Las personas vacunadas todavía pueden ser infectadas por el virus SARS-CoV-2 e incluso podrían propagarlo, pero sus probabilidades de presentar síntomas graves o fallecer a causa de la enfermedad disminuyen si están inoculadas.
Ciudad de México/Washington, 23 de julio (SinEmbargo/AP/EFE).– Las personas vacunadas representaron las tres cuartas partes de las infecciones por COVID-19 de Singapur en las últimas cuatro semanas, demostrando que la vacuna no es un “boleto de oro”. Sin embargo, no se enfermaron gravemente. Las vacunas son muy efectivas para prevenir casos graves, pero la sospecha de que los inoculados sean una fuente importante de los contagiosos es ya una realidad.
Esto lleva a otra conclusión: la inoculación por sí sola puede no ser suficiente para detener la pandemia, de acuerdo con datos oficiales. De las mil 096 infecciones de transmisión local de Singapur en los últimos 28 días, 484, o alrededor del 44 por ciento, se produjeron en personas completamente vacunadas; solo 30 por ciento estaban parcialmente vacunadas y poco más del 25 por ciento no estaban vacunadas.
Si bien siete casos de enfermedad grave requirieron oxígeno y otro se encontraba en estado crítico en cuidados intensivos, ninguno de los ocho había sido completamente vacunado, dijo el Ministerio de Salud.
Por sus altas tasas de vacunación, Singapur se ha vuelto un caso de estudio en tiempo real para el mundo. Ya ha inoculado a casi el 75 por ciento de sus 5.7 millones de habitantes, el segundo más alto del mundo después de los Emiratos Árabes Unidos. La mitad de su población está completamente vacunada.
“Existe evidencia continua de que la vacunación ayuda a prevenir enfermedades graves cuando uno se infecta», dijo el Ministerio. Las infecciones en vacunados no significan que las vacunas sean ineficaces, pero se revela un dato aterrador: si Singapur logra vacunar al 100 por ciento, el SARS-CoV-2 seguirá circulando aunque mate a muchos menos. Lo que contagien, ahora, serán unicamente los vacunados.
MASCARILLAS Y CUIDADOS
¿Las personas vacunadas deben usar mascarilla ante el aumento de los casos de COVID-19?, es una pregunta recurrente. Depende de su situación, pero utilizar cubrebocas en público puede proporcionar otra capa de protección y ayudar a evitar que el virus llegue a personas que no estén vacunadas. El alivio de las precauciones de seguridad y la gran cantidad de gente que sigue sin vacunar en muchas regiones están contribuyendo al repunte de los casos de coronavirus en todo el mundo.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos no han cambiado su recomendación para que quienes hayan completado la pauta de vacunación puedan prescindir de la mascarilla de forma segura en la mayoría de las situaciones. Pero la doctora Rochelle Walensky, la directora de la agencia, dijo que los mandatos locales sobre el uso de mascarilla podrían variar en función del nivel de vacunación y de si hay brotes activos.
El condado de Los Ángeles empezó recientemente a pedir a los residentes que utilicen mascarilla en interiores con independencia de si están vacunados o no, por ejemplo, y las autoridades en Nueva Orleans están instando a la población a hacer lo mismo. Aunque las vacunas contra el COVID-19 reducen en gran medida la posibilidad de sufrir un cuadro grave de la enfermedad e incluso de morir y siguen siendo efectivas contra las variantes, algunos expertos dicen que el uso de mascarilla es una precaución razonable ya que aún es posible contagiarse.
Esto ayudaría también a evitar la propagación del virus a niños que no tienen edad suficiente para vacunarse y a personas con sistemas inmunitarios débiles.
INFECCIÓN POSVACUNA
¿Qué es la infección posvacuna COVID-19? Es cuando una persona totalmente vacunada se infecta de coronavirus. Se espera que haya un pequeño número de casos y las autoridades de salud dicen que no son un motivo de alarma.
Las vacunas contra el COVID-19 funcionan enseñando al cuerpo a reconocer el virus, así que, en caso de quedar expuesto a él después de la vacunación, el sistema inmunitario debería estar listo para combatirlo.
En los estudios, las vacunas de dos dosis desarrolladas por Pfizer-BioNTech y Moderna tuvieron una efectividad de alrededor del 95 por ciento a la hora de prevenir la enfermedad, mientras que en el caso de la vacuna de Johnson & Johnson, que es de una dosis, fue del 72 por ciento, aunque las comparaciones directas son difíciles. Así que aunque las vacunas son muy buenas para protegernos contra el virus, sigue siendo posible contagiarse y tener síntomas leves, e incluso ninguno.
Si uno se enferma a pesar de estar vacunado, los expertos dicen que las inyecciones ayudarán a reducir la gravedad de la enfermedad, la razón principal para hacerlo.
La mayoría de la gente vacunada que se enferma de COVID-19 solo tiene un cuadro leve, dijo el doctor William Moss, experto en vacunas de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg.
En Estados Unidos, casi todas las hospitalizaciones y decesos por el coronavirus son de gente sin vacunar.
Es difícil determinar por qué se enferma la gente ya vacunada. La carga viral a la que se está expuesto puede ser un factor, apuntó Moss. El sistema inmune de cada persona también afectará a la respuesta a las vacunas. Algunos, por ejemplo, tienen problemas de salud o toman alguna medicina que podría hacer que su sistema inmunológico responda menos al fármaco.
Es posible que los afectados hayan estado expuestos al virus antes de las inyecciones surtieran efecto. Y, aunque esto es menos probable, también pueden haber recibido una dosis que estaba mal almacenada o administrada, dijo Moss.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos señalan que las variantes del virus podrían tener algo que ver en algunos casos, aunque la evidencia existente hasta la fecha indica que las vacunas administradas en Estados Unidos son efectivas contra todas ellas.
Las autoridades de salud están atentas a un posible repunte en estas infecciones, lo que podría ser un indicativo de que la protección que ofrecen las vacunas está desapareciendo y que se necesita un refuerzo.