«Un levantamiento prematuro tendría altos costos de morbilidad y mortalidad», advirtió una de las firmantes del estudio.
Madrid, 3 de septiembre (Europa Press).- Un nuevo análisis sugiere que, para potenciar las libertades y protegerse de nuevas y abrumadoras oleadas de COVID-19, el ritmo de levantamiento de las restricciones para reducir la propagación debe estar directamente ligado al ritmo de vacunación según un estudio del Instituto Max Planck de Dinámica y Autoorganización (Alemania) que publican en la revista de acceso abierto PLOS Computational Biology.
Más de un año después del inicio de la pandemia de COVID-19, los programas de vacunación prometen aliviar muchas cargas causadas por la enfermedad, incluidas las restricciones necesarias que han tenido consecuencias sociales y económicas negativas. Gran parte de la investigación se ha centrado en la asignación y priorización de las vacunas, y en las formas óptimas de controlar la propagación. Sin embargo, la forma de ejecutar una transición suave entre una población desprotegida y una eventual inmunidad de la población sigue siendo una cuestión abierta.
«Relaxing restrictions at the pace of vaccination increases freedom and guards against further COVID-19 waves»https://t.co/PraviWadJp
«Strategies that maintain low case numbers, instead of high ones, reduce infections and deaths by factors of eleven and five».
— Barry Pearson (@BarryCPearson) September 3, 2021
Para abordar esta cuestión, Simon Bauer, Viola Priesemann y sus colegas aplicaron modelos matemáticos a los datos epidemiológicos y de vacunación de Alemania, Francia, el Reino Unido y otros países europeos. En concreto, cuantificaron el ritmo al que podrían levantarse las restricciones durante el despliegue de la vacuna para mitigar el riesgo de olas de COVID-19 de rebote que saturen las unidades de cuidados intensivos.
Tras considerar varios escenarios plausibles, los investigadores llegaron a la conclusión de que sólo pueden evitarse nuevas olas graves si las restricciones se levantan no más rápido que el ritmo dictado por el progreso de la vacunación, y que básicamente no se gana nada en libertad si se aligeran las restricciones demasiado rápido. Los resultados sugieren que, incluso después de que el 80 por ciento de la población adulta haya sido vacunada, nuevas variantes más infecciosas podrían desencadenar una nueva oleada y saturar las unidades de cuidados intensivos si se levantan todas las restricciones.
«En tal caso, las restricciones tendrían que restablecerse rápidamente, con lo que se desvanecería el espejismo de la libertad –afirma Priesemann–. Además, un levantamiento prematuro tendría altos costos de morbilidad y mortalidad. Mientras tanto, la relajación de las restricciones al ritmo de la vacunación muestra casi el mismo progreso en la ‘libertad’, manteniendo la baja incidencia».
Los investigadores afirman que sus resultados sugieren que, a pesar de la presión pública, los responsables políticos no deben apresurar la relajación de las restricciones, y que es necesario mantener una tasa de vacunación elevada, especialmente entre las poblaciones de alto riesgo. Habrá que seguir investigando para diseñar escenarios óptimos desde una perspectiva global.