Aunque se trata de un problema general en Florida, lo peor se vive en Miami, que superó en octubre de 2021 a Los Ángeles y este mes de febrero a Nueva York como la ciudad más cara del país en relación con los ingresos, según un estudio a las 100 urbes más pobladas que realiza el portal inmobiliario RealtyHop.

Miami, 19 feb (EFE).- Los salarios ya no alcanzan para pagar la vivienda en Miami, que se ha convertido en el mercado inmobiliario menos accesible de Estados Unidos, peor incluso que Nueva York. Para ser propietario hay que destinar el 78.7 por ciento de los ingresos a ese fin y con los alquileres por las nubes, los desalojos no cesan.

Pero esta situación va más allá de Miami y afecta a buena parte de los floridanos que quieren comprar o rentar una vivienda.

Tanto es así, que esta semana vecinos protestaron de nuevo frente a la Alcaldía de St. Petersburg para pedir que se declare el estado de emergencia habitacional ante la escalada de los precios en esta ciudad de la costa del Golfo de México.

Un claro ejemplo de la situación que se vive en Florida es el de Nicolás Avedano. Este informático hace casi dos años tuvo que regresar a casa de sus padres porque no encontraba nada que se ajustara a su presupuesto en Miami.

Aunque reconoce que fue «difícil» tomar la decisión de volver, dados sus 38 años, es sabedor que hay mucha gente no tiene esa posibilidad y se «quedan en la calle o en casa de amigos, en un sillón o algo», según explicó a Efe.

Desde entonces, cada día mira a ver si, por suerte, bajan los precios, pero estos «suben y suben cada día más», mientras que los salarios no alcanzan. «No hay una vuelta para salir de esto», lamentó.

MIAMI, LA CIUDAD MÁS CARA

Aunque se trata de un problema general en Florida, lo peor se vive en Miami, que superó en octubre de 2021 a Los Ángeles y este mes de febrero a Nueva York como la ciudad más cara del país en relación con los ingresos, según un estudio a las 100 urbes más pobladas que realiza el portal inmobiliario RealtyHop.

La pandemia del coronavirus provocó que miles de personas de estados del noroeste se mudaran a Florida debido a su mejor clima y sus menores cargas impositivas, a lo que hay que sumar el continuo arribo de inversores extranjeros.

La llegada de estas personas con mayor capacidad adquisitiva hizo que los precios se disparasen, mientras que los salarios se han quedado atrás.

Si el valor medio de la vivienda en Miami es, según RealtyHop, de 589 mil dólares, el ingreso promedio de cada hogar se queda en los 39 mil dólares, según las últimas cifras de la Oficina del Censo.

Fotografía de una casa con un cartel de «Se vende», el 18 de febrero de 2022 en un barrio de Miami, Florida. Foto: Álvaro Blanco, EFE.

Y en la renta la situación es igual o peor. En 2021, cinco de las diez ciudades estadounidenses donde más subieron los alquileres de vivienda fueron de Florida, según un reporte del portal inmobiliario Zumper.

Miami y Tampa, con un aumento del 38 por ciento, lideraron esta lista en la que figuran además Orlando (32 por ciento), Jacksonville (27 por ciento) y St. Petersburg (24 por ciento), mientras que la media nacional fue del 11.6 por ciento.

Esto ha situado a Miami como la quinta ciudad más cara para alquilar del país, con 2 mil 280 dólares de media al mes, en esta lista encabezada por Nueva York (3 mil 190) y San Francisco (2 mil 590), donde, sin embargo, los ingresos medios de cada hogar son muy superiores, de 63 mil y 112 mil dólares, respectivamente.

DESALOJOS

Ciudades vecinas a Miami, como Hialeah, cuya población es 95 por ciento latina, también sufren el problema.

El Alcalde de Hialeah, Esteban Bovo, tuvo que salir en ayuda de los residentes con un plan, financiado con fondos federales, de ayudas para pagar las rentas durante unos pocos meses.

La polémica se desató después de que en diciembre pasado a los inquilinos de un edificio de 20 apartamentos de la ciudad se les notificara que sus rentas subirían de mil 50 hasta mil 650 dólares; quien no pudiera afrontarlo, debería abandonar las propiedades en cuestión de días.

Una de las afectadas, la cubana Judet Pérez, explicó a Efe que están «desesperados» porque no encuentran a dónde ir y tienen ya una orden de desalojo, que han frenado temporalmente por medio de una acción legal.

Pérez denunció que los inquilinos que han accedido a aceptar la nueva cifra se ven ahora con que la empresa propietaria les ha subido la renta de nuevo, hasta mil 800 dólares.

Lizzie Suárez, portavoz del grupo de activistas Miami Workers Center, que ayuda a personas que enfrentan el desalojo de sus viviendas, explicó a Efe que la situación está «empeorando» en el sur de Florida, especialmente desde que grandes compañías están comprando edificios de apartamentos y suben las rentas a «precios ridículos».

Suárez indicó que desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020 se han registrado en la corte local cerca de 22 mil procesos de desalojo.

Para intentar aliviar algo la situación, ciudades del condado de Miami-Dade han aprobado recientemente o están debatiendo medidas que amplían a 60 días el tiempo de preaviso de subida de las rentas para que así los inquilinos tengan margen de buscar alternativas. El problema es que apenas hay o son demasiado caras.