Alejandro Calvillo
12/08/2021 - 12:03 am
Syed Amir y su historia como Tigre de Nestlé
«Hemos podido presenciar la película en una función especial, después de querer verla desde su estreno, y vemos la importancia que tiene el difundirla en la región».
Syed Amir Raza fue un vendedor pakistaní de fórmula infantil de Nestlé que se atrevió a denunciar a esa compañía, apoyado por IBFAN (Red Internacional de Grupos pro Alimentación Infantil), cuando se dio cuenta de que los bebés morían como consecuencia de su trabajo persuadiendo, de muchas maneras, a los médicos para que promovieran las fórmulas lácteas sobre la lactancia materna. Esta práctica, prohibida desde hace cuarenta años por Naciones Unidas, a través del Código de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, continua hasta nuestros días, sólo las tácticas han cambiado. Por ejemplo, el mayor porcentaje de madres que utilizan fórmulas en vez de amamantar en América Latina declaran que lo hacen por recomendación de un profesional de la salud.
El director Danis Tanovic, ganador de un Oscar en 2001 y otros reconocimientos internacionales, escuchó por primera vez la historia de Syed en 2006. Decidió viajar de inmediato a Pakistán. Pensó que era una situación que ya no se presentaba, que lo de Syed Amir había pasado en los 90 y que después de 10 años esto ya no estaría sucediendo. Que esto debería haber cambiado por las protestas que llevaban décadas contra la comercialización de las fórmulas infantiles.
Acompañado de su coguionista Andy Paterson viajó a Lahore y Sialkot para visitar hospitales y hablar con los médicos. En uno y otro lugar encontraron que la práctica no había cambiado, sólo las tácticas. Los profesionales de la salud, inducidos por la empresa, seguían persuadiendo a las madres para que gastaran su dinero en un producto que muchas de ellas no podían utilizar con seguridad y los bebés seguían muriendo. Sin tener acceso a agua purificada, a la esterilización de los biberones, a las condiciones de higiene para preparar las fórmulas, los bebes seguían sufriendo infecciones severas, deshidratación e, incluso, muerte.
El reporte de IBFAN sobre el caso narra: “Los cineastas experimentaron la misma conmoción que el joven vendedor de la historia; ¿cómo era posible que, décadas después de un boicot internacional a uno de los principales fabricantes de fórmulas infantiles, se siguiera repitiendo la misma historia?”.
“La historia a contar en la película tendría que preservar la verdad en cada detalle, para asegurar que la película se mantuviera a salvo de acciones legales… La financiación de las películas es un negocio arriesgado y toda producción contrata un seguro contra la posibilidad de que se presenten demandas legales. Los productores tenían mucha experiencia en respaldar cada detalle de sus guiones para asegurarse de que el contenido se basaba en hechos y era comprobablemente verdadero”.
El director enfrentó el reto de encontrar una aseguradora que quisiera entrar al proyecto de la película que llevaría el nombre de Tigers, que era el nombre que internamente les daban en Nestlé a sus vendedores de fórmula, diciéndoles que deberían actuar como tigres para la venta del producto. El problema no era que la historia no fuera real, el problema era que la corporación denunciada en la historia tiene una cantidad de recursos económicos enormes y muy superiores, incluso, a los que tienen varios gobiernos del mundo.
Cuando la película, Syed Amir vivía ya fuera de Pakistan, obligado a por las amenazas que recibió él y su familia. Sobre la película comentó:
«Debo decir que la película es muy precisa y estoy muy satisfecho de que hayan contado mi historia en 90 minutos. A pesar de ello, hay muchas cosas que no se han podido contar.
No soy un superhéroe por haber realizado esta denuncia y haber hecho todas estas cosas. En Pakistán tenemos un sistema familiar gigantesco y cuando decidí y expliqué a mi familia lo que iba a hacer, me apoyaron desde el principio. Aunque mi padre no era un abogado profesional, me ayudó mucho a redactar una denuncia legal, para iniciar una lucha legal en contra de Nestlé.
