Microsoft patentó este año una tecnología para traer de vuelta a una persona fallecida y reencarnarla digitalmente. Aunque ha desistido al respecto, la idea de hablar nuevamente con personas que ya no están sigue vigente con la llegada de la Inteligencia Artificial.
Por Cesar Otero
Ciudad de México, 24 de octubre (AS).- “Los científicos modernos prometen muy poco; saben que los metales no se pueden transmutar, y que el elixir de la vida es una ilusión”, Mary Shelley’s Frankenstein
En el videojuego Bioshock Infinite, un FPS de acción que transcurría en Columbia una hipotética pero cautivadora ciudad voladora colonial de principios del siglo 20, uno de los principales enemigos eran los Handyman -los Big Daddies rapturianos de Columbia-, criaturas enormes que en el juego funcionan como el tipo de enemigo pesado de golpe poderoso, pero cuya historia de fondo era triste: Personas con discapacidad, con enfermedades o heridas graves cuya cabeza y corazón son trasladados a un cuerpo gigantesco mecánico para que puedan “vivir para siempre”.
“WHO WANTS TO LIVE FOREVER?”
La parte triste de los Handyman era no sólo el eterno dolor en el que viven, sino que la idea de Fink Manufactoring de darles una segunda oportunidad, una extensión de vida a personas que iban a perderla los convertía paradójicamente en monstruos, en entes que sólo les quedaba una cabeza y un corazón. Lo mismo a la criatura que Victor Frankenstein quiere crear en su laboratorio. O el final de fábula tecnológica de Chappie (Neill Blomkamp, 2015).
La pregunta es la misma: ¿Debemos aceptar que la vida es finita y, por tanto, dejar ir a ese ser querido al que no podemos salvar? ¿O es lícito usar toda la tecnología alrededor nuestra para alargarle la vida aunque sea a costa de sufrir, o incluso traerlo de vuelta si ya se fue? Una de las últimas tecnologías de Microsoft no te da respuesta a eso, pero sí te permite hacer lo último: «Resucitar» a quien ya no está a tu lado.
UN CHAT BOT DE ALGUIEN FALLECIDO
De momento no, no se trata de ir tan lejos como en algunos films y juegos, y literalmente tener un robot que representa a esa persona que echas de menos -o un avatar bio-tecnológico-, pero sí tiene un componente «bot», ya que Microsoft presentó en enero de este año una patente que plantea la intrigante (al mismo tiempo que moralmente cuestionable) posibilidad de reencarnar digitalmente a personas en forma de bot de chat.
En lugar de utilizar el método convencional de entrenar a los bots de chat utilizando conversaciones y material de una amplia muestra de usuarios, la patente de Microsoft plantea la posibilidad de crear un bot de chat a partir de los resultados de una persona concreta. Se trata de usar la tecnología de Inteligencia Artificial y «entrenarla», «educarla» por así decirlo para que aprendiera a hablar, «razonar» y actuar como la persona fallecida.
IMITAR A UN SER QUERIDO, NO REEMPLAZARLO
El sistema utilizaría «datos sociales» para construir el perfil de una persona como:
-Imágenes
-Datos de voz
-Publicaciones en redes sociales
-Mensajes electrónicos
-Cartas escritas
Microsoft ha patentado el argumento de un capítulo de Black Mirror ?♂️
Utilizar los datos generados en vida por una persona para entrenar un chat artificial
¿Hablar con los muertos estarán cada vez más cerca?https://t.co/tur0dBgQsq pic.twitter.com/EBJglMi1eJ
— Carlos Fdez. Barbudo (@CFBarbudo) January 24, 2021
Según se puede leer en la patente, “Los datos sociales pueden utilizarse para crear o modificar un índice especial en el tema de la personalidad de la persona específica. El índice especial puede utilizarse para entrenar a un bot de chat para que converse e interactúe con la personalidad de una persona específica».
De hecho incluso ese bot de chat podría sonar como la persona real, imitando su tono de voz: «En algunos aspectos, una fuente de voz de la persona específica puede ser generada usando grabaciones y datos de sonido relacionados con la persona específica”.
HOLOGRAMA 3D QUE TE HABLA
En la olvidadísima serie Seaquest de inicios de los años 90, uno de sus hallazgos «futuristas» más curiosos era un aparato en el que metías una foto real en papel y este te creaba un holograma en 2D/3D que incluso podía hablarte. Como decía el icónico Snake Plissken en 2013: Rescate en L.A. “El futuro es ahora”, y la tecnología de Microsoft además permite “generar un modelo 2D/3D de la persona específica utilizando imágenes, información de profundidad y/o datos de video asociados a la persona específica».
La patente de Microsoft no es sólo para recrear a sujetos ya fallecidos, sino que este puede estar vivo también: «La persona específica [a la que representa el chat bot] puede corresponder a una entidad pasada o presente (o una versión de la misma), como un amigo, un pariente, un conocido, una celebridad, un personaje de ficción, una figura histórica, una entidad aleatoria, etc.»
REPLICARTE EN UN CHAT BOT PARA HABLAR CONTIGO MISMO
Incluso, quien quiera podría crear un chat bot de sí mismo, planteando la posibilidad de que las personas entrenen una versión digital de sí mismas antes de morir. La patente hace hincapié en el grado en que este bot de chat estará entrenado para los rasgos personales del individuo, en particular los «atributos conversacionales» de la persona, como:
-Estilo
-Dicción
-Tono
-Voz
-Intención
-Longitud y complejidad de la frase/diálogo
-Tema
-Coherencia
Si el bot de chat no tiene suficientes datos para dar una respuesta sobre un tema concreto, se pueden utilizar almacenes de datos conversacionales de origen colectivo para rellenar los huecos, algo que ya se desvía del objetivo principal, porque es casi literalmente poner palabras en la boca de las personas que no solían o suelen decir.
TOMAR CONCIENCIA DE SÍ MISMO
La patente también aborda la delicada cuestión del manejo de los perfiles de los muertos, sugiriendo que el bot puede incluso ser consciente (a falta de una palabra mejor) de que está imitando a una persona muerta. Por ejemplo, si al bot se le hiciera una pregunta sobre un acontecimiento que tuvo lugar después de su muerte en la vida real, «tales preguntas pueden indicar que la persona específica representada por el índice de personalidad personalizado (por ejemplo, el pariente fallecido) posee una conciencia percibida de que, de hecho, ha fallecido».
El tema de lo finito de la vida humana nos lleva obsesionando desde que vimos que la tecnología puede ayudarnos a contrarrestarlo. Pero, ¿sería moralmente lícito hacer un chat bot representado por un holograma en 3D de aquellos que se fueron? ¿Es bueno a nivel psicológico, o malo porque no nos ayuda a pasar página? Más preguntas a todo tipo, desde filosóficas a éticas, que respuestas plantea todo esto. Pero sin duda siempre con el mismo interés/obsesión humana: Vencer su propia mortalidad.
Aunque, como Queen se planteaba en el hermoso tema del film Los Inmortales, ¿quién quiere vivir para siempre?
