Es una fantasía que sea privilegiado de Palacio Nacional, se defiende Marx Arriaga

Es una fantasía que sea privilegiado de Palacio Nacional, se defiende Marx Arriaga

Es una fantasía que sea privilegiado de Palacio Nacional, se defiende Marx Arriaga

11/08/2021 - 10:30 pm

Marx Arriaga aclaró en entrevista con SinEmbargo Al Aire que él nunca dijo que la lectura era un acto capitalista y dijo estar completamente seguro de que Jorge F. Hernández no fue removido como Agregado Cultural de la Embajada de México en España por el artículo que escribió en su contra.

Ciudad de México, 11 de agosto (SinEmbargo).– Marx Arriaga Navarro, director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), reviró al escritor y exagregado Cultural de la Embajada de México en España, Jorge F. Hernández, al precisar que él nunca dijo que la lectura era un acto capitalista y aseguró que él no es ningún privilegiado de Palacio Nacional, en respuesta a quienes lo identifican como un cercano de la escritora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Somos colegas (él y Gutiérrez Müller), hemos coincidio en congresos, en publicaciones, yo quiero pensar que tenemos una afinidad intelectual, pero si la pregunta es hasta dónde eso me convierte en un íntimo, en un privado, como pasaba en el Siglo de Oro, un privado de Palacio, pues eso es una fantasía […] Admiro mucho su crítica literaria, admiro la manera en cómo trabaja, tanto ella como el Presidente, también a Paco Ignacio Taibo, son los tres referentes que tengo en cuanto uno debe ser como servidor público, entonces esa es la relación que tengo”, comentó Arriaga en entrevista con Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado, conductores del programa “Los Periodistas” de SinEmbargo Al Aire.

El día de ayer, en ese mismo espacio periodístico, Jorge F. Hernández aclaró que el artículo que escribió en Milenio, titulado “Por placer”, sí estaba dirigido a Marx Arriaga y buscaba “combatir el pésimo mensaje que dio a los promotores de lectura” e indicó que el funcionario de la SEP “coló ese concepto fundamental del materialismo histórico de Marta​​ Harnecker, que ya no lo apuntala ni Nicolás Maduro, en donde sí, en resumidas cuentas, dijo que leer era producto del consumismo capitalista. Y dije, ‘no bueno ahora sí, perdón, pero yo quiero escribir algo en contra de este hombre’, sabiendo que me metía en un problema”.

Jorge F. Hernández dijo que al momento de escribir su texto sabía que habría consecuencias, sobre todo por la cercanía de Marx Arriaga con la doctora Beatriz Gutiérrez Müller. “En un marasmo de tanta confusión y tanta mentira por supuesto que hasta yo y también la Embajadora nos quedamos pensando, entonces sí dolió lo que dije en contra de este señor Arriaga, y efectivamente yo sí sabía que es muy cercano a la no primera dama y yo sabía que me estaba exponiendo a un regaño”.

Antes de llegar a la SEP, Marx Arriaga Navarro se desempeñó como director general de Bibliotecas (DGB). Foto: Mario Jasso, Cuartoscuro.

En ese sentido, Marx Arriaga dijo en «Los Periodistas» estar completamente seguro de que F. Hernández no fue removido por lo que escribió:

“Eso es sobrevalorar una pequeña columna, una columna de tan sólo dos párrafos, donde, bueno, él hacía un análisis, un análisis que no partía de una realidad porque yo nunca había dicho en San Felipe del Progreso, que les mando un fuerte abrazo a los normalistas de San Felipe, que para ellos era aquella charla, nunca había señalado que la lectura era un acto capitalista como El Universal lo había señalado en un titular y de ahí se provocó una oleada de críticas en los medios de comunicación y en las redes sociales, que ahí cayeron varios en esa mentira que colocó esa nota y bueno, yo estoy completamente seguro que su puesto no lo removieron por escribir una nota de periódico, por dos párrafos”, comentó.

