Economía

Esta mañana, las principales mezclas de petróleo continúan extendiendo sus ganancias ante los indicios de que la demanda está superando a la oferta, lo que ocasiona que los inventarios se agoten.

Ciudad de México, 28 de septiembre (SinEmbargo).– La mezcla mexicana de petróleo alcanzó este lunes su precio máximo desde octubre de 2018, vendiéndose en 71.89 dólares por barril, con lo que lleva todo el año cotizando arriba de los 42.1 dólares por barril estimados por el Gobierno en la Ley de Ingresos de la Federación de 2021.

El precio del crudo mexicano tuvo una variación de 1.84 por ciento, es decir 1.30 dólares, con respecto a la jornada del viernes pasado cuando se ofertó en 70.59 dpb. En lo que va del presente año la mezcla ha tenido un incremento en su valor del ​​52.44 por ciento, 24.73 dólares, además de un 7.94 por ciento de ganancia en cinco días.

No obstante, este incremento contrasta con el aumento que ha tenido el precio del gas natural. El fin de semana el Gobierno mexicano dio a conocer que el costo máximo promedio de este combustible, para la semana del 26 de septiembre al 2 de octubre, tendrá un incremento de 68 centavos respecto a la semana pasada.

En ese mismo sentido, el West Texas Intermediate (WTI), el petróleo de referencia en Estados Unidos, se vendió este lunes en 75.45 dólares por barril, su nivel más alto desde el 5 de julio, cuando alcanzó los 76.36 dólares.  En lo que del año, el WTU registra un incremento del 55.50 por ciento.

El petróleo Brent del Mar del Norte cerró a su vez la sesión de ayer en 79.53 dólares por barril, su máximo desde el 22 de octubre de 2018, cuando cotizó en 79.83 dólares. En lo que va del 2021, el Brent ha tenido un repunte del 53.53 por ciento.

En tanto, el precio del gas natural sube 5.12 por ciento a 6 dólares por millones de BTU, tocando un máximo de 6.28 dólares por millones de BTU no visto desde febrero del 2014. Lo anterior también se debe a la escasez relativa del energético en Europa.

Esta mañana, las principales mezclas de petróleo continúan extendiendo sus ganancias ante los indicios de que la demanda está superando a la oferta, lo que ocasiona que los inventarios se agoten, observa Banco Base.

El WTI inició la sesión este martes cotizando en 76.29 dólares por barril, lo que equivale a un aumento de 1.11 por ciento en su precio, acumulando un incremento de 12.61 por ciento en septiembre y de 57.94 por ciento en el año. Mientras que el Brent subió hasta un 0.9 por ciento, para colocarse en 80.22 dólares el barril el martes por la mañana, alcanzando un máximo de tres años por segundo día consecutivo y elevando las ganancias del crudo en lo que va de año a casi el 55 por ciento.

El aumento de la demanda, explica Banco Base, se deriva del temor de que la crisis energética en Europa y Asia se vuelva un problema global, sobre todo ahora con la llegada del invierno, el cual podría ser más frío de lo anticipado. Si bien, la crisis energética se encuentra principalmente en el sector del gas natural, la escasez de ese energético podría aumentar la demanda de diésel y otros productos petroquímicos como sustituto para mantener la calefacción en los hogares.

“Los precios récord del gas debido a un déficit en la producción mundial ahora están retroalimentando los mercados petroleros y se espera que impulsen el crudo al alza a medida que algunas industrias cambien al uso del petróleo para generar energía”, refirió en ese sentido The Financial Times.

En el marco de la transición energética, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estima que el incremento de la demanda petrolera previsto hasta 2026 «se materialice en los tres primeros años». También prevé que el consumo mundial de petróleo continuará aumentando a medio plazo hasta una media de 104.4 millones de barriles diarios (mbd) en ese año, es decir, 13.8 mbd más que el año pasado, cuando la demanda de crudo se desplomó a raíz de la crisis del coronavirus.

El documento «Perspectiva Mundial del Petróleo 2021» intenta vislumbrar, a poco más de un mes de la próxima cumbre climática COP26 de Glasgow, la trayectoria del uso del «oro negro» hasta 2045.

La OPEP tiene en cuenta que una creciente consciencia «de la necesidad de acelerar» la lucha contra el cambio climático «ha dado lugar recientemente a nuevas y ambiciosas políticas para lograr emisiones netas cero para 2050». Además cree que la imposición de tecnologías de eficiencia energética podría reducir la demanda en más de 8 mbd en 2045.

Pese a esa desaceleración, el petróleo «seguirá siendo el combustible con mayor participación en la canasta energética mundial al menos hasta 2045», aunque las renovables y el gas natural serán las fuentes de energía cuyo uso más aumentará en el mismo periodo.

Según sus estimaciones, la participación de las renovables superará el 10 por ciento en 2045, frente al 2.5 por ciento en 2020, un crecimiento atribuido al descenso de los costes de producción y a las políticas dirigidas a reducir las emisiones de efecto invernadero.

En cambio, la participación del petróleo, que en 2020 representó el 30 por ciento de la demanda energética global, comenzará a declinar a mediados de esta década, de forma que en 2045 estaría en el 28 por ciento.

-Con información de Efe

Redacción/SinEmbargo

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