México

Desde finales de mayo, tres buscadores de personas desaparecidas han sido asesinados: José Nicanor Araiza Dávila (Zacatecas), Aranza Ramos (Sonora) y Javier Barajas Piña (Guanajuato).

CIUDAD DE MÉXICO (AP).— El activista José Nicanor Araiza Dávila, que buscaba a su hijo desaparecido desde hace tres años, fue hallado muerto en Zacatecas, convirtiéndose en el segundo buscador de desaparecidos que es asesinado en los últimos 15 días, anunciaron las autoridades estatales.

Araiza, de 51 años, fue localizado sin vida el 27 de julio en un camino que conduce a la localidad de El Durazno, en el Municipio de Concepción del Oro, indicó la Fiscalía General de la entidad en un comunicado.

De acuerdo con el informe oficial, Araiza falleció a consecuencia de un «trauma torácico abdominal».

El activista fue sacado de su domicilio por sujetos armados el 22 de julio en el Municipio de Villa de Cos y desde esa fecha sus familiares lo reportaron como desaparecido, señalaron medios locales.

La desaparición de Araiza fue condenada por el Consejo Ciudadano del Mecanismo Estatal de Búsqueda de Zacatecas, integrado por líderes de colectivos y defensores de derechos humanos, que exigió a las autoridades la búsqueda del activista.

Desde septiembre de 2018 Araiza buscaba a su hijo José Nicanor Araiza Hernández, quien sigue desaparecido.

A mediados de este mes, fue asesinada en el estado norteño de Sonora la activista Aranza Ramos que tenía un año buscando a su esposo desaparecido. Ramos, de 28 años, fue raptada el 15 de julio y horas después su cuerpo baleado fue abandonado en una carretera.

Aranza Ramos buscaba a su esposo (izquierda) desde hace un año. Foto: Especial vía Proyecto Puente.

El activista Javier Barajas Piña, otro buscador de desaparecidos, fue acribillado a finales de mayo en Guanajuato, actualmente la más violenta de las 32 entidades federativas que conforman el país.

Con la muerte de Araiza Dávila se eleva a 69 el número de activistas defensores de derechos humanos y ambientales que han sido asesinados desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia en diciembre de 2018. El Gobierno reconoció este mes que en los últimos tres años también 43 periodistas han sido asesinados.

Los asesinatos de activistas ocurren en medio de una creciente violencia que golpea a varios estados de México, lo que ha acrecentado los cuestionamientos de detractores y analistas contra las políticas de seguridad de López Obrador. Durante el primer semestre del año, los homicidios dolosos alcanzaron 16 mil 937, registro que representó una disminución de 3.5 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado, de acuerdo con las cifras de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

«Les vamos a demostrar que es más eficaz, más humano enfrentar el problema de la inseguridad atendiendo las causas que originan la violencia. Es un desafío, es un reto, pero vamos a lograr salir adelante», afirmó el Presidente la víspera en una visita al estado de Sinaloa, al defender su política de «abrazos, no balazos».