Las autoridades de Defensa rusas aseguran que sus unidades abandonaron Bucha en su totalidad el pasado 30 de marzo, hecho que habría sido comprobado por el Alcalde de la ciudad ucraniana.

MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS).- El Ministerio de Defensa ruso ha desmentido este domingo que sus fuerzas hayan cometido crímenes de guerra durante su ocupación de la ciudad de Bucha, cerca de la capital, Kiev, y convertida ahora en el escenario de una posible investigación internacional tras la aparición de imágenes que muestran a civiles ejecutados en sus calles.

En un comunicado recogido por TASS, el Ministerio asegura que, durante el tiempo que Bucha estuvo bajo el control de las Fuerzas Armadas Rusas, «ni un solo residente local sufrió acciones violentas» mientras «fuerzas ucranianas bombardeaban la ciudad las 24 horas del día con artillería de gran calibre, tanques y sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes».

El Ministerio asegura que «todas las unidades rusas abandonaron por completo Bucha el 30 de marzo» y recuerda que, un día después de la retirada, el Alcalde de Bucha «confirmó que no había militares rusos en la ciudad sin mencionar nunca la existencia de residentes acribillados en las calles».

Un casco agujereado, en el interior de la cabina de un camión militar ruso destruido durante los combates entre las fuerzas rusas y ucranianas. Foto: Vadim Ghirda, AP

Durante el tiempo que Rusia ocupó la ciudad, sus fuerzas ofrecieron a todos los residentes locales «la oportunidad de abandonar libremente la localidad en dirección al norte, incluso a la República de Bielorrusia», mientras «se movían libremente por la ciudad y usaban comunicaciones celulares».

El Ministerio asegura al respecto de las imágenes que «todas las fotos y secuencias de vídeos» sobre la existencia de cadáveres en la ciudad no son más que una «puesta en escena del régimen de Kiev para los medios occidentales como lo fue en su momento un hospital de maternidad en Mariúpol», y que todas estas «pruebas de delitos» han aparecido días después, con la llegada a la ciudad de la prensa.

En un mensaje posterior recogido por Bloomberg, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha ratificado la versión del Ejército ruso sobre la veracidad de las imágenes. «Está claro a simple vista que hay muchas falsificaciones y tomas escenificadas», ha manifestado.

Estas declaraciones rebaten las acusaciones formuladas por el Gobierno ucraniano, comenzando por el ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba, quien ha estimado que «cientos» de personas han sido «masacradas» tanto en la ciudad como en otras zonas aledañas a Kiev de las que el Ejército ruso se ha retirado para centrar su ofensiva en el este del país.

Después de Kuleba, la Unión Europea, Estados Unidos y sus aliados han condenado al unísono lo que han descrito como un «crimen de guerra» y solicitado una investigación del Tribunal Penal Internacional o de la Corte Internacional de Justicia.

«Consternado por las espantosas imágenes de las atrocidades cometidas por el Ejército ruso en la región liberada de Kiev», ha hecho saber el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en un mensaje en Twitter, acompañado de la etiqueta «Masacre en Bucha».

Michel ha prometido al Gobierno ucraniano y a las ONG el comienzo de una «recopilación de las pruebas necesarias para perseguir el caso en los tribunales internacionales» antes de prometer que «ya están en camino nuevas sanciones de la UE y más apoyo».

De momento, el ministro de Finanzas alemán y miembro clave de la coalición de Gobierno, Christian Lindner, ha anunciado que convocará este lunes a sus aliados europeos para discutir un endurecimiento de las sanciones contra Rusia tras denunciar «crímenes de guerra» cometidos por las tropas rusas en las zonas próximas a Kiev, de las que se han retirado en las últimas horas, empezando por Bucha.