Loca por la vida es un recordatorio al goce de vivir a pesar de las duras circunstancias y obstáculos con lo que nos encontremos. El filme se convierte en un relato dulce y luminoso que no busca dar una cátedra de optimismo.
Ciudad de México, 7 de febrero (SinEmbargo).– My French Film Festival sigue de pie con su catálogo de cintas gratuitas hasta el próximo 14 de febrero, una de las joyas que son imperdibles dentro de esta selección es Loca por la vida (Une vie démente), dirigida por Ann Sirot y Raphaël Balboni, y que aborda el trastorno de la demencia semántica sin terminar por ser una película triste.
La cinta nos acerca a Alex (Jean Le Peltier) y Noémie (Lucie Debay) una joven pareja que desea convertirse en padres, pero todo se complica cuando Suzanne (Jo Deseure), la madre de Alex, comienza a comportarse de forma extraña. A partir de ahí ambos empiezan a lidiar con una madre enferma, pero que no está consciente de ello.
«El punto de partida es Suzanne, una mujer que tiene una enfermedad neurodegenerativa que se llama demencia semántica. Su particularidad es que el enfermo no registra su estado, todo el mundo es consciente menos la protagonista. Queríamos utilizar un tono conciso, era algo fundamental. Deseábamos abordar el tema de manera graciosa con un cierto desfase, en vez de recurrir a un tono dramático», recalca Raphaël Balboni entrevista con la organización Unifrance.
Y sí, sin minimizar la importancia de la enfermedad, Loca por la vida muestra las diferentes formas en las que podemos hacer frente a las circunstancias complicadas que se nos presentan en la vida, en este caso enfrentar la enfermedad de un ser querido. Esto a través de momentos de drama y de humor.
«Es duro, pero también tiene aspectos dinámicos, vivos y festivos, por eso quisimos llevar todo eso a la ficción», recuerda la directora Ann Sirot.
Suzanne trabaja en una galería de arte, su vida entera ha estado llena de artes, de crearlo y de pasar tiempos con artistas. El orden de su vida se interrumpe cuando comienza a gastar absurdamente su dinero, olvidar pagar cuentas, no poder recordar el nombre de algunos objetos.
«El uso del arte en la cinta tiene que ver con nuestros padres que trabajaban en este sector artístico, nos parecía interesante porque el interés artístico de Suzanne no decae nunca, era algo interesante un espacio de guía para su personaje, para entender la enfermedad, ella sigue aferrándose al arte. Nos parecía interesante incluso en la ficción, mostrándonos lo que había conocido en la vida», señala Raphaël.
«Era fundamental que tuviera una verdadera pasión, es algo que la enfermedad nunca alcanzará, la enfermedad atacará la capacidad intelectual, le quitará palabras y demás cosas, pero nunca podrá privarla de su forma de captar la vida, su pasión por el arte y la belleza. Son raíces de su personalidad, nos gustaba la idea que fuera algo invencible.
Alex y Noémie buscan alternativas para ayudar a Suzanne, contratan a un enfermero y dividen sus actividades diarias a la par que se preguntan: ¿Será buen momento de traer criar a un bebé cuando alguien requiere la misma atención y cuidados?
La directora belga y el cineasta francés han trabajado juntos desde 2007, escribiendo y dirigiendo sus películas, en esta cinta el motivo por desarrollarla fue una cuestión muy personal, el padre de uno de ellos vivió la enfermedad y decidieron que era buena idea plasmar un poco de su experiencia en la cine.
Loca por la vida es un recordatorio al goce de vivir a pesar de las duras circunstancias y obstáculos con lo que nos encontremos. El filme se convierte en un relato dulce y luminoso que no busca dar una cátedra optimista sino más bien de aceptar los cambios y tratar de sobrellevarlos con la mejor cara.
Las actuaciones son los pilares del filme, la actriz belga Jo Deseure, que sólo ha hecho algunas incursiones en cintas y ha dedicado su vida al teatro, fue la única elección desde un inicio de los cineastas.
La película que estrenó en 2020 recurre a colores y estéticos cuadros que ayudan al espectador a captar mejor las transiciones de los personajes y se vuelven focos importantes en donde se revelan sentimientos.