A raíz de la pandemia, muchas empresas incorporaron el home office, por lo que las líneas entre el tiempo en el hogar y de trabajo se desdibujaron. Ante esto, el estrés laboral se ha convertido en un problema que se puede atender con algunas recomendaciones. Aquí lo que dice un experto.
Madrid, 11 de abril (Europa Press).- Expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) han alertado del aumento del estrés laboral desde los inicios de la pandemia en marzo de 2020, y para hacer frente a esta situación han recomendado buscar espacios para cubrir necesidades no laborales (alimentación, sueño, ocio), a la vez que precisan que se deben poner límites y tener una mejor planificación.
En concreto, el profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, Enrique Baleriola, insiste en aprender a pensar qué se puede hacer en un mismo día y qué asuntos laborales se pueden posponer para otros días. «Debemos aprender a pensar ‘esto no puedo hacerlo, lo dejo para mañana’ y decir ‘no’ porque ahora es nuestro tiempo. Si no llegamos, volvemos a planificar entendiendo que quizá hemos sobreestimado el tiempo que teníamos o los objetivos, además de pedir ayuda si la creemos necesaria, porque hay un límite que no podemos sobrepasar», ha explicado.
Asimismo, ha detallado que existe una relación muy directa entre lo que se llama el P-E-C, que es la relación entre lo que se piensa (pensamiento), lo que se siente (emoción) y lo que luego se hace (conducta). «Por lo tanto, lo primero es averiguar qué pensamiento estoy teniendo sobre mí, si me estoy maltratando, pensando que soy un desastre o que no doy para todo. Son pensamientos que nos dañan muchísimo y además, no se corresponden con la realidad. Quizás hoy no he terminado todo lo que tenía que hacer, pero eso no quiere decir que no lo vaya a terminar nunca», ha expuesto.
Además, para las personas que teletrabajan, el experto remarca la importancia de diferenciar espacios para «sentir cuándo es momento de teletrabajar y cuándo no»; fijar rutinas y horarios como si se estuviese en la oficina; y establecer una buena planificación de la jornada laboral.
Entre las señales de aviso de estrés, Baleriola ha destacado que están las señales físicas y psicológicas. La primera de estas tiene como principal factor el agotamiento o presión en el pecho, incluso palpitaciones. «Los problemas para dormir y relajarnos durante la noche o durante nuestro tiempo libre también son indicadores de estrés laboral», ha apuntado.
En cuanto al ámbito psicológico, contempla los cambios de humor que anteriormente no eran normales , el hecho de despertarse y sentir que no se ha descansado, posponer o evitar enfrentarse a las tareas más sencillas del trabajo, o comenzar la jornada laboral deseando que termine y pase rápido.