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Adams, de 33 años, jugó para varios equipos en la NFL, incluyendo los 49ers de San Francisco y los Falcons de Atlanta tras brillar en la Universidad Estatal de Carolina del Sur.

Por Michelle Liu

Estados Unidos (AP).- Un autopsia reveló una grave daño cerebral en el lóbulo frontal del exjugador de la NFL que mató a tiros a cinco personas antes de suicidarse en abril, las autoridades informaron el martes.

«Los 20 años que Phillip Adams estuvo jugando futbol americano sin duda […] propiciaron el diagnóstico de encefalopatía traumática crónica de etapa 2″, dijo la doctora Ann McKee, quien examinó su cerebro.

Las autoridades señalaron que Adams mató al médico Robert Lesslie; su esposa, Barbara; dos de sus nietos, Adah Lesslie, de 9 años, y Noah Lesslie, de 5, el 7 de abril, en Rock Hill, Carolina del Sur. Las otras víctimas fueron dos empleados de ventilación que se encontraban trabajando en la residencia de los Lesslies, James Lewis y Robert Shook, ambos de 38 años. La policía encontró a Adams muerto, con un disparo en la cabeza.

ETC, como se le conoce a la enfermedad degenerativa cerebral, es un padecimiento atribuido a traumatismos repetidos en la cabeza y conmociones. Se ha demostrado que causa diversos síntomas, como arrebatos de ira y pérdida de memoria.

“Hay indicios de que tenía evidente problemas de comportamiento y cognitivos», dijo McKee. “No creo que fue algo repentino. Da la impresión que fue una discapacidad que se fue agravando. Era cada vez más paranoico, estaba teniendo más dificultades con su memoria y su conducta era cada vez más impulsiva.. Quizás no se pudo identificar, pero no fue algo que pasó de la nada”.

Phillip Adams está sentado en la banda durante un partido de la NFL. Foto: AP

McKee, directora de un centro especializado en la enfermedad en la Universidad de Boston, dijo que de los 24 jugadores de la NFL diagnosticados con ETC, tras morir entre los 20 y 30 años, la mayoría tenía la etapa 2, como Adams. La enfermedad tiene cuatro etapas, con la 4 como la más grave y a la que se le asocia con la demencia.

La segunda etapa está vinculada con anormalidades cognitivas y conductas, como agresión, reacciones impulsivas, depresión, paranoia, ansiedad, pobre función ejecutiva y pérdida de memoria, dijo McKee.

Pero el diagnóstico de ETC de Adams fue distinto a los de otros jóvenes jugadores porque fue “inusualmente más grave” en ambos lóbulos frontales, dijo la doctora.

McKee comparó el cerebro de Adams al de Aaron Hernández, el exastro de los Patriots de Nueva Inglaterra que, después de morir se le diagnosticó ETC. Hernández tenía 27 años cuando se ahorcó en la cárcel al purgar una cadena perpetua por un homicidio perpetrado en 2013.

Adams, de 32 años, jugó en 78 partidos de la NFL a lo largo de cinco temporadas con seis equipos distintos. Se unió a los 49ers de San Francisco en 2010, tras ser seleccionado en la séptima ronda del draft, procedente de South Carolina State.

Aunque rara vez fue titular, jugó también en Nueva Inglaterra, Seattle, Oakland y los Jets de Nueva York, antes de finalizar su carrera en 2015 con los Falcons de Atlanta.

Como novato, sufrió una lesión grave de tobillo y nunca volvió a vestir el uniforme de los 49ers.

Más tarde, con los Raiders, presentó dos conmociones cerebrales durante tres partidos en 2012.