La investigación halló un sistema formado por una enana blanca y un planeta de tipo joviano, que permite vislumbrar el posible futuro del Sistema Solar.

Madrid, 13 oct (EFE).- Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha hallado un sistema planetario que permite vislumbrar el futuro del Sistema Solar tras la muerte del Sol.

Se trata de un sistema formado por una estrella enana blanca y un planeta similar a Júpiter, informa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un comunicado.

Dentro de unos cinco mil millones de años, el Sol agotará su combustible y comenzará a hundirse bajo su propio peso, proceso que calentará y dilatará las capas externas que engullirán las órbitas de Mercurio, Venus y puede que de la Tierra.

A esta etapa, la de gigante roja, le seguirá otra en la que la envoltura se expandirá libre formando una nebulosa planetaria y en cuyo centro aún brillará el núcleo desnudo de lo que fue el Sol, una estrella enana blanca, prosigue la nota del CSIC, el mayor centro público de investigación español.

Aunque algunos estudios afirman que los planetas podrían sobrevivir a la muerte del Sol, en concreto los similares a Júpiter, las evidencias observacionales son aún escasas.

Ahora, un grupo de científicos con participación del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) presenta en la revista Nature el hallazgo de un sistema formado por una enana blanca y un planeta de tipo joviano, que permite vislumbrar el posible futuro del Sistema Solar.

Las imágenes de alta resolución obtenidas desde el Observatorio Keck (EU) revelan que la enana blanca recién descubierta tiene un 60 por ciento de la masa del Sol y que su exoplaneta superviviente es un mundo gaseoso gigante con una masa un 40 por ciento mayor que la de Júpiter.

El planeta gira en torno a la estrella en una órbita amplia, a una distancia mínima de unas tres veces la que existe entre la Tierra y el Sol.

«Este hallazgo confirma que los planetas que orbitan a una distancia suficientemente grande pueden seguir existiendo después de la muerte de su estrella», subraya Joshua Blackman, investigador de la Universidad de Tasmania (Australia) que encabeza el estudio.

Interpretación artística de un exoplaneta parecido a Júpiter recién descubierto que orbita una enana blanca o estrella muerta. Foto: W. M. Keck Observatory/Adam Makarenko

Dado que este sistema es un análogo a nuestro propio Sistema Solar, sugiere que Júpiter y Saturno podrían sobrevivir a la fase de gigante roja del Sol.

«Dado que el 97 por ciento de las estrellas de nuestra galaxia se convertirán en enanas blancas, este descubrimiento y los que le sigan nos permitirán vislumbrar el futuro de los exoplanetas», indica por su parte Camilla Danielski, investigadora del IAA-CSIC.

El equipo de investigación tiene previsto incluir sus resultados en un estudio estadístico para averiguar cuántas otras enanas blancas cuentan con supervivientes planetarios intactos.