Arriaga Navarro refirió además ser un personaje incómodo en la comunidad cultural, una situación que se exacerbó con la salida de Daniel Goldin de la Biblioteca Vasconcelos, en febrero de 2019, ante lo cual precisó que fue una renuncia y no un despido a causa de las diferencias entre ambos con respecto al plan de trabajo de la red nacional de bibliotecas.

Entendí los ataques en aquel momento por la salida de Daniel porque bueno muchos escritores, muchos veían a la Vasconcelos como un salón de juegos, como un patio privado donde podían hacer sus presentaciones, donde podían hacer sus cosas, una caja chica para poder sacar recursos para sus proyectos, etcétera y que eso se había acabado. Después, cuando se enteran que ya no iba a haber contratos para revistas Nexos y Letras Libres, viene otra oleada de ataques, y ahora que estamos con un encargo en particular que es la reforma a los libros de texto, lo cual implica en el mercado del libro cerca de 3 mil millones de pesos al año, pues ya saben, se vuelve un sujeto incómodo que hay que tumbar a como se pueda”, comentó.

Jorge F. Hernández aclaró que el artículo que escribió en Milenio, titulado “Por placer”, sí estaba dirigido a Marx Arriaga. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo.

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—Álvaro Delgado (AD): Como ayer lo expuso aquí Jorge F. Hernández, el origen del conflicto que derivó en su despido como agregado cultural en España tuvo que ver con lo tú, Marx Arriaga, expusiste sobre la lectura, y que él, este escritor, servidor público hasta el sábado, criticó en un artículo publicado en el diario Milenio sobre la lectura y además dijo una cosa adicional Jorge F. Hernández ayer, que te traía ganas desde que despediste al director de la Biblioteca José Vasconcelos. ¿Qué dices al respecto, Marx?

—Marx Arriaga (MA): Bueno, hay que aclarar muchas cosas. Se ha dicho mucha mentira. En primer lugar yo no despedí a Daniel Goldin, él renunció después de evaluar el plan de trabajo que teníamos. Él buscaba mantener a sus trabajadores artículo 3000, personal por honorarios, él tenía una nómina de cerca de 15 millones de pesos anuales y pues no se sostenía. Teníamos como presupuesto en ese año, en el 2020, tan sólo 10 millones para toda la red nacional de bibliotecas públicas, para 7 mil 464 espacios y sólo para la Vasconcelos absorbía 15 millones, así que le solicité en aquel momento, en el plan de trabajo, que había que tener conciencia de la situación en la que nos encontrábamos, que había que apoyar a la bibliotecas más alejadas, a las más abandonadas, y que por eso había que reducir el personal de confianza, bajarlo. No le gustó el plan de trabajo y entonces él decidió renunciar junto con una parte de su equipo. Entonces, esa es la primera mentira, yo no despedí a Daniel Goldin, él renunció y fue por una cuestión del plan de trabajo que se tenía.

Recuerdo que en la última charla que hablé con él las diferencias en cuestiones de que él abogaba porque él prefería —y cito casi textualmente— tener una biblioteca digna a 7 mil 464 mediocres, y era una postura totalmente contraria a lo que estábamos impulsando que era recuperar los espacios bibliotecarios en todo el país, sin importar el municipio donde fuera, por eso iniciamos toda una campaña de enviar libros a aquello, y pues sí entiendo que se las debo a los directores de la revista Nexos y de la revista Letras Libres, por que esos 10 millones que teníamos para la red nacional se iban en la adquisición de 8 mil revistas Letras Libres y 8 mil revistas Nexos que se iban mes con mes y que absorbían la mayor parte del presupuesto.

Así que sí, sí entiendo que el cambio de esa política generó indignación en ciertos sectores, pero bueno, era lo necesario. Necesitábamos recuperar los espacios de bibliotecas. Esa es la primera mentira.

Daniel Goldin Halfon dejó la dirección de la Biblioteca Vasconcelos en febrero de 2019. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro.

