Galileo

La investigación mostró la posible necesidad de aplicar una tercera dosis de las vacunas contra la COVID-19.

SYDNEY, 19 nov (Xinhua) — Una nueva investigación de la Universidad Australiana de Nueva Gales del Sur (UNSW, siglas en inglés) ha demostrado que se necesitaría una tercera dosis de «refuerzo» de la vacuna contra la COVID-19 para mantenerse bien protegido frente al virus.

El estudio, publicado en la revista Lancet Microbe y dado a conocer públicamente el jueves, fue la primera y mayor investigación en vaticinar la eficacia de las vacunas.

Reveló que para mantener la eficacia de la vacuna por encima del 50 por ciento, serían necesarias inyecciones de refuerzo después de un año de haber recibido las dos dosis iniciales.

La principal autora del estudio y líder del grupo de análisis de políticas y epidemiología de infecciones del Instituto Kirby de la UNSW, la Dra. Deborah Cromer, dijo que las nuevas variantes, como la Delta, que es altamente transmisible, han mostrado una mayor resistencia a las actuales vacunas a lo largo del tiempo.

«Nuestra investigación muestra una eficacia reducida contra la enfermedad de la COVID-19 como resultado de otras variantes, como la Delta», dijo Cromer. «Esta eficacia disminuye con el tiempo, y nuestro diagnóstico es capaz de predecir de forma preventiva esta disminución en función del análisis de los niveles de anticuerpos».

El estudio reveló que para mantener la eficacia de la vacuna por encima del 50 por ciento, serían necesarias inyecciones de refuerzo después de un año de haber recibido las dos dosis iniciales. Foto: Matt Rourke, AP

La médica aseguró que la investigación tendría importantes implicaciones en tanto los países de todo el mundo buscan mantener altos niveles de protección en toda la sociedad.

«Sin refuerzos, la protección contra la COVID sintomática puede caer por debajo del 50 por ciento después de seis meses, lo que significa que más personas se infectarán», argumentó.

El Departamento de Salud de Australia comenzó a ofrecer vacunas de refuerzo al público a partir del 9 de noviembre, pero aún no se ha considerado como un requisito para considerar el proceso de vacunación completo.

Otro de los colaboradores del estudio, el profesor Jamie Triccas de la Universidad de Sydney, agregó que esta investigación sentaría las bases para evaluar los niveles de protección contra futuras potenciales cepas de COVID-19.

«Es probable que sigan surgiendo nuevas variantes de COVID-19, como hemos visto con la Delta, de transmisibilidad y gravedad variables», dijo Triccas.

La médica aseguró que la investigación tendría importantes implicaciones en tanto los países de todo el mundo buscan mantener altos niveles de protección en toda la sociedad. Foto: Mary Altaffer, AP

El profesor señaló que esencialmente, se puede predecir cómo funcionarán las vacunas actuales contra nuevas variantes y probar la eficacia de las nuevas. «Esa es una gran victoria en la batalla contra la COVID-19».