Como en la pasada temporada, el principal apoyo de Emily seguirá siendo Mindy con la que ahora no solo comparte confidencias, sino que serán compañeras de piso.
Por Silvia García Herráez
Madrid, 21 de diciembre (EFE).- El romanticismo de París, la magia que corre por sus rincones, así como la belleza e importancia de su moda vuelven a ser los protagonistas de la segunda temporada de Emily in Paris (Netflix), que según asegura la intérprete Lily Collins a EFE tendrá “más diversidad, más comedia y mucho más glamour” que su predecesora.
A diferencia de la primera temporada en la que Emily Cooper (Collins) recién llegada a la capital gala, una ciudad de costumbres muy diferentes a las estadounidenses, y sin saber nada de francés, se siente como un pez fuera del agua, en esta segunda -que llega mañana a la plataforma- se mete más en las costumbres parisinas y experimenta más con la gente.
“Me siento mucho más cómoda en esta temporada. Hablo más francés me desenvuelvo más, exploro a fondo la ciudad y eso hace que mi círculo de amigos crezca y me ayude a desenvolverme mejor en el trabajo. Todo esto también hará que se produzcan más situaciones cómicas, porque tampoco dejará de meter la pata”, ríe Collins en la entrevista.
Una vez asentada en la ciudad, esta segunda temporada mostrará como Emily, después de verse envuelta en un triángulo amoroso con su vecino y chef Gabriel (Lucas Bravo) y su primera amiga francesa, Camille (Camille Razat), está decidida a centrarse en su trabajo, la agencia de marketing Savoir, y en ganarse la confianza y el respeto de su jefa Sylvie (Philippine Leroy-Beaulieu).
“La relación con Sylvie mejorará definitivamente. Ya se conocen mejor, ella ya sabe como trabaja Emily, obviamente habrá momentos en los que tenga que ser dura y ponerse seria, al fin y al cabo, es su jefa, pero hay más aprecio, respeto y confianza que lo que vimos en la primera temporada. (…) Lo que más me ha gustado de esta segunda parte es jugar esa dualidad de personalidades con el personaje de Philippine”, confiesa la actriz.
Mientras monta campañas de marketing, Emily lo compagina con seguir yendo a clases de francés. Allí, el personaje de Collins conoce a un compañero británico expatriado, Alfie (Lucien Laviscount), que la enfurece e intriga a la vez. Éste hará que su vida amorosa vuelva a tambalearse.
“Ambos son muy testarudos y cabezotas cuando se conocen, tienen una perspectiva diferente de lo que es París y de lo que es la vida. Sin embargo, conforme van cogiendo confianza su relación va a mejor y es hermoso la manera en la que se desenvuelven juntos”, apunta Laviscount. Por su parte, Collins avanza que la dinámica y la manera en la que coquetean será “el punto fuerte de la comedia”.
Como en la pasada temporada, el principal apoyo de Emily seguirá siendo Mindy (Ashley Park) con la que ahora no solo comparte confidencias, sino que serán compañeras de piso.
El personaje de Park gana peso en los nuevos capítulos haciendo alarde de voz, ya que ahora sí está dispuesta a triunfar en la música y junto a un peculiar grupo que no dejará indiferente a nadie. Ella funciona como brújula cuando Emily pierde el norte y lo hará en más de una ocasión.
“En esta nueva temporada la veremos perseguir esa pasión que ha amado desde hace tanto tiempo, por lo que explotará más su faceta como cantante. Asimismo, va a tratar de averiguar cuál es su camino y como conseguir una carrera profesional”, detalla Park.
Los protagonistas de la serie, creada por Darren Star (“Sexo en Nueva York” o “Younger”) y rodada entre la capital francesa y el valle del Loira, confiesan que les encantaría que hubiera una tercera temporada: “Creo que todavía hay que explorar más a los personajes, tienen unas tramas que dan mucho de sí, así que esperemos que haya más de dos temporadas”, declara Lucas Bravo entre risas.