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El Ministro de Justicia canadiense, Camero Friesen, ha señalado el impacto que tendrá la investigación y ha manifestado que sus «pensamientos y oraciones» están con la comunidad indígena que «está profundamente herida».

MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS).– La Policía de Canadá ha revelado una investigación de más de una década de duración sobre acusaciones de abusos sexuales en un antiguo internado para niños indígenas la provincia canadiense de Manitoba.

En un comunicado, recogido por el medio canadiense CBC, la Policía de Manitoba ha precisado que su unidad de delitos mayores comenzó a investigar denuncias de abusos sexuales en la antigua escuela residencial Fort Alexander en febrero de 2010, tras lo que lanzó una investigación criminal formal en 2011.

El Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, visita un memorial junto a la Llama Eterna junto al Parlamento en Ottawa el 1 de junio del 2021, que fue colocado en reconocimiento del descubrimiento de los restos de niños indígenas en el sitio de una antigua escuela residencial en Kamloops, Columbia Británica.
El Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, visita un memorial junto a la Llama Eterna junto al Parlamento en Ottawa el 1 de junio del 2021, que fue colocado en reconocimiento del descubrimiento de los restos de niños indígenas en el sitio de una antigua escuela residencial en Kamloops, Columbia Británica. Foto: Sean Kilpatrick/The Canadian Press vía AP

La investigación sobre los hechos en la residencia, ubicada en lo que ahora se conoce como Primera Nación de Sagkeeng y que funcionó entre 1904 y 1970, ha supuesto la obtención de 75 declaraciones de testigos y víctimas de los supuestos abusos, y conversaciones con más de 700 personas.

Asimismo, la Policía ha detallado que durante el proceso, en el que han participado más de 80 agentes, han revisado material de archivos en Manitoba y Ottawa, así como documentos de empleados y residentes en el lugar.

Tras más de una década de investigación, la Policía ha enviado ahora sus hallazgos a la Fiscalía para determinar si se presentan cargos.

La que fuera la Escuela Internado para Indígenas Kamloops, en esta fotografía del jueves 27 de mayo de 2021, en Kamloops, Columbia Británica, Canadá.
La que fuera la Escuela Internado para Indígenas Kamloops, en esta fotografía del jueves 27 de mayo de 2021, en Kamloops, Columbia Británica, Canadá. Foto: Andrew Snucins/The Canadian Press vía AP

«Debido a la gran cantidad de personas afectadas por esta investigación, así como a las implicaciones sociales más importantes, se determinó que sería de interés público proporcionar tanta información sobre la investigación en curso como podamos», ha apuntado la Policía sobre el motivo por el que ha revelado el proceso.

La Policía canadiense investiga en la actualidad acusaciones similares en otros antiguos internados para menores indígenas en distintos puntos del país.

Los grupos indígenas canadienses han pedido que se investiguen todas las antiguas escuelas residenciales del país tras el descubrimiento en mayo de una fosa común con 215 niños indígenas en la Escuela Residencial de Kamloops, en la Columbia Británica, que funcionó entre 1890 y 1978 bajo los auspicios de la Iglesia Católica y posteriormente del Gobierno canadiense.

El Primer Ministro Justin Trudeau y el jefe Cadmus Delorme ven a danzantes durante la celebración de la aprobación de una transferencia de control de niños a cargo de la comunidad en la nación indígena Cowessess, Saskatchewan, el martes 6 de julio de 2021.
El Primer Ministro Justin Trudeau y el jefe Cadmus Delorme ven a danzantes durante la celebración de la aprobación de una transferencia de control de niños a cargo de la comunidad en la nación indígena Cowessess, Saskatchewan, el martes 6 de julio de 2021. Foto: Liam Richards/The Canadian Press vía AP

Durante décadas, miles de niños fueron apartados de sus familias e internados en colegios residenciales, donde debían aprender las tradiciones de los colonialistas europeos para olvidar su propia cultura y enfrentaban violencia y abusos sexuales.

Una comisión de investigación concluyó en 2015 que muchos de los menores no regresaron jamás a sus comunidades y reconoció así un «genocidio cultural».

El Proyecto Niños Perdidos ha identificado hasta el momento a más de cuatro mil 100 menores fallecidos durante su estancia en los internados y muchos de ellos fueron sepultados en los propios recintos escolares.