japón y el territorio continental de Estados Unidos. Pyongyang parecía tratar de desestabilizar el gobierno de Yoon, así como modernizar su arsenal armamentístico y presionar al gobierno de Estados Unidos para que relaje sus sanciones.
El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, advirtió hace poco que sus armas nucleares no se verían limitadas a su misión principal de evitar una guerra si sus intereses nacionales se veían amenazados.