Jesús Mario Lozano toma elementos de la cosmovisión prehispánica en Fuego adentro para mostrar el pasado violento de México, uno de hace siglos que parece mantenerse y manifestarse en el presente.
Ciudad de México, 25 de octubre (SinEmbargo).– Fuego adentro, del director Jesús Mario Lozano, llega a salas de cine presentando la relación de dos hermanos alcanzada por la violencia de México. Dos hombres atrapados por sus propias decisiones y por la falta de oportunidades.
La cinta que desenvuelve a través de la intriga nos presenta la historia de León (Hugo Catalán), un hombre solitario que trata de vivir discretamente en un pequeño pueblo, atormentado por hechos del peso del pasado. Su paz se ve interrumpida cuando su hermano menor Andrés (Armando Espitia) lo visita de sorpresa para llevarle noticias de su madre y de Marta, su expareja.
«El centro de la historia es esta relación de hermanos, que luego suelen ser muy pasionales, son muy cercanas, hay grandes complicidades porque tienen un pasado en común, tienen una familia nuclear en donde hay esta lucha por el amor de los padres, etcétera. Para mí representaba a la situación de lo que sucede en el México actual, estos jóvenes que al final de cuentas están una encrucijada, en una espiral de violencia en la cual no hay salida», relata Jesús Mario Lozano en entrevista para SinEmbargo.
El reencuentro entre León y Andrés marcha bien pese a que ambos parecen estar en situaciones complemente contrarias en su vida. La vivacidad de Andrés inyecta un tipo de entusiasmo y nostalgia en León, pero todo explota cuando se encuentran con que tienen más cosas en común, algo que arrastran: la violencia en la que están sumergidos y paralizados.
«Hay una mitificación de la violencia en la ficción, en las series con estos ‘héroes’ que la gente admira, y también en los medios de comunicación en general. Para mí era importante el tema que creo que debe seguir abordándose porque cada día lo vemos las noticias y en nuestra realidad, pues es algo que nos pertenece y con lo que tenemos que lidiar, pero no quería hacerlo de una manera elogiosa».
El director Jesús Mario Lozano deseaba mostrar la violencia tan arraigada en la historia Mexicana, pero era esencial para él alejarse de los estereotipos de la figura del narco presentados en las ficciones y mostrar una apegada a lo real.
«Se me hace una realidad muy dolorosa la historia que presento que desafortunadamente aunque es una ficción poco tiene de ficción, ya que nos basamos en investigaciones bibliográficas, investigaciones documentales. Es realmente preguntarnos qué hacemos frente a esta situación, pero desde lo íntimo de la familia, y desde estos dos hermanos, por eso para mí es más esta relación de lo que sucede en los hermanos».
León y Andrés, desde caminos diferentes pero al fin al cabo en el mismo, el de la falta de oportunidades, se involucran con el crimen organizado. Están metidos hasta el cuello y salir de ahí no es una opción aunque así lo deseen.
«En un país en donde gran parte de la población está en la pobreza extrema, la miseria, es difícil pensar que tienen opciones reales, por más que uno no quisiera verlo así, y no hablo sólo de la pobreza, sino gran parte de la clase media creo que enfrenta problemas graves y no sé qué tantas opciones salidas o de solución existen, y parte de esa preocupación es de donde surge la película, y creo que nuestra sociedad necesita a los jóvenes darles salidas, darles elementos para poder encontrar otros modos de hacer una forma de vida digna posible».
Jesús Mario Lozano toma elementos de la cosmovisión prehispánica en Fuego adentro para mostrar el pasado violento de México, uno de hace siglos que parece mantenerse y manifestarse en el presente.
El director integró a sus cinta el pensamiento sobre el transito de las almas por la vida hasta llegar al inframundo para encontrar su destino final y así de esta manera integrar narrativas que han se han hecho de lado, como ahora lo hace dividiendo su historia en cuatro capítulos que muestran el viaje que debe realizar el protagonista.
«Es una estructura inspirada y que me sirvió a mí en el construcción del personaje en el guión, y que es producto de la riqueza, de las visiones, las lenguas y de los distintos modos de pensar que existen en el país. Creo que ahí hay soluciones y las posibilidades de reimaginarlos de los cánones occidentales que tenemos como modelos o paradigmas, si hay una reinvención de la cultura pues es ahí, y yo sé que muchas personas y muchas grupos lo han intentado hacer durante la historia del país, pero yo creo que aún hay que insistir en eso».
Fuego adentro está disponible en salas del circuito independiente de Ciudad de Mexico, Estado de México, Nuevo León, Jalisco, Baja California y Morelos.