Los estados calificados por Moody’s aumentaron el gasto no etiquetado en salud pública -financiado tanto con transferencias no etiquetadas como con ingresos propios- en un 15 por ciento en 2020.
Ciudad de México, 23 agosto (EFE).- El gasto en salud pública en los estados de México -que se encuentran en la calificación Baa1 negativa- aumentó significativamente en respuesta a la pandemia de 2020, detalló la agencia Moody’s este lunes en un boletín.
Ello «incrementó la presión financiera en un momento en el que muchos Gobiernos locales y regionales también enfrentaban una disminución o un estancamiento de los ingresos», indicó en el informe.
Los estados calificados por Moody’s aumentaron el gasto no etiquetado en salud pública -financiado tanto con transferencias no etiquetadas como con ingresos propios- en un 15 por ciento en 2020.
Este «superó ampliamente el crecimiento promedio del 3.2 por ciento del gasto operativo total», indicó la agencia calificadora.
«Algunos estados tuvieron un aumento mucho mayor del gasto no etiquetado en salud pública y, en algunos casos, fue de más del doble que el año anterior, lo que refleja una presión para responder a la pandemia a nivel regional», agregó el texto.
MAYOR DÉFICIT
De esta manera, el gasto en salud pública entre los estados calificados por Moody’s se convirtió en uno de los motores principales de la ampliación del déficit operativo el año pasado junto con la extensión de los subsidios y las exenciones tributarias en un esfuerzo por apoyar a las economías regionales.
«Para 2021, los estados calificados presupuestaron recortes en el gasto sanitario en general, pero la velocidad en la tasa de vacunación y las nuevas cepas del virus podrían llevar a los estados a incrementar nuevamente el gasto», advirtió la firma.
Además, los estados no recibieron transferencias federales extraordinarias significativas para cubrir los gastos relacionados con la pandemia en 2020, sino que el Gobierno federal aumentó directamente el gasto de la Secretaría de Salud en un 26 por ciento.
«No obstante, muchos Gobiernos regionales respondieron con iniciativas propias dirigidas por los estados, con impactos diferentes sobre las finanzas públicas», agregó el análisis de Moody’s.
Según recordó la agencia, los estados mexicanos han dependido «históricamente» de las transferencias federales para cubrir una gran parte de sus necesidades en materia de salud pública, pero muchos se han visto en la necesidad de autofinanciar el aumento del gasto en 2020.
NUEVAS VARIANTES
En general, la presión sobre el gasto en salud pública debería ser menor en 2021 dado que el presupuesto de salud en general de los estados -incluyendo gastos etiquetados y no etiquetados- se ha reducido en un seis por ciento este año.
No obstante, persisten riesgos porque la «nuevas olas de contagio podrían provocar un resurgimiento de la presión del gasto en salud pública similar a lo observado en 2020 y debilitar nuevamente los balances operativos brutos», alertó.
México suma al momento más de 3.2 millones de casos de covid y 253 mil 155 muertos, siendo el cuarto país del mundo por números absolutos de decesos.
La nación vive desde finales de mayo una tercera ola de contagios propiciada por la variante Delta que le llevó a registrar cifras máximas de contagios a mediados de agosto.