Merlí narra la historia de un profesor que invita a reflexionar y a opinar a sus alumnos en unas clases con métodos poco ortodoxos e imprevisibles mientras aprende a convivir con su hijo Bruno.
Por Abundio Novello
Ciudad de México, 26 de septiembre (Vanguardia).- Del 2015 al 2018 se hizo muy popular una serie de Netflix sobre el maestro de filosofía de una preparatoria donde conseguía fascinar a los alumnos con su cátedra a partir de técnicas poco convencionales.
Esta serie era Merlí porque giraba alrededor de Merlí Bergeron (Fransesc Orella), el profesor en cuestión, y se ganó el corazón de los grandes públicos porque a manera de telenovela mezclaba historias de amor y envidias entre el cuerpo de profesores del plantel que amaban y odiaban al maestro lo mismo que de los alumnos, destacándose entre las historias juveniles la del hijo de Merlí, Bruno (David Solans), quien en el curso de la primera temporada no solo salía del closet ante su padre y compañeros de grupo, sino que se declaraba y era correspondido por el chico rebelde de la clase, Pol Rubio (Carlos Cuevas), quien resultaba ser bisexual y por ello se convertía a la vez en el objeto del afecto de la mejor amiga de Bruno, Tania (Elisabeth Casanovas).
Sin embargo, para quienes llegamos a enamorarnos de esta historia, comprobamos que el corazón de la misma no era propiamente su estructura de “culebrón” o telenovela como se le llama en la Madre Patria, sino la manera de hilar los capítulos a partir de filósofos sobresalientes de la historia que se iban desarrollando de acuerdo a las subtramas que de la trama principal se derivaban, por lo que al llegar en el 2018 a una tercera y última temporada que por concluir como lo hizo no daba pie para una más, los fanáticos de la misma alrededor del mundo a los que cautivó cruzando también la barrera del idioma por ser en su mayoría en catalán, si bien nos quedamos con un muy buen sabor de boca, nos quedamos con un vacío de entretenimiento difícil de llenar.
Ante esa respuesta, los mismos productores decidieron llevar a cabo tan pronto como para el año 2019 un muy justificado spinoff que bajo el título de Merlí Samper Aude desde la semana pasada se estrenó en el canal HBO y lleva al momento de escribir estas líneas el estreno de sus dos primeros episodios en HBO Max dando seguimiento precisamente al personaje de Pol Rubio (Carlos Cuevas), quien sorpresivamente al final de la última temporada fue quien quedó tan inspirado por la cátedra de Merlí que decide ir a la Universidad de Barcelona para cursar la carrera de Filosofía.
Es así como se da pie a la entrada de nuevos personajes, pero dado que una de las subtramas más exitosas de la serie original fue la de la relación de amor-amistad entre Pol y Bruno Bergeron (David Solans), este último no se ha ido del todo de la vida de Pol, ya que aunque en su caso decidió cursar la carrera de Historia en otra ciudad, se da sus escapadas a Barcelona a visitar a su amigo, y aprovechando que la atracción sexual sigue vigente entre ellos, no cesar en su intento en conquistar su corazón.
Sin embargo, una vez más, y a pesar de que ahora la trama principal tiene como protagonistas al grupo de estudiantes universitarios, lo mejor es que mantiene la esencia de la original, y lejos de convertirse en una nueva Rebelde que por ahí amenaza ya con hacer su aparición muy pronto en otra plataforma, es a partir de la filosofía y sus tutores universitarios que mantiene su continuidad.