El uso del bitcoin, con sus potenciales beneficios para sectores sin acceso a la banca y la atracción de grandes tenedores de la criptodivisa, es la principal apuesta económica de Bukele frente a la pandemia de la COVID-19.

San Salvador, 8 sep (EFE).- La puesta en marcha del bitcoin como moneda de intercambio junto al dólar estadounidense en El Salvador estuvo marcada en su primer día por la caída del precio de la criptomoneda y el rechazo de cientos de ciudadanos que salieron a las calles a protestar.

El Salvador se convirtió el martes 7 de septiembre en el primer país del mundo en darle curso legal al criptoactivo, tras la aprobación en junio pasado de la Ley Bitcoin por parte del oficialismo y aliados del Ejecutivo de Nayib Bukele en la Asamblea Legislativa.

El uso del bitcoin como forma de pago es obligatorio, según la normativa, y todo agente económico está obligados a aceptar la criptomoneda.

CAÍDA DEL PRECIO

En la víspera de la entrada en vigencia de la citada ley, el Gobierno de El Salvador compró 400 bitcoins en al menos dos operaciones, que ascenderían a más de 21 millones de dólares con el precio del bitcoin superando los 52 mil dólares.

Pero el bitcoin registró este martes una caída superior al 17 por ciento, colocando el valor de la divisa digital hasta en 43 mil 050 dólares.

Con el paso de las horas ha moderado la caída y se colocó, al menos pasadas las 12:00 hora local (18:00 GMT), por arriba de los 46 mil dólares, según diversas plataformas.

En el marco de esta caída, Bukele publicó en sus redes sociales que El Salvador adquirió 150 bitcoines más, con lo que el país ha comprado 550 unidades de la criptodivisa.

El Gobierno no ha detallado los criterios utilizados para realizar las compras de los bitcoines, la formas en que se adquirieron y si la compra se hizo en una plataforma de intercambio o a un gran tenedor de la criptodivisa.

PROTESTAN CONTRA EL CRIPTOACTIVO

El primer día de circulación del bitcoin como moneda legal también se vio marcado por las protestas de cientos de salvadoreños que salieron a las principales calles de San Salvador para rechazar su implementación como forma de pago.

Los manifestantes se concentraron en diferentes puntos de la capital para luego movilizarse a una de las entradas de la sede de la Asamblea Legislativa, donde se realiza la sesión plenaria correspondiente a esta semana.

Los miembros de la Unidad del Mantenimiento del Orden (OMU) (antimotines) de la Policía Nacional Civil (PNC) colocaron una barrera con alambres de púas para cortar el paso de los ciudadanos.

Un veterano militar protesta hoy en contra del uso del bitcóin como forma de pago, en San Salvador, El Salvador. Foto: EFE

Los manifestantes portaron carteles en los que expusieron su rechazo al bitcoin.

«Basta de corrupción, no al bitcoin», «No al lavado de dinero corrupto», «Yo digo no al bitcoin», «Yo rechazo totalmente el bitcoin», se podía leer en diferentes pancartas.

En los sitios habilitados para recibir orientación sobre el uso de la criptodivisa no se ha observado una llegada masiva de salvadoreños y se desconoce cuántos han descargado la billetera estatal.

Al menos tres encuestas señalan que la mayoría de la población está en desacuerdo con la medida, no aprueban el uso de fondos estatales y prefieren el dólar sobre el bitcoin.

Ciudadanos protestan hoy en contra del uso del bitcóin como forma de pago, en San Salvador, El Salvador. Foto: EFE.

FALLAS DE LA BILLETERA ESTATAL

El Gobierno anunció que a partir de las 00:00 hora local del martes (06:00 GMT) los salvadoreños podían descargar en sus teléfonos celulares la billetera electrónica gubernamental llamada «Chivo».

Pero, unas horas después Bukele publicó en su Twitter que «el sistema está desconectado mientras se aumenta la capacidad de los servidores».

«Es un problema relativamente sencillo, pero no se puede arreglar con el sistema conectado», señaló el mandatario.

Fue al filo de las 11:00 hora local (17:00 GMT) que el presidente anunció que ya se podía descargar la aplicación.

La información sobre el desarrollo y la financiación de la billetera y la red de cajeros no se ha revelado.

¿ES O NO OPCIONAL?

A pesar que la normativa señala que todos los agentes económicos están obligados a aceptar la criptomoneda, el Gobierno ha insistido en que el uso de la misma es opcional.

No obstante, el Asesor Jurídico de la Presidencia, Javier Argueta, dijo el lunes que sí será obligación que los negocios reciban el bitcoin como forma de pago y también será obligación tener la billetera virtual para realizarlo.

De lo contrario, indicó que los negocios se exponen a remisiones de infracciones a la Ley de Protección al Consumidor, pero esto no está contemplado en la ley.

En el reglamento, que es complemento de la normativa y fue elaborado por el Ministerio de Economía, tampoco se aclara el punto de la obligatoriedad.

Según Bukele, los comercios están obligados a aceptar la criptomoneda, pero no a recibirla.

Es decir, que deben habilitar el pago de bienes y servicios, pero no están obligados a quedarse con dicho activo digital, sino que pueden cambiarlo a dólares.

Algunos comercios de comida rápida, farmacias, supermercados y bancos han anunciado que recibirán el bitcoin como forma de pago.

La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador, que cuenta con 2 mil 500 socios de los que el 85 por ciento son micro, pequeños y medianos negocios, manifestó antes de la entrada en vigor de la ley que el uso del bitcoin deber ser opcional y quedar así expresado en la ley.

EL COSTO DEL PROYECTO

El Gobierno dispone de más de 200 millones de dólares para la puesta en marcha del proyecto, fondos que fueron aprobados por el Congreso.

De los más de 200 millones, 150 millones serán para financiar un fideicomiso, administrado por un banco estatal, para la «convertibilidad automática e instantánea» de bitcoines a dólares.

Otros 2.3 millones de dólares son al proyecto «Criptofriendly», con lo que se busca «financiar la implementación de la Ley Bitcóin» y del que no se ha brindado mayor información.

Mientras que 30 millones están destinados a la entrega de un bono o incentivo en bitcoines por el uso de la billetera electrónica.