México

El dirigente perredista Jesús Zambrano anunció este lunes que el convenio de colaboración política firmado hace unos meses entre el sol azteca y el Partido Humanista “trascendió las fronteras de lo electoral y ahora se incorpora de manera formal a nuestro partido”.

Ciudad de México, 14 de diciembre (SinEmbargo).– Con sus principales aliados —el PAN y el PRI— volcados en un cambio de estrategia política, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se ha fusionado con el Partido Humanista en lo que ha sido visto como un intento por sobrevivir en el futuro electoral inmediato.

“Ante la putrefacción del quehacer político inducido por el partido del gobierno, existe la necesidad de sumar esfuerzos y abrirnos a la sociedad. Hoy refrendamos nuestro compromiso de cerrar filas con el Partido Humanista para convertirnos en un @PRDMexico más fuerte”, escribió el lunes en Twitter, Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD.

El PRD es un partido que llegó a representar la principal fuerza de oposición y que actualmente se ha visto reducido a depender de los números que le dejó la alianza con los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), sus antiguos rivales y con los cuales ahora irá coaligado en al menos cuatro de los seis estados que renovarán sus gubernaturas en 2022.

Zambrano ha sido, precisamente, uno de los defensores de la alianza Va por México, la cual buscaba mantener hasta 2024, pese a que los resultados del pasado proceso electoral fueron mínimos: ​​el sol azteca perdió su registro en 16 entidades al no alcanzar el 3 por ciento de los votos y en siete de éstas no alcanzó ni el 1 por ciento de la votación.

Ahora se ha fusionado con un partido que en 2015 perdió su registro a nivel nacional y que en 2018 lo hizo en la Ciudad de México, al conseguir poco más de 46 mil votos (0.96 por ciento) en la elección de la Jefatura de Gobierno en la que contendió su candidato Marcos Rascón; 95 mil (1.99 por ciento) en las diputaciones locales, y 96 mil en las alcaldías (2 por ciento).

La unión entre estas fuerzas políticas se remonta al pasado proceso electoral de 2021, cuando la dirigencia perredista de la Ciudad de México, que encabeza Nora Arias, la exjefa delegacional de la Gustavo A. Madero —uno de los bastiones que Morena arrebató al perredismo en 2018— anunció en septiembre de ese año la adhesión de la agrupación política Ciudadanos en Transformación, como se denominó en ese entonces el Partido Humanista.

“Nuestro objetivo es uno: apoyar a la única opción de izquierda real, que es el PRD, privilegiando la postura Humanista de Ciudadanos en Transformación que, como Asociación Política Nacional (APN), tiene una postura progresista”, dijo en ese entonces, Luciano Jimeno Huanosta, presidente del Comité Ejecutivo Nacional de esa agrupación, que en el pasado proceso electoral buscó una Diputación federal por el IV Distrito de Iztapalapa, la cual perdió ante Gerardo Fernández Noroña.

Zambrano Grijalva precisó este lunes que el convenio de colaboración política firmado hace unos meses entre el sol azteca y el Partido Humanista “trascendió las fronteras de lo electoral y ahora se incorpora de manera formal a nuestro partido”.

“Hoy celebramos con entusiasmo y responsabilidad que el Partido Humanista se fusiona con el  @PRDMexico”, escribió.

VA POR MÉXICO, EL CAMBIO DE BRÚJULA

En una entrevista con la periodista de SinEmbargo, Daniela Barragán, Jesús Zambrano dijo en noviembre pasado que hay esperanza de que con alianza con el PRI y el PAN se eleven los números del PRD.

En la plática, el líder perredista descartó que esté en riesgo el registro, aunque admitió que el 4 por ciento obtenido en la pasada elección no los tiene satisfechos porque los pone sólo un punto porcentual arriba del mínimo.

En ese sentido, el dirigente perredista celebró este martes que la coalición Va por México haya refrendado el compromiso de ir juntos en Aguascalientes, Durango, Hidalgo y Tamaulipas, su principal apuesta para mantener el registro.

“En los estados donde iremos juntos integraremos gobiernos de coalición sobre la base de acuerdos. Impulsaremos en las  legislaturas que se incluyan la coaliciones de Gobierno”, escribió Zambrano.

La confirmación de que el bloque opositor seguirá en pie, al menos durante el proceso electoral del próximo año, se da en un contexto en el que tanto el PRI y PAN como el PRD han replanteado su estrategia política. 

Por una parte, el tricolor ha dicho que combatirá el neoliberalismo que implementó en el país desde el Gobierno de Miguel de la Madrid y se ha cargado hacia la izquierda. Por otro lado, el PAN ha establecido un diálogo directo con el Gobierno federal, una situación que no se presentó en el primer tramo del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.

En tanto el PRD se ha cargado hacia una postura de centro que busca romper “con la herencia del viejo nacionalismo revolucionario, así como con esa versión de izquierda radical”, según reconoció el propio Zambrano en el XVIII Congreso Nacional Ordinario del PRD realizado el pasado 5 de diciembre.

 “Hay que decirlo y dejarlo muy claro. En este Congreso estamos rompiendo con la herencia del viejo nacionalismo revolucionario, así como con esa versión de izquierda radical. El objetivo es construir un Estado Democrático y Social de Derecho, un Estado Democrático de Bienestar”, expresó el dirigente perredista en ese entonces.

Esta ruptura con el pasado se da precisamente en el peor momento del PRD, quien luego de la salida de sus fundadores y principales figuras como Cuauhtémoc Cárdenas o Andrés Manuel López Obrador, no ha vuelto a figurar en el papel que había logrado tener como principal exponente de la oposición.

Obed Rosas

Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM. Estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras.

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