La segunda mentira es la sobrevaloración de una columna. Cuánto se ha dicho desde aquel 2019 hacia acá en contra de las decisiones que se tomaron en bibliotecas o ahora en la dirección general de materiales educativos, y a cuántos funcionarios públicos les ha costado la cabeza o a reporteros. Entonces, eso es sobrevalorar una pequeña columna, una columna de tan sólo dos párrafos, donde, bueno, él hacía un análisis, un análisis que no partía de una realidad porque yo nunca había dicho en San Felipe del Progreso, que les mando un fuerte abrazo a los normalistas de San Felipe, que para ellos era aquella charla, nunca había señalado que la lectura era un acto capitalista como El Universal lo había señalado en un titular y de ahí se provocó una oleada de críticas en los medios de comunicación y en las redes sociales, que ahí cayeron varios en esa mentira que colocó esa nota y bueno, yo estoy completamente seguro que su puesto no lo removieron por escribir una nota de periódico, por dos párrafos.

—Alejandro Páez Varela (APV): Dos preguntas, para dejar claro: ¿tú no dijiste que leer por placer es una mala costumbre capitalista o algo por el estilo? ¿Lo dijiste o no lo dijiste o lo sugeriste? 

—MA: No, la plática no iba sobre ello. La plática iba hacia profesores que enfrentan el quehacer diario, como todos los que hemos sido maestros frente a grupo en Educación Básica, de cómo fomentar la lectura ateniéndonos a los planes y programas que nos rigen. Entonces, era el fomento a la lectura en un espacio formal de educación. De ahí, lo que se señalaba era que el placer por la lectura es una situación que lleva en segundo o en tercer orden, porque en el proceso didáctico de aprendizaje del estudiante, el placer no es un acto inmediato, implica un compromiso por parte del lector. 

—APV: ¿No es un placer capitalista?

—MA: No, no. Yo nunca dije eso, pero la gente..

—APV: Pero es importante dejarlo establecido, decirlo así tal cual: no lo dije. La otra pregunta que quería hacer con respecto al mismo Jorge F. Hernández. ¿Tú supiste que lo iban a despedir antes de que lo despidieran o cómo te enteraste?

—MA: Me enteré en las redes sociales. Llevaba un par de días con ataques sobre la conferencia en San Felipe de Progreso y el fin de semana llegan los nuevos ataques donde se señala que por mi culpa lo habían despedido. Entonces, así fue como me enteré, la verdad no tenía conciencia de que él estuviera como Agregado de Cultura en la Embajada, entonces, no sabía de su existencia.

—AD: Yo debo decir que leí en la cuenta de Twitter de Marx Arriaga Navarro, quien es doctor Filología por la Universidad Complutense de Madrid y es miembro del sistema nacional de investigadores y actualmente director general de materiales educativos de la SEP, leí las 13 cuartillas, el texto completo, que leyó justamente ante los normalistas y en ningún lado encontré la frase que, en primer lugar fue entrecomillada por el periódico El Universal, que dice: “Leer por goce es un acto de consumo capitalista”. Yo lo leí en El Universal, inclusive El Universal colocó un video, yo vi el video y nunca reprodujo esta frase que yo no localicé en ningún lado. Sí hay expresiones que pueden, con una interpretación, concluir en eso, pero la frase entrecomillada no existe. Ahora, no es la primera vez que tú tienes expresiones que son muy controvertidas, cuando hablaste de que las feministas deben leer para que aprendan a ser feministas. Eres un servidor público muy controvertido, Marx Arriaga.

—MA: Sí, la verdad, más que controvertido, incómodo. Y regresamos a la cuestión de Daniel Goldin. Cuando se citó que al parecer yo le había dicho, ‘por favor tomas tu escritorio, y lo llevas al sótano’, cosa que era una completa mentira. Yo nunca tuve ese diálogo con él, ni siquiera hay sótano en la Biblioteca Vasconcelos. Eso nunca sucedió y después se atribuyó aquella charla que se dio enfrente de un fandango por la lectura donde yo hacía referencia al papel que jugaban las bibliotecas en los diferentes movimientos sociales y cómo las bibliotecas sirven como trinchera para encontrar ahí los asideros ideológicos para poder fomentar el cambio, la transformación.

