El reconocido periodista estadounidense Bob Woodward y su colega Robert Costa lo revelan en Peril, un libro que se publicará el 22 de septiembre: El General estadounidense de mayor rango de Estados Unidos se aseguró de que Donald Trump no pudiera lanzar un ataque contra China en los últimos días de su mandato. Republicanos piden el cese del General, al que acusaron de traición.
Por Guillaume Naudin
Washington, 15 de septiembre (RFI).- Mark Milley es sencillamente el Jefe del Estado Mayor Conjunto. Claramente, desconfiaba de la cordura de su superior, el Comandante en jefe y Presidente Donald Trump.
Tras el motín del 6 de enero en el Capitolio, Mark Milley llegó a asegurar a otros generales de alto rango que se seguirían los procedimientos para lanzar ataques nucleares, es decir, a través de él.
Unos meses antes, ya había hablado con su homólogo chino Li Zuocheng para asegurarle que no había ningún plan para atacar a China. Otra llamada telefónica a China después del ataque al Capitolio para decirles que la situación era estable.
«General Li, quiero asegurarle que el Gobierno estadounidense es estable y todo funciona bien», dijo Milley en su llamada de octubre, escribieron los autores del libro.
«Estamos 100 por ciento estables. Todo está bien. Pero la democracia a veces puede estar descuidada», dijo Milley a Li, según el libro.
Para calmar a los chinos, Milley llegó al extremo de hacer que el Comando Indo-Pacífico aplazara ejercicios militares que Pekín hubiera podido considerar como una potencial amenaza.
TRANQUILIZAR A NANCY PELOSI
Ese mismo día, el 8 de enero, Mark Milley también mantuvo una conversación con Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, para asegurarle que la situación estaba bajo control y que el ejército no haría nada ilegal ni descabellado.
«Está loco, sabes que está loco, y ha estado loco durante mucho tiempo», dijo Nancy Pelosi. «Estoy de acuerdo con usted en todo», respondió el que se supone que es el asesor militar más cercano a Donald Trump. El exocupante de la Casa Blanca no quiso responder a las preguntas de los autores del libro.
Milley habló además con otros altos funcionarios, incluyendo la directora de la CIA Gina Haspel y el Jefe de la Agencia de seguridad Nacional Paul Nakasone, sobre la necesidad de estar vigilantes ante la posibilidad de que Trump actuase irracionalmente.
«Algunos podrían sostener que Milley se extralimitó en su autoridad y se atribuyó un poder extraordinario», escribieron los periodistas.
Sin embargo creía estar actuando correctamente «para asegurar que no hubiese una histórica ruptura en el orden internacional, ni una guerra accidental con China u otros, ni uso de armas nucleares», dijeron.
«TRAICIÓN»
El Pentágono rehusó comentar lo publicado, pero en respuesta Trump arremetió este martes calificando a Milley con crudas palabras y culpándolo por la caótica retirada estadounidense de Afganistán en agosto.
«Supongo que lo juzgarán por traición porque habría estado tratando con su homólogo chino a espaldas del Presidente», dijo Trump en un comunicado.
Milley y otros, Haspel incluida, estaban preocupados de que Trump emprendiera un ataque contra China o Irán ya fuera por frustración o para buscar una forma de aferrarse a la presidencia.
«Es una situación altamente peligrosa. ¿Vamos a atacar por su ego?», dijo la jefa de la CIA, según el libro.
Legisladores republicanos no tardaron en atacar a Milley, y el Senador Marco Rubio pidió al Presidente Joe Biden que cesara al General.
Defensor de Trump, Rubio alegó que Milley «trabajó para socavar activamente al Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en funciones y contempló una filtración traidora de información clasificada al Partido Comunista Chino».
«Estas acciones del General Milley demuestran una clara falta de buen juicio, y les insto a que lo despidan de inmediato», dijo el Senador en una carta a Biden.