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Las autoridades informaron que Holmamn es investigado por defraudación aduanera, lavado de dinero, bienes y activos en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense.

MANAGUA (AP) — El gerente general del diario La Prensa de Nicaragua, Juan Lorenzo Holmann Chamorro, fue detenido y se le investiga por presunto lavado de dinero, informó el sábado la policía, que mantiene ocupadas las instalaciones del periódico desde el viernes.

En un comunicado, la Policía Nacional indicó que Holmann Chamorro es investigado por «defraudación aduanera, lavado de dinero, bienes y activos en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense», mismos cargos por los cuales agentes policiales allanaron la sede de La Prensa.

El periodista Carlos Fernando Chamorro, primo hermano de Holmann, dijo vía Twitter que la detención ocurrió durante la madrugada del sábado. También La Prensa había denunciado su captura por parte de los efectivos que resguardan el rotativo.

Holmann Chamorro estaba al frente de La Prensa como el directivo de más alto rango, tras el fallecimiento de su octogenario director, Jaime Chamorro Cardenal, el pasado 29 de julio. El 4 de junio, Holmamn fue citado a declarar en la Fiscalía como parte de una treintena de periodistas que han sido llamados en las últimas semanas.

El diario —el más antiguo del país y de perfil abiertamente crítico al Gobierno sandinista de Daniel Ortega— había reportado el jueves la retención de casi 100 toneladas de papel por parte de la aduana, lo que lo obligó a suspender su edición impresa.

La Prensa, fundada en 1926, es propiedad de la familia Chamorro y sus descendientes. Es el único diario impreso que queda en el país centroamericano tras el cierre en 2019 de El Nuevo Diario, debido a una crisis económica.

El rotativo ya había denunciado retenciones de material entre 2018 y 2020, que lo tuvo fuera de circulación durante 500 días. En esa oportunidad el Gobierno acusó a medios independientes de «promover el odio» y alentar las protestas sociales de 2018, calificadas oficialmente como «un fallido golpe de Estado».

Las acciones contra La Prensa ocurren a menos de tres meses de los comicios generales del 7 de noviembre, en los que Ortega y su esposa, la Vicepresidenta Rosario Murillo, apuestan a la reelección tras haber encarcelado a los siete principales aspirantes opositores a la presidencia.

Otros 25 disidentes, varios de ellos empresarios y líderes antisandinistas, han sido detenidos desde el pasado 2 de junio, como parte de los 140 «presos políticos» que la oposición asegura que están encarcelados desde 2018. Ortega declaró recientemente que los detenidos no son «opositores» sino «criminales y terroristas».

En abril de 2018 estallaron protestas estudiantiles contra una reforma al Seguro Social, que se multiplicaron por el país tras la acción violenta de policías y paramilitares, que dejó al menos 328 muertos, más de dos mil heridos, mil 600 detenidos y 100 mil exiliados, según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La noche del viernes, hablando en un acto de aniversario de la Fuerza Naval, Ortega arremetió contra La Prensa y adelantó que sus directivos serían investigados y acusados «por calumnias», debido a que la policía encontró algunos rollos de papel en las instalaciones del diario.

«Decían que se habían quedado sin papel, que por eso no podía salir ese diario (…) Cuando se miente de esa manera, cuando se calumnia al Estado, se está cometiendo un delito (y) el que calumnia, el que difama, va a la cárcel», afirmó.

Ortega anunció que también investigarán si el periódico ha importado papel «libre de impuestos, cuánto han dedicado para el periódico y cuánto para hacer negocio».