Trabajadores despedidos denuncian la falta de los pagos de su liquidación, pues aseguran que coordinadores de la Academia Mexicana de Ciencias sí mantienen sus sueldos altos.
Ciudad de México, 29 de septiembre (SinEmbargo).– Basty Acosta Mayorga, extrabajadora de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), denunció que la institución sigue sin liquidar a decenas de trabajadores que fueron despedidos hace más de un año y acusó que aunque argumentan no tener recursos, algunos científicos siguen cobrando altos salarios.
Entrevistada en el programa «Los Periodistas», que conducen Álvaro Delgado Gómez y Alejandro Páez Varela y que se transmite por SinEmbargo al Aire en la plataforma de YouTube, la extrabajadora recordó que en mayo del 2020 la AMC le notificó a 50 trabajadores, incluyéndola, que ya no tenían recursos para seguir pagando sus salarios, esto luego de cinco meses de mantener retenidos sus pagos.
«El abogado que es Francisco Mora Gallego, también uno de los implicados en este caso de investigación [de la FGR contra académicos y exfuncionarios de Conacyt], nos hizo firmar un convenio. El mío, por ejemplo, se acaba de vencer en mayo de este año y no se me pagó, no cumplió la Academia el pago de mi liquidación. Ellos hasta la fecha argumentan la falta de recursos, pero bueno, en varias investigaciones por el Instituto Nacional de Transparencia (INAI) sale que están recibiendo dinero hasta de la UNAM. Entonces no vemos por qué no tienen dinero para poder pagar nuestras liquidaciones, pero sí pueden seguir pagando sueldos de hasta 100 mil pesos de la Coordinadora, por ejemplo», denunció Acosta Mayorga.
– ¿Cuánto dinero le han detectado ustedes que recibe esa Academia Mexicana de la Ciencia? ¿O cuánto ha recibido en estos años? -cuestionó Páez Varela.
–Investigamos y salió en una nota de La Jornada que en el 2005 recibió 42 millones de pesos, del 2015 al 2017 sumaron 90 millones de pesos de Conacyt. En el 2020 sumaron más de 20 millones que les dio el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), más 3 millones que les dio la UNAM (…). El Centro de Estudios en Comunicación y Tecnologías Educativas (CECTE) también les da dinero actualmente a la Academia y varias instituciones gubernamentales le están haciendo a manera de cuotas donativos a la Academia –aseguró Basty Acosta.
–Ustedes seguramente han investigado los salarios que se reparten allá adentro de la AMC. ¿Usted me puede decir los salarios que hay en la Academia, lo que se reparte en esta Academia y los salarios que tenían los trabajadores despedidos? –preguntó Páez Varela.
–El sueldo más alto es el de la Coordinadora Ejecutiva, es de 100 mil pesos, y de ahí va bajando a 50 mil, la Secretaría técnica; los encargados de los programas de premios de cómputo y derivado, a cerca de 35 mil pesos; la secretaria de la Coordinadora también gana eso a pesar de que no tiene un título que lo respalde. Y de ahí, pues nosotros éramos los que ganábamos hasta 12 mil pesos al mes –informó la extrabajadora.
Basty Acosta recordó que actualmente la AMC utiliza «El Partenón” –construido por Arturo Durazo Moreno “El Negro” a finales de la década de los 70 y un signo de la corrupción en México–, como sede y solo en su mantenimiento se gastan millones de pesos al año que no aportan a la divulgación de la ciencia. Por ello, comparó el caso que mantiene la Fiscalía General de la República (FGR) contra investigadores del Foro Consultivo Científico y Tecnológico con lo que sucede en la Academia Mexicana de Ciencias.
–¿Qué opina del caso del Foro Consultivo Científico y Tecnológico? –le preguntó Álvaro Delgado.
–Ha llegado al extremo de victimizar a los científicos, o sea, de que a un científico no se le puede culpar por haber cometido un delito y eso es algo que no puede ser, si cometiste algún delito cualquier persona debe ser juzgada. No por ser científico te van a eximir de esto. En cuanto a todo lo que ha salido del despilfarro del Foro, pues es exactamente lo mismo que pasa en la Academia Mexicana de Ciencia porque sí hacen divulgación de la ciencia, pero su materia prima no es el desarrollo tecnológico, nada más se encargan de divulgar la ciencia y a través de estos programas pues consiguen todo este financiamiento público.
Pero de ahí a que se esté derrochando en el mantenimiento de un elefante blanco que es actualmente «El Partenón», que era del «Negro» Durazo y mide 6.6 hectáreas y se gastan medio millón de pesos en puro mantenimiento, pues eso de nada le sirve al pueblo mexicano para aplicación de la ciencia. Eso es dinero que se va a la basura –opinó Basty Acosta.
La extrabajadora acusó que la AMC sigue gastando el mismo dinero pese a que con la pandemia muchas actividades ahora se realizan en línea, lo que significa un costo operativo menor.
«Últimamente, como no hay actividades presenciales, lo que hicieron es hacer webinars con los investigadores y sacar temas y conforme a lo que va sucediendo. Entonces, pues decimos: no estás gastando lo que gastabas operativamente antes de la pandemia. Sin embargo, siguen gastando lo mismo. Entonces, ¿por qué no quieren pagar nuestras liquidaciones», expuso para SinEmbargo Al Aire.
–Cuando usted escuchó que empezó el debate con respecto a los científicos y Conacyt y la Fiscalía. ¿Qué fue lo que usted sintió? Usted que ha trabajado directamente con científicos en la Academia? –preguntó Alejandro Páez.
–Que por fin se va a hacer justicia. Y a pesar de que yo hace un año, exactamente el 13 de septiembre, solicité una auditoría al Presidente de la República y al Conacyt por medio de la Función Pública, que se hiciera una auditoría de los últimos cinco años a la Academia Mexicana de Ciencia para saber en dónde quedaron estos millones que están reportando en el INAI y me sorprende ahorita que estén auditando al Foro, pero que no dejen a un lado todas estas asociaciones civiles que son iguales y tienen el mismo perfil que el Foro Consultivo, pero se escudan a través de la ciencia, por ser igual, una institución con prestigio, pues no las investigan –criticó.
Sobre la AMC insistió: «Se niegan a pagarnos, pero siguen reportando que les sigue llegando dinero».
