El Programa Mundial de Alimentos de la ONU alertó que la única forma de volver a abastecer a la población de Mariúpol es a través de la ayuda humanitaria, la cual es imposible por la falta de accesibilidad al lugar.

Ginebra, 18 mar (EFE).- Las reservas de agua y comida de los habitantes de Mariúpol, ciudad del sureste de Ucrania sitiada por las tropas rusas hace dos semanas, se están acabando y prácticamente no se ha permitido la entrada de ayuda humanitaria en este tiempo, alertó hoy el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

«La única manera de asistir a Mariúpol es a través de convoyes humanitarios, que por ahora no han logrado entrar», señaló el coordinador de emergencias para Ucrania del PMA Jakob Kern, en videoconferencia desde Cracovia (Polonia).

Otras ciudades parcialmente cercadas como Járkov, Kiev, Odesa o Sumy sí están pudiendo recibir ayuda del programa de Naciones Unidas, que ha movilizado suministros para alimentar a tres millones de personas durante un mes, destacó el responsable del PMA en rueda de prensa.

Imagen facilitada por la Administración regional de Donetsk del estado en el que ha quedado el teatro de Mariupol alcanzado ayer por un bombardeo ruso. Foto: Donetsk Regional Civil-Military vía EFE/EPA

El organismo humanitario ya ha conseguido enviar a diferentes zonas de Ucrania 12.000 toneladas de esta ayuda, y otras ocho mil toneladas están esperando en países cercanos a poder acceder a ese país.

Kern expresó también la preocupación del PMA por el impacto que la guerra puede tener en la seguridad alimentaria global, dado que Rusia y Ucrania son grandes productores y exportadores especialmente de cereales y el conflicto entre ambos ha disparado los precios mundiales de los alimentos a cifras récord.

«Las consecuencias del conflicto están extendiéndose y van a causar una ola colateral de hambre en el planeta», advirtió el responsable del PMA.

Rusia y Ucrania concentran casi el 30 por ciento del comercio mundial de trigo, cereal base de la alimentación de muchos países y que desde el inicio de la guerra ha aumentado su precio en el mercado global un 24 por ciento.

Ucrania es el cuarto mayor productor mundial de este cereal y también está entre los tres primeros en maíz, cebada y aceite de girasol, de acuerdo con el PMA.

Kern señaló que las regiones cuya seguridad alimentaria es más vulnerable a la actual guerra son África y Oriente Medio, donde un país como Líbano, por ejemplo, importaba el 60 por ciento de su trigo de Ucrania.