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El INAH planeaba hacer una exhibición del inusual túnel, que aparentemente fue construido a principios del siglo XVII. El túnel reemplazaba un sistema azteca de control de inundaciones construido en el siglo XV para proteger a Ciudad de México, entonces una isla rodeada de lagos poco profundos, de las constantes inundaciones.

CIUDAD DE MÉXICO, 23 de julio (AP) — Los costos de la respuesta a la pandemia del coronavirus han obligado a arqueólogos mexicanos a volver a enterrar un inusual hallazgo que combina características virreinales con prehispánicas.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció en 2019 que encontró un túnel-compuerta en las afueras de Ciudad de México que tenía técnicas de construcción españolas, pero con grabados de símbolos aztecas.

El INAH planeaba hacer una exhibición del inusual túnel, que aparentemente fue construido a principios del siglo XVII. El túnel reemplazaba un sistema azteca de control de inundaciones construido en el siglo XV para proteger a Ciudad de México, entonces una isla rodeada de lagos poco profundos, de las constantes inundaciones. Después que los españoles conquistaron la capital azteca en 1521, imprudentemente destruyeron partes del sistema prehispánico.

Sin embargo, el INAH dijo el jueves que los arqueólogos simplemente cubrirán con tierra los hallazgos con la esperanza de que algún día tengan suficiente dinero para construir la exhibición.

“Debe considerarse que la contingencia sanitaria mundial por la COVID-19 obligó a las instituciones de los distintos órdenes de Gobierno a priorizar la asignación de recursos para la atención sanitaria de la población”, dijo el INAH en un comunicado. “Por estas razones, el proyecto arqueológico debió posponerse”.

México ha tenido que ampliar su deficiente sistema hospitalario y comprar vacunas y medicamentos para lidiar con la pandemia, que ha resultado en 237 mil 626 muertes confirmadas. Ya que el país no ha querido comprar grandes cantidades de tests, muchas personas han muerto sin que les hagan la prueba y se cree que la cantidad real de muertes ronda las 360 mil.

El túnel fue descubierto en un antiguo muro de control de inundaciones durante la construcción de una línea de autobuses con carril exclusivo.

Los expertos especulan que los símbolos prehispánicos pudieron haber sido grabados en el muro porque la mano de obra principal de su construcción fueron trabajadores indígenas.

En ocasiones, las piedras grabadas prehispánicas eran usadas en iglesias y casas de la época colonial, en parte porque los españoles aprovechaban los restos de las estructuras indígenas demolidas como material de construcción. Sin embargo, las piedras halladas en el túnel parecían estar prominente e intencionalmente expuestas en la estructura.