El Dr. Diamond Emmanuel me explicó los efectos de la alimentación con biberón y me ayudó con la información para finalizar la denuncia legal.
En la película se ve lo amenazados que nos sentimos en ese momento. Pero debo decir que esto duró meses. Estábamos escondidos. Fue muy tenso y aterrador. Pero mi familia siempre me apoyó».
Syed expuso su ausencia cuando sus padres murieron, solamente con tres meses de diferencia.
«Y cuando fallecieron, mis hermanos se encargaron de cuidar a mi familia. Mi familia perdió su negocio de suministros médicos. Le dispararon a mi casa. Recibimos cartas amenazantes. Nos trasladamos a otra ciudad de Pakistán y nos escondimos.
Cuando salí de Pakistán, mi hija Shabi no tenía ni dos años y mi hijo Mohammed apenas cuatro. Shabi no me recuerda en Pakistán. Hablamos por teléfono, por supuesto, pero cuando nos volvimos a encontrar, yo era un extraño para ella. La película le ayuda a comprender mejor la lucha que hemos emprendido como familia.
Ahora tengo dos preguntas para la OMS, la Unicef y los demás organismos internacionales que trabajan para proteger la salud infantil:
¿Cómo responderían hoy a un denunciante?
La OMS sigue diciendo que los niños mueren por alimentarse con biberón de forma insegura. Algunos de los niños enfermos que aparecen en Tigers fueron filmados en Pakistán en 2013. Hay pruebas de que los representantes médicos siguen teniendo como objetivo a los trabajadores de la salud. ¿Qué están haciendo la OMS y otras organizaciones internacionales para detenerlo?».
A las preguntas de Syed hay que agregar las nuestras: ¿Qué han hecho nuestros gobiernos para evitar estas prácticas en un país que presenta uno de los niveles más bajos de lactancia materna en la región? ¿Qué ha hecho para evitar que los profesionales de la salud y sus asociaciones rompan con los financiamientos de estas empresas? ¿Cómo influyó que altos funcionarios de salud, entre ellos, secretarios de salud, hayan pasado por la Fundación Mexicana para la Salud, que tiene como uno de sus principales patrocinadores a Nestlé, para no establecer el Código de Comercialización de Sucedáneos de Leche Materna como ley?
Hemos podido presenciar la película en una función especial, después de querer verla desde su estreno, y vemos la importancia que tiene el difundirla en la región. Esperamos que muy pronto se haga accesible en la región sorteando algunos obstáculos. Sabemos que hay quienes no quieren que esto sea posible.
Pero no se requiere de la película para conocer el caso, se puede saber más de él en la página de IBFAN: http://www.babymilkaction.org/tigers y ver el trailer en: https://n9.cl/jgr4r En la página www.elpoderdelconsumidor.org se puede encontrar esta historia en mayor detalle.
Alejandro Calvillo
Sociólogo con estudios en filosofía (Universidad de Barcelona) y en medio ambiente y desarrollo sustentable (El Colegio de México). Director de El Poder del Consumidor. Formó parte del grupo fundador de Greenpeace México donde laboró en total 12 años, cinco como director ejecutivo, trabajando temas de contaminación atmosférica y cambio climático. Es miembro de la Comisión de Obesidad de la revista The Lancet. Forma parte del consejo editorial de World Obesity organo de la World Publich Health Nutrition Association. Reconocido por la organización internacional Ashoka como emprendedor social. Ha sido invitado a colaborar con la Organización Panamericana de la Salud dentro del grupo de expertos para la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia. Ha participado como ponente en conferencias organizadas por los ministerios de salud de Puerto Rico, El Salvador, Ecuador, Chile, así como por el Congreso de Perú. el foro Internacional EAT, la Obesity Society, entre otros.
https://dev.sinembargo.mx/author/calvillo/
Excelente su artículo como todo lo que publica Sr. Calvillo. Por favor continúe con su labor, necesitamos mucho de columnas y pensamiento como el suyo.