Entonces se saca una frase de contexto y se sataniza, se le coloca a uno, pero entiendo que es porque se están haciendo bien las cosas, se están modificando. Entendí los ataques en aquel momento por la salida de Daniel porque bueno muchos escritores, muchos veían a la Vasconcelos como un salón de juegos, como un patio privado donde podían hacer sus presentaciones, donde podían hacer sus cosas, una caja chica para poder sacar recursos para sus proyectos, etcétera y que eso se había acabado. Después, cuando se enteran que ya no iba a haber contratos para revistas Nexos y Letras Libres, viene otra oleada de ataques, y ahora que estamos con un encargo en particular que es la reforma a los libros de texto, lo cual implica en el mercado del libro cerca de 3 mil millones de pesos al año, pues ya saben, se vuelve un sujeto incómodo que hay que tumbar a como se pueda.

—APV: Max, tú dices en tu cuenta de Twitter, en tu biografía dices “peligrosísimo palurdo», según Letras Libres, y bueno, es un señalamiento a Letras Libres, pero ahora nos dices otra cosa, algo que ya conocíamos y ha dicho el Presidente, que eran un montón de revistas que se compraban de Nexos y Letras Libres, tenían un montón de ejemplares, que es un montón. Sin los dos grupos intelectuales más importantes de México que han tomado decisiones sobre la vida cultural de México durante décadas, desde Carlos Salinas. El tema es que el comentario de que había escritores que usaban como un patio de juegos la Vasconcelos, específicamente, y cito tu biografía “peligrosísimo palurdo”, le respondes a Letras Libres, que los escritores usaban como patio de juegos la Vasconcelos.

—MA: Bueno, respondo lo de “peligrosísimo palurdo” en un artículo de Christopher Domínguez que salió la semana pasada y justo termina señalando que es peligrosísimo dejar el dinero del Estado en palurdos, como lo soy yo. La nómina es larga de escritores que presentaron ahí sus libros. 

—APV: Presentar los libros no tiene ningún problema, son espacios públicos, para eso tienen que ser usados. ¿O qué otro uso se le puede dar a una biblioteca que sea más digna que el que vaya un autor mexicano y presente sus libros. ¿Tú tienes libros escritos Marx?

—MA: Participaciones en antologías, mi participación es académica.

—APV: ¿Y has estado en una presentación?, pues en dónde las hacen, ni modo que en la banqueta.

—MA: Claro, pero hay que asumir, Alejandro, que no todos tienen las mismas oportunidades, no cualquier escritor puede llegar a la Vasconcelos o podía llegar y solicitar espacio. 

—APV: Tú dices una élite presentaba libros ahí y por eso dices que la usaban como su patio de juegos.

—MA: Sí, presentaciones de libros, exposiciones, talleres, mesas redondas, docenas de actividades donde uno ve y era un círculo cerrado.

—AD: Ahora, yo te pregunto Marx Arriaga, ¿es verdad que Daniel Goldin tenía un jardín privado solamente para él en la Biblioteca José Vasconcelos donde meditaba y sólo se usaba para eso?

–MA: Sí, era una situación muy triste, recuerden que la Vasconcelos se hizo con muchas donaciones, una de la Ciudad de México, pero otra de la CFE, en ese momento Luz y Fuerza del Centro, donan unas instalaciones, una termoeléctrica con un estilo peculiar que está al fondo de la Vasconcelos y que hacen ahí un jardín botánico que no lo puede ver la población porque sabían muy bien que era una infraestructura hecha para una termoeléctrica, iba a ser muy difícil adaptarla para que la ciudadanía asistiera de manera segura a ella, entonces se invierten millones de pesos en ese jardín, reconociendo que nunca se iba a poder dar el servicio al público y así sólo el director general, en este caso Daniel Goldin, era el que podía disfrutar de ese jardín donde tenía ahí a funcionarios públicos haciendo el aseo y el trabajo de ese jardín privado.

Yo recuerdo que una de las veces cuando fui a conocer la Vasconcelos, en el periodo de transición, él se sentía muy orgulloso, me dijo ‘te voy a enseñar el secreto mejor guardado de la Vasconcelos’, y me llevó ahí a un camino medio oculto hasta llegar a ese lugar, él decía que le encantaba ir ahí porque se inspiraba.

