Datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) apuntan a una alta tasa de mortalidad en Latinoamérica por el coronavirus, con 253 fallecimientos por cada 100 mil habitantes, mientras que el promedio mundial es de 76.
Redacción América, 8 feb (EFE).– La mayoría de países de América sigue registrando cifras altas de contagios de COVID-19 debido a la variante Ómicron y, aunque el aumento de infecciones ha ido cediendo en naciones como Bolivia, la región se mantiene en alerta por el alza de casos graves y de muertes.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el continente americano, con cerca de 140 millones de contagios, ya no es la región del mundo con mayor número de infecciones, pues ha sido superada por Europa, que acumula 155.5 millones de casos confirmados.
Sin embargo, en cuanto a muertes, América mantiene los peores registros a nivel global: de los 5.7 millones de muertes por COVID en el planeta, alrededor del 44 por ciento de los decesos (2.53 millones) corresponden a este continente.
LATINOAMÉRICA: 59.2 MILLONES DE CASOS Y 1.59 MILLONES DE MUERTOS
En tanto, Latinoamérica, que llegó a ser un gran foco de la pandemia, suma ahora el 15 por ciento de los contagios globales y un 42 por ciento de los continentales, con 59.2 millones de casos.
Los países latinoamericanos con más contagios siguen siendo Brasil, tercero en el mundo, con unos 26.5 millones de casos; Argentina (8.5 millones); Colombia (5.9 millones) y México (5.1 millones).
Respecto a los fallecimientos, el 62 por ciento de todo el continente (1.59 millones) se ha registrado en Latinoamérica.
BRASIL, CHILE Y EU, EN ALERTA POR ÓMICRON
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en la última semana, marcada nuevamente por la variante Ómicron, la mayor parte de los nuevos casos «se registraron en América del Norte, pero el aumento continúa en América Central y del Sur y las muertes aumentaron casi un tercio en todas las subregiones».
Uno de los países que ha mostrado un mayor repunte en los últimos días es Brasil, donde el Ministro de Salud, Marcelo Queiroga, admitió este lunes que la situación generada por Ómicron «es de alerta» por el aumento del número de casos y muertes, y la «presión» que eso ejerce sobre el sistema sanitario.
Según los datos oficiales, en los últimos siete días el número de casos acumulados superó los 1.2 millones, para llevar el total a 26.5 millones, mientras que el de decesos asciende a 632 mil 193.
Queiroga subrayó que el número de muertes en los últimos días «no ha sido proporcionalmente tan grande con relación a la cantidad de casos», aunque el aumento ha sido importante y el pasado sábado Brasil sumó mil 308 fallecimientos, una cifra diaria que no se observaba desde el 29 de julio del año pasado.
En tanto, Estados Unidos, el país más golpeado por la pandemia en el mundo, superó ya los 78 millones de contagios y las 926 mil muertes confirmadas por la COVID-19, cifras que llegan tras el auge de contagios por la variante Ómicron.
Aunque los contagios de la COVID-19 en Estados Unidos han bajado durante las últimas semanas, los casos siguen altos con respecto a otros momentos de la pandemia. Y la tendencia actual en las muertes es al alza: el promedio semanal es de dos mil 400, el doble que a mediados de diciembre.
En cuanto a Chile, este país superó ayer las 40 mil muertes por la COVID-19, un umbral que alcanza en plena escalada de la variante Ómicron y cuando acaba de empezar la vacunación masiva de la cuarta dosis.
El país, que acumula en la pandemia 40 mil 060 fallecimientos y 2.4 millones de infectados, llevaba con la pandemia bajo control prácticamente desde agosto pasado, pero la contagiosa variante provocó en enero una escalada de casos hasta niveles nunca vistos.
LA DESESCALADA EN BOLIVIA
Pese a las altas cifras de casos comparadas con otros momentos de la pandemia, la OPS ha detectado que el alza de las infecciones se está desacelerando en los sitios afectados más tempranamente por la variante Ómicron, que es mucho más contagiosa, aunque parece generar cuadros menos graves de la enfermedad.
De hecho, Bolivia informó este lunes de un 46 por ciento de disminución en los contagios de COVID-19 respecto a la semana epidemiológica anterior y confirmó que el país se encuentra en una «desescalada» de casos de la cuarta ola de la pandemia.
El Ministro de Salud, Jeyson Auza, resaltó que esta ya es la tercera semana consecutiva que reporta una disminución de casos por lo que se ingresó a una desescalada, pero que aún se deben mantener todas las medidas de bioseguridad.
Bolivia, que acumula 872 mil 811 casos de COVID-19 y 21 mil 150 decesos desde marzo de 2020, registra desde finales de octubre pasado su cuarta ola de la pandemia, que tuvo su pico más alto entre las últimas semanas de diciembre e inicios de enero, cuando los contagios diarios llegaron a superar los 14 mil.