México

De acuerdo Ricardo Torres Jardón, académico del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la aplicación de programas como el doble Hoy No Circula, creado por las autoridades capitalinas no atienden desde la raíz el problema de la contaminación en la Zona Metropolitana del Valle de México, pues están enfocadas para resolver problemas de circulación y no en terminar con las fuentes emisoras de polución.

Ciudad de México, 3 de abril (SinEmbargo).- A diario, los habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México respiran aire con altos niveles de contaminantes como monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y óxido nítrico, producidos por la quema de combustibles fósiles, el uso de artículos de limpieza y las actividades del sector industrial.

De acuerdo con datos de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), los sectores residencial, comercial y de servicios, generan en conjunto el 54 por ciento de los compuestos orgánicos volátiles (COV) de la Zona Metropolitana del Valle de México. Se originan principalmente por las fugas y la combustión incompleta de gas LP en estufas y calentadores, así como por el uso de productos domésticos (pinturas, perfumes, plaguicidas, productos de cuidado personal, entre otros).

En tanto, los automóviles, autobuses y camionetas SUV en conjunto aportan el 48 por ciento de los óxidos de nitrógenos (NOx). En cuanto a los COV, los automóviles, camionetas SUV y los microbuses/midibuses, aportan en conjunto el 15 por ciento.

Finalmente, el sector industrial emite el 9 por ciento del total de los compuestos orgánicos volátiles de la Zona Metropolitana del Valle de México. La limpieza de superficies industriales y la industria de la impresión e industrias conexas son los mayores emisores de COV del sector industrial contribuyendo con el 66 por ciento de dichas emisiones. El 15 por ciento restante es originado por otros factores no especificados.

Las emisiones de dióxido de carbono son resultado principalmente de la quema de combustibles fósiles como el petróleo y el gas o de la producción de cemento, suponen unos dos tercios del calentamiento del planeta. Foto: AP

De acuerdo Ricardo Torres Jardón, académico del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la aplicación de programas como el doble Hoy No Circula, creado por las autoridades capitalinas no atienden desde la raíz el problema de la contaminación en la Zona Metropolitana del Valle de México, pues están enfocadas para resolver problemas de circulación y no en terminar con las fuentes emisoras de polución.

«Por una parte si consideramos que aplicar esto del doble no circula crea conciencia en la gente sobre el uso del automóvil, pero en general no está enfocada para controlar ozono, simplemente está enfocada para que haya mejor circulación, no haya embotellamientos y en teoría se pretende que con esto baje el ozono, pero no funciona la química así, la química de formación de ozono es muy compleja y resulta, por ejemplo, que ahora que fue el cierre por la pandemia de COVID los niveles de ozono no bajaron y es por eso, por lo complejo de la química atmosférica», aseguró en entrevista con SinEmbargo, el doctor en Ingeniería ambiental por la Universidad de Cincinnati .

Torres Jardón indicó que es común que cada año, durante la «temporada de ozono», periodo que comprende entre marzo y mayo, las autoridades capitalinas decreten contingencias ambientales. Según menciona SEDEMA una contingencia ambiental es cuando se presenta o se prevé con base en análisis objetivos o en el monitoreo de la contaminación ambiental, una concentración de contaminantes o un riesgo ecológico derivado de actividades humanas o fenómenos naturales que afectan la salud de la población o al ambiente.

México ocupa el duodécimo lugar mundial y el primero en América Latina en emisiones. Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro

El pasado 29 de marzo, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) activó la Fase 1 de la contingencia ambiental por ozono en la Zona Metropolitana del Valle de México debido a la influencia de un sistema de alta presión, el cual se fortaleció durante el día, incrementando la estabilidad atmosférica, la presencia de viento débil y la incidencia de una intensa radiación solar que favoreció la formación de ozono combinado con el transporte de los contaminantes hacia la zona suroeste del Valle de México. Finalmente, un día más tarde la CAMe gracias a un incremento en la velocidad del viento de manera progresiva y mayor ventilación.

El Doctor Ricardo Torres recalcó que limitar la circulación de vehículos en el Valle de México no es el camino correcto a elegir para tratar el problema de la contaminación del aire, pues existen otros factores que provocan que estas medidas sea obsoletas.