—AD: ¿Decía que ahí se inspiraba el servidor público Daniel Goldin?

—MA: Sí.

La Biblioteca Vasconcelos. Foto: Tercero Díaz, Cuartoscuro.

—APV: Marx, qué bueno que nos digas aquí algo que para empezar ya era del manejo público, que la frase esa, que yo la busqué también porque son temas que nos ocupan a nosotros, la busqué y decía, ‘pues cómo puede decir Marx Arriaga algo así, es una locura, un despropósito’, y ayer lo comentaba el mismo Fernández, decía que ni siquiera Maduro se había atrevido a decir tanto, pero la frase, y hoy volví a darle una buscada, no existe, no está, no la encontré y creo que Álvaro también buscó por su lado y tampoco la encontramos. Ese punto está aclarado. Había privilegios ahí en la Vasconcelos, el director tenía su propio jardín, una élite tenía tomado para su uso personal la Vasconcelos, imagínense, ese monstruo maravilloso lleno de libros, ha de haber sido un gran juguete tenerlo a disposición de una élite, élite que te pregunto, ¿vinculada a estos dos grandes grupos de intelectuales?, ¿son los que tenían para su uso personal esa biblioteca, Marx?

—MA: Sí, y vemos que los círculos, de repente uno nota cómo escriben en las mismas revistas, asisten a las mismas ferias internacionales de libros, ellos se van invitando, van haciendo una especie como de turismo académico, es decir, yo te invito a mi espacio y al rato tú me invitas al tuyo, y empiezan este juego de intereses creados y eso era gravísimo, por eso desde el primer momento que llegamos era decir, hay que recuperar los espacios de bibliotecas y enseñar una política de ir a las bibliotecas municipales, visitarlas, reconocer cuáles eran sus necesidades y empezar a mandar libros.

Pasamos que en 2019 se compraron sólo 66 libros para las 7 mil 464 bibliotecas, al 2020 con medio millón de libros comprados con el ahorro hecho al fusionar la Biblioteca México y la Vasconcelos que tuvieran un solo programa, con el ahorro hecho en un montón de rubros hasta llevar esas colecciones a las bibliotecas municipales, yo mismo las visitaba cuando nunca iba un director general de bibliotecas, y no lo digo porque me deban aplaudir porque es un compromiso como servidor público, yo en los dos años que estuve como director asistí a bibliotecas sin cobrar viáticos, tomando el camión de 3.5 toneladas, conduciéndolo hasta llegar a Tapachula, Durango, Sinaloa, Michoacán, Tabasco, Chiapas, lo que podía hacer con el presupuesto que teníamos.

—AD: Marx, ¿estás diciendo que, como chofer, agarraste un camión de 3.5 toneladas y te fuiste a repartir libros?

MA: Claro porque habíamos hecho una colección muy linda, con los ahorros logramos conseguir por primera vez en la historia para las bibliotecas públicas una colección exclusivamente hecha en lenguas originarias, peor se vino la pandemia y entonces nuestros choferes no podían ir a hacer esas entregas, no había la manera, así que como un acto de desesperación porque sabíamos que en ese momento lo que se requería era tener libros en los municipios más alejados para que los estudiantes pudieran continuar, para que las bibliotecarias pudieras hacer fomento a la lectura, por eso en los últimos días de pandemia empezamos a ver cómo hacerlo y entonces a final del año pasado, ya cuando habían bajado los semáforos en el interior del país tomé el camión y llevé esas toneladas de libros a todos los estados. Todos los estados del país recibieron un porcentaje de esas colecciones en lenguas originarias, nos sentimos muy orgullosos como equipo porque era la primera vez que se adquiría una colección en lenguas originarias y que se entregaba. Esto no es para que se aplauda, esto es servicio público.

—AD: ¿Qué tan vinculado estás con la escritora Gutiérrez Müller, Marx?

