Greenpeace
13/09/2021 - 12:05 am
¿A quién le importa el medio ambiente?
En México es claro que el tema ambiental tampoco es una prioridad. Las pocas decisiones que se han tomado en búsqueda de un futuro sostenible se han encontrado con trabas.
En las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, donde economistas líderes de distintos países discuten el futuro de las políticas públicas, solamente hay un evento que se centra en la crisis climática, un cóctel informal, en realidad un guateque comparado con el resto de las congregaciones. Eso nos da una idea de la importancia que le dan las personas que planean el futuro económico del mundo al tema ambiental: ninguna.
En México es claro que el tema ambiental tampoco es una prioridad. Las pocas decisiones que se han tomado en búsqueda de un futuro sostenible se han encontrado con trabas. Un ejemplo es el decreto presidencial que prohíbe el maíz transgénico y progresivamente el uso de glifosato. En cuanto fue celebrado se topó con amparos de Monsanto y el Consejo Nacional Agropecuario, los principales productores de maíz transgénico. A pesar de ciertos avances en el sector, México sigue sin resolver, por ejemplo, el problema de nuestra dependencia hacia los combustibles fósiles.
De acuerdo con el Reporte Anual del Clima del 2020, presentado por la Conagua, México se calienta más rápido que el resto del mundo. Con 1.4 C por encima del promedio mundial, el futuro nos depara años cada vez más calurosos, temporadas de ciclones más fuertes y sequías que amenazan nuestra alimentación y acceso al agua.
Estamos a tiempo de actuar, pero el momento en que nos acabemos los recursos naturales no está tan lejos como pensamos, menos si no tenemos programas para proteger al medio ambiente. Menos si seguimos permitiendo que combustibles fósiles tan dañinos como el combustóleo sean legales.
¿Pero en manos de quién queda cuidar la salud ambiental de nuestro país?
La administración actual critica constantemente el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil (OSC), pero son estas asociaciones quienes constantemente proponen cambios en las políticas públicas. Son organizaciones como Greenpeace quienes llaman la atención a los peligros de los combustibles fósiles (recordemos que hace poco se incendió el mar) y exigen ininterrumpidamente una transición hacia energías renovables. Son las organizaciones las que luchan por proteger áreas naturales y conservar la biodiversidad que perdemos cada minuto.
En un mundo ideal, la responsabilidad de una transición hacia países sostenibles quedaría en manos de los líderes globales y de los gobiernos locales. En un mundo ideal no tendríamos necesidad de organizaciones como Greenpeace. Pero la realidad es que estamos muy lejos de un mundo ideal.
Este 2021 Greenpeace cumple 50 años de existencia y seguimos luchando como desde el primer día.