«La principal fuente que produce emisiones de precursores de ozono son los camiones de diesel, sobre todo los que circulan en el Valle de México y las evaporaciones que tenemos de gasolinas, solventes que esas están en todos lados, no hay un control directo en ese tipo de emisiones, por eso cuando hay contingencia y aplican el doble hoy no circula a veces no funciona porque no es por ahí, los automóviles sí contribuyen, pero no en la manera como lo hacen las otras fuentes, el problema está en que se nos combina con una cuestión de meteorología de gran escala en casi todo el país que taponea al Valle de México y evita que los contaminantes se salgan entonces se acumulan».

Vista del velo de contaminación presente en la Ciudad de México. Foto: EFE

CONDICIONES PROPICIAS

La Zona Metropolitana del Valle de México es el centro económico, financiero, político y cultural del país, comprende las 16 alcaldías de la Ciudad de México, 59 municipios del Estado de México y el municipio de Tizayuca, en el estado de Hidalgo. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es la tercera zona metropolitana más grande del organismo y la más grande del mundo fuera de Asia. Según el Censo de población 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 21 millones 804 mil 515 personas habitan este espacio.

Según explica la Comisión Ambiental de la Megalópolis, la industrialización, el crecimiento poblacional, los procesos de urbanización y la densificación de las ciudades son factores que reúnen a una gran cantidad de personas en áreas relativamente pequeñas contribuyen a la contaminación de origen antropogénico (relacionada con el uso y generación de energía, el transporte, actividades industriales, el uso de productos químicos, actividades agropecuarias y la disposición de residuos).

Altos índices de contaminación en la Ciudad de México. Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro

El Doctor Torres Jardón aseguró que la situación se complica para la Ciudad de México debido a que cuenta con todas las condiciones necesarias para generar contingencias ambientales.

«Desafortunadamente en la Ciudad de México tenemos las condiciones propias como para que se den estas reacciones, sobre todo en este periodo entre marzo y mayo que es la temporada de más cielos despejados, mayor temperatura, de mayor radiación incluso es cuando empiezan las famosas quemas, que la gente hace a propósito. Todo lo que generan esas quemas llegan a la Ciudad, se mezclan con las emisiones de la ciudad que la principal fuente son los vehículos automotores y las evaporaciones de gasolinas, solventes de muchos compuestos orgánicos y da como consecuencia que tengamos esta situación de contingencia».

El académico de la UNAM indicó que a estos problemas se le suma las millones de personas que habitan la capital del país, la gran cantidad de vehículos que circulan a diario y la orografía del Valle de México que no permite una ventilación natural.

«Hay que reconocer también que la cantidad de vehículos que circulan es muy grande y esa conglomeración de vehículos pues obviamente hace que tengamos más emisiones. Sí tiene que ver con el crecimiento poblacional, sí tiene que ver con la aglomeración de tanta gente en las poblaciones y desafortunadamente nuestra orografía no permite que tengamos una ventilación natural de todo lo que se emite».

Decenas de vehículos avanzan lentamente por calles de la Ciudad de México. Foto: Isaac Esquivel. Cuartoscuro

Finalmente, el académico del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM dijo que no es solo deber de las autoridades el velar por una buena calidad del aire en la capital, sino se trata de un trabajo conjunto con los ciudadanos.

«Hay que estar conscientes que contribuimos todos en la emisión de contaminantes, en la emisión de precursores de ozono y la única medida para que se minimice esto es con el uso racional de los recursos energéticos que tenemos. En la cuestión de las medidas que están fuera de nuestro alcance, pues hay que presionar como sociedad, comentar y hacer conciencia de que se necesitan mejores medidas de control y que todos deben entrarle, no nadamos la pura ciudadanía, sino todos los órganos de gobierno que tiene que ver con esto pero en forma bien pensada y racional».

Ricardo Torres Jardón mencionó que acciones como el llevar a verificar nuestros vehículos, ahorrar tiempo en la regadera y ahorrar gas al momento de cocinar contribuyen de gran manera a reducir las posibilidades de que se declaren contingencias ambientales.

«La medida que siempre hemos sugerido es usar lo menos que se pueda el automóvil más que cuando sea necesario, cuando en la casa utilizamos gas para cocinar o para bañarnos pues no hay que ponerse a cantar en el baño para no gastar más en el calentamiento del agua y el instalar calentadores solares, que es una medida que mucha gente no tiene idea de cuánto se ahorra en uso de combustible y emisiones de contaminantes y lo más importante es que eso ayuda a minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero que tienen que ver con cambio climático, eso es algo que sí podemos aplicar».

Alfonso López Dávila

Escribo sobre temas de interés social, salud, política y deportes. Apasionado del futbol, el cine de superhéroes, la ciencia ficción y las películas de Rocky.

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