Re Granchio, estrenada en la Quincena de Realizadores, sección paralela de Cannes, es una amalgama de distintos relatos que los directores, de 34 años y amigos desde la infancia, han convertido en una ficción dividida en dos capítulos y rodada en su parte inicial en el pueblo italiano de Vejano.
Cannes (Francia), 11 jul (EFE).- Los directores ítalo-estadounidenses Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis han recurrido a las leyendas para dar forma a su primer largometraje de ficción, Re Granchio, una cinta con aires de wéstern rodada parcialmente en Argentina y proyectada en Cannes.
La cinta tiene su germen en sus dos trabajos anteriores, el cortometraje documental Belva Nera (2013) y el documental Il Solengo (2015), donde un grupo de cazadores, en una pausa en el rodaje, les contó la historia de Luciano, forzado al exilio en Tierra del Fuego tras haber cometido un crimen.
Allí, según su filme, borra su pasado, reconvertido en sacerdote, y se obsesiona con la búsqueda de un tesoro que será su único camino para la redención.
Re Granchio, estrenada en la Quincena de Realizadores, sección paralela de Cannes, es una amalgama de distintos relatos que los directores, de 34 años y amigos desde la infancia, han convertido en una ficción dividida en dos capítulos y rodada en su parte inicial en el pueblo italiano de Vejano.
«Es muy satisfactorio poder presentar la película acá después de tanto trabajo y tantas dificultades. Es un trabajo colectivo que se lleva a cabo durante mucho tiempo. Celebrarlo en este marco es para nosotros un orgullo», cuenta a EFE Rigo de Righi, residente en Buenos Aires.
Su protagonista, encarnado por el debutante Gabriele Silli, intenta encontrar su lugar en su sociedad en la primera parte alzándose contra el poder local, pero en la segunda se transforma «en un individualista en busca de oro». Es una historia de segundas oportunidades y, finalmente, también de amor.
«El cine es una forma de narración. Las historias siempre han sido historias, hayan sido cantadas, tocadas, contadas oralmente encima de un escenario o proyectadas en una pantalla», apunta Rigo de Righi.
La cinta está coproducida por Francia (Shellac Sud) y Argentina (Volpe Films y Wanka Cine) y tiene entre su elenco a Darío Levy, Mariano Arce, Jorge Prado y Daniel Tur.
«La historia que escuchamos hablaba de Argentina y para nosotros fue natural pensar una coproducción, porque yo vivo en Buenos Aires y una de las productoras es Agustina Costa, que es de ahí», sostiene Rigo de Righi.
Con esta película sus dos directores optan también a la Cámara de Oro, el premio a la mejor ópera prima de todo el Festival de Cannes, que celebra su 74 edición del 6 al 17 de julio.
Finalizado ese proyecto están ya gestando el siguiente: «Tenemos muchas ideas. Estamos intentando definir cuáles queremos desarrollar primero. Queremos seguir haciendo películas y esperamos conseguirlo», recalca Zoppis.
La Quincena de Realizadores es una sección independiente de Cannes creada en 1969 y dirigida a producciones de autor.
En esta edición ha seleccionado además, entre otros, al uruguayo Manuel Nieto Zas, que llega con «El empleado y el patrón», a la brasileña Anita Rocha da Silveira, que estrena «Medusa», y a la costarricense y sueca Nathalie Álvarez Mesén, que presenta «Clara Sola».