—MA: Somos colegas, compartimos la misma área de investigación, los dos trabajamos literatura del Siglo XVI y Novohispana, en mi caso yo lo hago en cuestión de retóricas peninsulares, españolas, ella trabaja mucho poesía, literatura del Siglo de Oro, entonces somos colegas, hemos coincidido en congresos, publicaciones, yo quiero pensar que tenemos una afinidad intelectual, pero si la pregunta es si hasta dónde eso me convierte en un íntimo, en un privado, como pasaba en el Siglo de Oro, un privado de Palacio, pues eso es una fantasía, esto es simplemente trabajo, es una cuestión académica, es una persona a la que yo admiro por su manera de generar crítica literaria, en especial en ciertos periodos como el de la Revolución Mexicana. Admiro mucho su crítica literaria, admiro la manera en cómo trabaja, tanto ella como el Presidente, también a Paco Ignacio Taibo, son los tres referentes que tengo en cuanto uno debe ser como servidor público, entonces esa es la relación que tengo.

Beatriz Gutiérrez Müller es presidenta del consejo honorario de memoria histórica y cultural de México. Foto: Andrea Murcia, Cuartoscuro.

—AD: La pregunta es, para que no haya equívocos, si eventualmente influyó la opinión de la escritora Beatriz Gutiérrez Müller en el despido de Jorge F. Hernández.

—MA: No, no lo creo porque yo no he tenido pláticas con ella, ya tiene mucho tiempo que no la veo en persona, la última vez fue como Director General de Bibliotecas en un concierto que hubo hace año y medio y por mensajes nos hemos estado intercambiando, pero tiene ya un par de meses que no hemos tenido tema de conversación, así que dudo mucho que ella hubiera estado enterada de que esto estaba pasando en España, y además así no funciona la 4T, veo en las redes sociales en los medios de comunicación los ataques diarios y no hay un ataque hacia la libertad de expresión, vivimos un momento extraordinario en el país donde cualquiera puede pensar cualquier cosa.

De hecho yo como funcionario público en su momento hice un manifiesto de bibliotecas públicas, que si algún día lo leen se cae de las manos para un servidor público, ¿cómo puede ser que alguien que está al frente de una Dirección General de Bibliotecas ponga por escrito un manifiesto con estos tintes, cargando la tinta en cómo el funcionario público no asume sus responsabilidades en la cuestión de las bibliotecas públicas? Era un ataque que podía ser interpretado hacia la Secretaría de Cultura, hacia el mismo Gobierno federal, ¿y hubo un ataque?, claro que no porque es importante para la 4T la reflexión filosófica, ética, que se aterrice en cuáles son los valores morales que se requieren en estos momentos, de ahí que no hay una censura, por eso dudo mucho que la doctora se hubiera enterado del tema y si se hubiera enterado nunca hubiera actuado para tomar el teléfono y mandar destituir, así no funciona la 4T.

—APV: Dice Arturo Sandoval, “es un recomendado del poder”, te dicen aquí, bueno, todos somos recomendados de alguien en algún momento, pues sino cómo llegas a algún lado, a mi me han recomendado hasta restaurantes. Debo decir que el día después de la nota, al día siguiente salió, “¿quién es Marx Arriaga, el funcionario que dijo que leer es capitalista?” Dije, a ver, me voy a regresar al texto de ayer, porque no entendí, lo leí tres veces y no decía en ningún lado que leer es capitalista; pero el del día siguiente ya lo daba por un hecho, la cabeza es tal cual “¿quién es Marx Arriaga, el funcionario que dijo que leer es capitalista?” Y luego lees la entrada (de la nota) “un hombre que tras declarar que leer por goce es un acto de consumo capitalista”, y luego repiten la única frase donde planteas algo que posiblemente se podría interpretar como algo parecido a lo que te están diciendo que dijiste, en fin, y luego viene ya toda la biografía. Luego el día 3, “Marx Arriaga, el funcionario que dijo que leer es capitalista no ha respondido en su cuenta de Twitter”, bueno, eso ya me lo estoy inventando, pero no me extrañaría una sobre la otra, sobre la otra, sobre la otra. 

