¿Por qué China, luego de tener éxito con su «estrategia cero COVID», ahora vive la mayor ola que ha tenido a lo largo de la pandemia? La falta de vacunación sería parte de la respuesta, explican expertos.
Madrid, 4 de abril (Europa Press).- Es creciente la preocupación entre los ciudadanos por lo que está sucediendo en China, que actualmente está viviendo la mayor oleada de casos de estos dos años de pandemia. Son muchos los que se preguntan si esto puede llegarnos a nosotros, como sucedió al inicio de todo. Pero todos los expertos coinciden en lo mismo: no, salvo que aparezca una variante nueva del SARS-CoV-2.
Se lo preguntamos en primer lugar a Matilde Cañelles López, inmunóloga y miembro del Instituto de Filosofía del CSIC, quien asegura que no es algo que nos pueda pasar a nosotros porque su estrategia de lucha contra el coronavirus ha sido en estos dos años «muy distinta» a la que hemos seguido en los países europeos.
«Ellos se han centrado en que no hubiera transmisión del virus, en intentar cortar de raíz los contagios, y en que no haya transmisión comunitaria, lo que se llama ‘estrategia cero COVID‘. Hasta ahora les ha funcionado bien, pero han puesto más peso en cortar la transmisión que en las vacunas», reconoce.
De hecho, esta experta indica que la vacuna china «se ha demostrado que es una de las peores a efectos de parar contagios y enfermedad grave», algo que también ha influido en este sentido; al tiempo que recuerda que han ido apareciendo en estos dos años de pandemia diferentes variantes que han sabido frenar con esta estrategia cero COVID, hasta que ha aparecido Ómicron, una variante del SARS-CoV-2 que está haciendo estragos en su población, apenas vacunada, y que ni siquiera cuenta con las dos dosis de su vacuna.
«Que a ellos se les vaya de las manos no significa que nos vaya a pasar a nosotros porque la variante Ómicron la hemos pasado, ha barrido Europa, y hemos visto que las vacunas han funcionado muy bien», insiste esta experta del CSIC.
Sobre si debemos permanecer vigilantes frente a lo que ocurra en China, Cañelles mantiene que la estrategia mantenida por este país nos puede servir de ejemplo de lo que nos hubiera pasado si hubiéramos aplicado la estrategia COVID cero en nuestro país. «No nos sirve lo que pasa allí porque están con Ómicron que nosotros la hemos pasado. Ahora bien, sí sería preocupante si aparece una variante nueva», añade.
NO HAN ADQUIRIDO INMUNIDAD NATURAL
Por su parte, el profesor José Manuel Bautista, uno de los líderes de CovidLot de la Universidad Complutense de Madrid, además de bioquímico y biólogo molecular, para explicar lo que está sucediendo en China incide en el aspecto de la inmunidad que poco a poco ha ido adquiriendo Europa con el paso de las diferentes variantes, frente al país asiático que ha decidido mantener esa estrategia de COVID cero, con confinamientos masivos al mínimo contagio detectado y con un control exhaustivo de la población con test.
«La población se ha ido contagiando progresivamente en diferentes zonas y muchos de estos contagios son asintomáticos o sintomáticos leves pero te hacen desarrollar una inmunidad por el contagio. Con la ayuda de las vacunas, que no evitan el contagio, pero sí que este sea menos duradero, y mantienen una circulación del virus más baja», agrega.
Así, este experto incide en que en China al no contar con esa inmunidad natural, sumado a que sus vacunas basadas en virus atenuado «parece que no confieren tanta protección» ha favorecido ese aumento de los casos de infección por SARS-CoV-2.
También apunta que han ido cambiando las variantes del virus, y por ejemplo ahora, las más abundantes son la Ómicron y la silenciosa, «altamente contagiosas, más que las originales», y donde hemos ido adquiriendo una inmunidad entre variantes que protege, mientras que allí al no haber estado expuestos no cuentan con ella.
En Hong Kong dice que la gente se confió con la política cero y no se llegó a vacunar, y hace un mes y medio empezó a aumentar mucho mortalidad en las personas mayores que no estaban protegidas en este sentido.
Sobre si debemos permanecer vigilantes porque esto podría llegarnos o sucedernos a nosotros, como así pasó con el inicio de la pandemia, el profesor Bautista no descarta la aparición de nuevas variantes que puedan afectarnos, como ha sucedido en estos dos últimos años.
Ahora bien, defiende que debemos tratar de hacer una vida relativamente normal pero concienciando a la población de cómo se transmite este virus, sabiendo que cuanto más circule más peligroso es. «Se siguen produciendo muertes en España y nos estamos olvidando de que la pandemia, aunque aceptamos las consecuencias, no ha dejado de pasar y se está manteniendo en los 400-500 casos de contagios por cada 100 mil habitantes», afirma el experto de la Universidad Complutense de Madrid.
A su juicio, debemos tener precaución y mantener la mascarilla en sitios cerrados, y en abierto cuando estén muy concurridos: «Debemos seguir teniendo consciencia de que hay que mantener las precauciones aunque convivamos con él, sobre todo si convivimos con personas vulnerables, como mayores con enfermedades o inmunodeprimidos».
TAMBIÉN SUCEDE EN AUSTRALIA O SINGAPUR
Mientras, la catedrática de Inmunología África González, expresidenta de la Sociedad Española de Epidemiología (SEI) coincide en que China optó por cerrar sus fronteras, algo que también hicieron Australia o Singapur, según advierte, y unos países donde está sucediendo lo mismo que en China con el paso de ómicron.
«Lo que se ha visto es que si esta medida de cerrar fronteras no va asociada con unas amplias tasas de vacunación en la población, y además no se emplea la vacuna correcta como ha sucedido en China, al final el virus no conoce fronteras y es muy difícil pararlo», remarca.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Inmunología, el doctor Marcos López Hoyos, indica que la información que se recibe de China, aunque no es completa, sí parece que en este país la vacunación no es tan masiva como lo ha sido en Europa.
Destaca igualmente que esta oleada masiva de casos chinos puede estar debida al tipo de vacuna que han empleado, «un pseudotipo de vacuna con virus inactivado, y con una respuesta no tan potente como la que ofrece la vacuna europea», de forma que esta inyección les ha protegido menos.
En su opinión, también habría que sumarle a esto la circulación de Ómicron y de la variante silente, que nosotros ya hemos pasado, y que son tremendamente contagiosas. «China está así por un fallo en la campaña vacunal, no hay tantas personas vacunadas; Ómicron no les estaba entrando por las medidas restrictivas y al entrar la variante ya tienen problemas, como sucedió aquí en Navidades», sostiene el inmunólogo.