Según cifras divulgadas por la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (COMAR), este organismo ha recibido en 2021 un total de 37 mil 849 solicitudes de haitianos, casi 25 mil 600 de ellas en solo tres meses: agosto, septiembre y octubre.
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de noviembre (AP).— Haití se ha convertido este año en el primer país de origen de los solicitantes de refugio en México, con casi 38 mil peticiones, por encima de Honduras (con poco más de 33 mil 500) que había estado a la cabeza en los últimos años. Sin embargo, son haitianos los más rechazados por el Gobierno mexicano: solo el 40 por ciento reciben algún tipo de protección.
Según cifras divulgadas el lunes por la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (COMAR), este organismo ha recibido este año un total de 37 mil 849 solicitudes de haitianos, casi 25 mil 600 de ellas en solo tres meses: agosto, septiembre y octubre.
La cifra se multiplicó después del asesinato del Presidente de Haití en julio pasado aunque muchos migrantes llegaban a México desde Sudamérica, donde también se endurecieron las opciones para regularizarse. El número es, además, exponencialmente mayor a las cinco mil 500 peticiones de 2019 y las casi seis mil de 2020 y es parte del motivo de que la COMAR esté totalmente sobrepasada, como ha reconocido su titular, Andrés Ramírez, en varias ocasiones.
A dos meses de que cierre el año, esta oficina gubernamental ya ha recibido en total más de 108 mil peticiones de refugio frente a las 70 mil 346 de 2019. El retraso en los trámites para gestionarlas, sobre todo en las oficinas de Tapachula, en el sur del país y donde se han recibido el casi el 69 por ciento de las solicitudes, es lo que conllevó una serie de protestas y miles de haitianos salieran de esa ciudad, donde habían esperado meses rumbo al norte.
A finales de septiembre, en un rincón de la frontera entre México y Texas, más de 15 mil instalaron un improvisado e inusual campamento en territorio estadounidense que puso en jaque a los gobiernos de ambos países y provocó duras críticas por los métodos de disuasión a caballo utilizados por la Patrulla Fronteriza. Ese campamento era solo una pequeña parte de los más de 100 mil haitianos que, según cifras de autoridades panameñas, han cruzado el país centroamericano en lo que va de año rumbo al norte.
Amnistía Internacional, junto con Haitian Bridge Alliance, Asylum Access y el mexicano Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, denunciaron hace solo unos días que todos los países de América están dando la espalda a los haitianos mientras la situación política y económica continúa deteriorándose en su país con violaciones masivas de derechos humanos, secuestros y violencia generalizada. Y aunque esta situación debería impedir los retornos de haitianos a su país, según las convenciones internacionales de protección a los migrantes, desde el 19 de septiembre más de 11 mil han sido devueltos desde la región, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
De ellos, ocho mil 200 fueron fueron retornados en 77 vuelos desde Estados Unidos y otros 400 interceptados por la Guardia Costera estadounidense. Desde México fueron trasladados 325 y el resto fueron devueltos desde otros países caribeños.
Aquellos que permanecen en México tienen complicado regularizar su situación. Según los datos del lunes de COMAR, solo el 40 por ciento recibe algún tipo de protección frente a la aceptación masiva que se da a los venezolanos (se aprueban el 97 por ciento de sus peticiones) o del 87 por ciento de las de hondureños. El motivo, según denunciaron las organizaciones antes mencionadas, es que México no considera que estas personas huyen de una violencia generalizada, cosa que el gobierno sí reconoce de Honduras, Venezuela o El Salvador. El argumento es difícil de sostener, insisten las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) en su informe, pero el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se escuda en que la mayoría salieron de Brasil o Chile, lugares donde no se da esa violencia.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, al igual que otras agencias de la ONU, ha pedido que se busquen alternativas regionales para ofrecer opciones diferentes a estos migrantes que puedan desatascar el embudo en el que se ha convertido el sistema de asilo México.
De momento solo se ha logrado que, gracias a la apertura de oficinas adicionales en un estadio en el sur del país, en las últimas cinco semanas se hayan agendado citas para más de 36 mil haitianos, el primer paso de un proceso de regularización que, una vez atendido, puede llevar meses en concluir.