Qué bueno que te hayamos invitado y que hayas aceptado, qué bueno que hayas estado aquí Marx, esta es tu casa, igual que se la abrimos el día de ayer a Jorge F. Hernández para que hablara lo que él tenía que decir, igual que le abrimos la puerta también a Relaciones Exteriores para que aclare, no lo ha aclarado en plenitud, pero bueno, eso es tema de ellos.

—AD: O a Daniel Goldin, que se libere, que se discuta, que se planteen los argumentos y la información. Muchísimas gracias, Marx. 

—MA: Sí, ojalá que me dieran la oportunidad un segundo para invitar a todos los académicos, normalistas, profesores, está ahora abierta una convocatoria para rediseñar los libros de texto de primero y segundo de primaria, hemos cambiado el modelo, ya no es un libro de autor que se delega a unas cuantas personas para que marquen el rumbo de la educación, ahora es un libro abierto de participación ciudadana, tienen la misma oportunidad para participar en esa convocatoria abierta, ojalá que la comunidad académica que está allá afuera y que es consciente de la importancia del libro de texto se una a esta convocatoria y reflexionemos sobre cuáles son las actividades que deberían de llevar en cada una de las regiones los niños y que se plasme en ese libro de texto colectivo. Así que muchas gracias por la invitación y disculpen.

—AD: No, está muy bien porque además el Presidente se ha referido a eso, hoy nada menos, pero también ha habido protestas, particularmente de los ilustradores que dicen ‘oye, el trabajo de los ilustradores debe pagarse’. También ha habido inconformidades al respecto.

—MA: Sí, ellos se referían a la primera, la primera la hicimos para ver si era posible hacer un libro convocando a la comunidad académica a participar en él, era un sueño que tenía Torres Bodet y se puede ver en sus memorias, no se tenía precedentes, nunca se había hecho algo así, una convocatoria tan abierta, así que como no sabíamos el resultado tampoco podíamos asignar dinero público, porque es dinero del pueblo, no se puede asignar al capricho del funcionario público, debía tener un antecedente y el antecedente fue ese, y sin duda fue ese primer libro un sacrificio para muchos ilustradores y profesores, participaron más de seis mil personas a las cuales a ninguna se le ofreció un pago, pero en esta segunda convocatoria, ya que se demostró que se puede hacer un libro de esa manera, entonces ahí hay los elementos para decir que ya no es el capricho del funcionario, sino hay los antecedentes para poder dar una remuneración a las personas que participen.

Así que vuelvo a hacer la invitación a todos los académicos, ahora no está la de ilustradores, ahora sólo está abierta la de académicos, profesores frente a grupo, normalistas, académicos universitarios, pasantes que quieran participar en el diseño, inscríbanse por favor, va a ser para el rediseño de los libros de primero y segundo de primaria.

—APV: ¿A dónde se comunican Marx?, ¿dónde hacen contacto con ustedes? 

—MA: La convocatoria la pueden encontrar  en la página de la Conaliteg, aquí un gran abrazo a Victoria Guillén, directora general de la Conaliteg, que nos ha dado el favor de brindarnos espacio en sus servidores para mostrar y desde ahì difundir la convocatoria, ahí está y ahí aparecen los links para la convocatoria y puedan participar en el rediseño de estos libros de texto. Ojalá que esta comunidad académica que está allá afuera participe con nosotros, es una gran oportunidad, el libro de texto debe regresar como un pilar de la educación y debe regresar en manos del magisterio, aquello que organizaciones sociales, estoy pensando, Mexicanos Primero de Claudio X. González, Suma por la Educación, Fundación SM, Empresarios por la Educación, es decir, aquellos que decían que había que recuperar el Estado las directrices en cuestión de educación, eso es un control, es una tiranía, debemos justamente soltar las riendas de la educación y que sean las diferentes regiones las que vayan formando cuáles son las necesidades educativas, de ahí que participamos con esta convocatoria abierta, no es el centro (del país) el que está dictando los contenidos o las actividades, sino se está convocando al magisterio para que se discuta y se aterricen las actividades que crean necesarias.

APV: Marx Arriaga, gracias por haber estado aquí en “Los Periodistas” y buenas noches.

MA: Un saludo Alejandro y Álvaro.

Redacción/SinEmbargo
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