Khashoggi, residente en Estados Unidos y que escribía para el Washington Post, fue asesinado el 2 de octubre de 2018 en el Consulado saudí en Estambul, a donde había acudido con cita para recoger documentos para casarse con Hatice Cengiz, su prometida turca.
ESTAMBUL, Turquía, 7 de abril (AP).— Una corte turca decidió el jueves suspender el juicio en ausencia a 26 saudíes acusados del brutal asesinato del columnista del Washington Post Jamal Khashoggi y transferir el caso a Arabia Saudí.
Grupos de derechos humanos habían advertido que derivar el caso al reino árabe supondría un encubrimiento del asesinato, que arrojó una sombra de sospecha sobre el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman.
La decisión se produjo en un momento en el que Turquía, sumida en una crisis económica, trata de reparar sus complicadas relaciones con Arabia Saudí y otros países de la región. Algunos reportes en medios han afirmado que Riad ha condicionado la mejora de las relaciones a que Turquía abandonara el caso contra los ciudadanos saudíes.
El Fiscal del caso recomendó la semana pasada que se transfiriera el caso al reino saudí con el argumento de que el juicio en Turquía permanecería inconcluso. El Ministro turco de Justicia apoyó la recomendación y dijo que el juicio en Turquía podría reanudarse si la corte no quedaba satisfecha con el resultado del proceso saudí. Sin embargo, no estaba claro que Arabia Saudí, que ya juzgó a algunos de los acusados a puerta cerrada, fuera a abrir un nuevo juicio.
Defensores de los derechos humanos habían instado a Turquía a no trasladar el caso.
«Al transferir el caso de un asesinato cometido en su territorio, Turquía devolverá el caso de forma consciente y voluntaria a las manos de sus responsables», dijo la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard. «En efecto, el sistema saudí ha evitado de forma reiterada cooperar con el Fiscal turco y está claro que no puede hacerse justicia en una corte saudí».
«¿Qué ha ocurrido con el compromiso declarado por Turquía de que debe prevalecer la justicia en este espantoso asesinato y de que este caso nunca sería un peón de cálculos e intereses políticos?», preguntó.
Por su parte, el grupo con sede en Nueva York Human Rights Watch (HRW) afirmó que «dada la completa falta de independencia judicial en Arabia Saudí, el papel del Gobierno saudí en el asesinato de Khashoggi, sus intentos previos de obstruir la justicia y un sistema penal que no cumple los estándares fundamentales de justicia, las posibilidades de un juicio justo para el caso Khashoggi en Arabia Saudí son prácticamente nulas».
Khashoggi, residente en Estados Unidos y que escribía para el Washington Post, fue asesinado el 2 de octubre de 2018 en el Consulado saudí en Estambul, a donde había acudido con cita para recoger documentos necesarios para casarse con su prometida turca, Hatice Cengiz.
Las autoridades turcas creen que Khashoggi, que había escrito columnas críticas con el príncipe heredero, fue asesinado y después descuartizado con una sierra dentro del Consulado por un equipo de agentes saudíes enviados a Estambul. En el grupo había un médico forense, agentes de inteligencia y seguridad y personas que trabajaban para la oficina del príncipe heredero. Los restos de Khashoggi no han sido localizados.