Los investigadores hallaron pruebas «excepcionalmente bien conservadas» de microbios fosilizados en las cavidades creadas por el agua caliente de los sistemas hidrotermales del fondo marino.

Redacción Ciencia, 14 jul (EFE).- Microbios relacionados con el ciclo del metano vivían ya en un sistema hidrotermal bajo el fondo marino hace 3 mil 420 millones de años, un descubrimiento que amplía las fronteras de los entornos potencialmente habitables, no sólo en la Tierra primitiva, sino en otros planetas como Marte.

Un equipo encabezado por la Universidad de Bolonia (Italia) ha descubierto restos fósiles que son la prueba más antigua de este tipo de microorganismos, según un estudio que publica hoy Science Advances.

Los restos fueron encontrados en el cinturón de piedra verde de Barberton (Sudáfrica), una zona cercana a la frontera con Suazilandia y Mozambique, que conserva algunas de las rocas sedimentarias más antiguas y mejor conservadas del planeta.

El equipo encontró pruebas «excepcionalmente bien conservadas» de estos microbios fosilizados en las cavidades creadas por el agua caliente de los sistemas hidrotermales situados a pocos metros por debajo del fondo marino, destacó la autora principal del estudio, Barbara Cavalazzi.

Es probable que los hábitats subterráneos, calentados por la actividad volcánica, hayan albergado algunos de los primeros ecosistemas microbianos de la Tierra y «este es el ejemplo más antiguo» que han encontrado hasta la fecha, dijo.

La interacción del agua de mar más fría con los fluidos hidrotermales del subsuelo más cálidos habría creado una «rica sopa química», con variaciones en las condiciones que dan lugar a múltiples microhábitats potenciales.

El análisis químico muestra que los filamentos encontrados en las paredes y suelo de la cavidad contienen «la mayoría de los principales elementos necesarios para la vida».

Filamentos paleoarcaicos en venas de pedernal hidrotermales. Foto: Barbara Cavalazzi et al., Cellular remains in a ~3.42-billion-year-old subseafloor hydrothermal environment, Science Advances, julio 2021

Las concentraciones de níquel en los compuestos orgánicos proporcionan una prueba más de los metabolismos primordiales y son coherentes con el contenido de níquel encontrado en los microbios modernos, conocidos como procariotas Archaea, que viven en ausencia de oxígeno y utilizan el metano para su metabolismo.

«Aunque sabemos que los procariotas Archaea pueden fosilizarse, tenemos muy pocos ejemplos directos», dijo Cavalazzi, para quien estos descubrimientos podrían ampliar el registro de fósiles de Archaea por primera vez hasta la época en la que la vida surgió en la Tierra.

La experta destacó que, como también hay «entornos similares en Marte, el estudio tiene implicaciones para la astrobiología y las posibilidades de encontrar vida más allá de la Tierra».