Los disturbios en Kazajistán emergieron a partir de una protesta en los precios del gas licuado, fundamental para los desplazamientos en coche por el país.
Madrid, 8 de enero (EuropaPress/AP).- Al menos 40 personas han muerto y más de 4 mil 400 han sido detenidas desde el comienzo de las protestas contra las autoridades de Kazajistán, según un nuevo balance del Ministerio del Interior.
De acuerdo con las estimaciones, recogidas por el diario Vlast, entre los detenidos hay 11 instigadores de los disturbios en el país, que el Gobierno ha achacado a la intervención de «terroristas» bajo influencia extranjera.
Entre los fallecidos se encontrarían miembros de las fuerzas de seguridad, según apunta la agencia DPA, así como un niño de 11 años tras sucumbir a la herida de bala en la cabeza que recibió el miércoles, de origen no confirmado.
Un policía fue encontrado decapitado durante los disturbios, los cuales representan un desafío cada vez mayor al Gobierno autoritario en la antigua república soviética.
A pesar de la dura respuesta de las autoridades, los manifestantes salieron nuevamente el jueves a las calles de la ciudad más grande del país, Almaty, un día después de irrumpir en la residencia presidencial y en la oficina del alcalde de la localidad.
Las manifestaciones comenzaron en las ciudades de Zhanaozen y Aktau, antes de extenderse por todo el país, en particular por el núcleo financiero de Almaty, ahora mismo bajo estado de emergencia.
La policía desplegó enormes operativos, incluyendo en la capital Nursultán, donde no se reportaron disturbios. Además, una coalición militar encabezada por Rusia enviará fuerzas de pacificación hacia la nación centroasiática.
Un video de la agencia noticiosa rusa Tass muestra a policías disparando en una calle cercana a la Plaza de la República, donde los manifestantes se habían concentrado, pero no se ven en el video. La tarde del jueves, Tass reportó que los inconformes fueron dispersados de la plaza, aunque los tiroteos esporádicos continuaron.
Previamente, el servicio noticioso ruso Sputnik reportó disparos mientras la policía rodeaba a un grupo de unos 200 manifestantes en esa misma ciudad.
En los disturbios del miércoles, “decenas de atacantes fueron liquidados”, dijo la portavoz de la policía, Saltanat Azirbek, en declaraciones al canal noticioso estatal Khabar-24.
Decenas de miles de personas, algunas de las cuales llevaban toletes y escudos, han salido a las calles en los últimos días en las protestas más intensas que se han registrado en el país desde que se independizó de la Unión Soviética hace tres décadas.
Las protestas comenzaron debido a un alza de casi el 100 por ciento en los precios de un combustible automotriz, pero parecían reflejar un descontento generalizado en el país, el cual ha estado bajo el Gobierno del mismo partido desde su independencia.
En una concesión, el Gobierno anunció el jueves un límite al precio del combustible automotriz durante 180 días y una moratoria a los incrementos de precios de servicios públicos. De momento se desconoce el efecto que tendrán estas medidas.
El Presidente Kassym-Jomart Tokayev ha titubeado entre intentar calmar las protestas y prometer una dura respuesta para poner fin a las manifestaciones, las cuales atribuyó a “grupos terroristas”.
Las interrupciones severas a los servicios de Internet y telefonía celular dificultaron, y por momentos imposibilitaron, que las noticias de lo que sucedía dentro de Kazajistán salieran del país. Los aeropuertos en Almaty y otra ciudad cesaron operaciones.
Las preocupaciones de una mayor represión en el futuro cercano aumentaron después de que Tokayev pidió ayuda a una alianza militar encabezada por Rusia.
La alianza, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), incluye a las exrepúblicas soviéticas de Kazajistán, Bielorrusia, Armenia, Tayikistán y Kirguistán. Esta sería su primera operación militar, lo que indica que a los vecinos de Kazajistán, a Rusia en particular, les preocupa que el descontento se extienda.