«Estos resultados sustentan de forma evidente la importancia de recomendar la lactancia materna de forma sistemática en todos los casos en los que la madre tenga poca o nula sintomatología», destacó una experta.
Madrid, 14 de junio (Europa Press).- La leche materna de mujeres infectadas y de vacunadas contra el coronavirus contiene anticuerpos frente a la COVID-19, según dos estudios liderados por investigadoras del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico de Valencia.
Son los primeros estudios de este tipo en España y primeros a nivel mundial en comparar los efectos de tres vacunas en la leche materna. Ambos trabajos son resultado del estudio «MilkCorona», una iniciativa multidisciplinar liderada por la investigadora del IATA-CSIC María Carmen Collado y la doctora Cecilia Martínez Costa, del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
Su principal objetivo es estudiar el impacto de la infección natural por SARS-CoV-2 y de la vacunación en la leche materna. Además, se pretende averiguar si la respuesta inmune depende de la vacunación, si los niveles de anticuerpos frente al SARS-CoV-2 son comparables a los de las mujeres que sufrieron la COVID-19, así como el impacto de la vacunación en esas mujeres.
La leche materna de mujeres infectadas y de vacunadas contra el coronavirus contiene anticuerpos frente a la covid-19. Es el resultado de dos estudios liderados por el CSIC que, por primera vez, comparan los efectos de tres vacunas. ➡️ https://t.co/VwtwYWUAp1 pic.twitter.com/2qRxn0xmkE
— CSIC (@CSIC) June 14, 2021
En el primer estudio se desarrolló y validó el método para detectar el SARS-CoV-2 en la leche materna con la colaboración del grupo de la investigadora Gloria Sánchez del IATA-CSIC, que lidera el rastreo del coronavirus en aguas residuales en diversos puntos del país.
Gracias a esto se determinó la presencia, concentración y persistencia de anticuerpos específicos del SARS-CoV-2 en la leche materna. La principal conclusión es que no se detectó el ARN del virus en ninguna de las muestras de leche materna analizadas y, además, la mayoría de las muestras presentó anticuerpos específicos frente al virus con una gran variabilidad entre mujeres.
El estudio determinó la presencia de anticuerpos (inmunoglobulinas) IgA, IgG e IgM frente a proteínas estructurales del SARS-CoV-2, como el denominado Receptor Binding Domain (RBD), una parte esencial del virus que le permite infectar las células, así como frente a proteínas no estructurales, como la proteasa principal (MPro).
Esta proteasa ha sido analizada por primera vez en la leche materna gracias a la tecnología desarrollada por la investigadora del CSIC Mar Valés y su equipo en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). Los anticuerpos IgA se encontraron en mayores niveles que los IgG e IgM en las muestras leche materna.
«Estos resultados sustentan de forma evidente la importancia de recomendar la lactancia materna de forma sistemática en todos los casos en los que la madre tenga poca o nula sintomatología», ha argumentado la doctora Martínez Costa.
PRIMER ESTUDIO QUE COMPARA LOS EFECTOS DE TRES VACUNAS
En el segundo estudio se analizó la presencia de anticuerpos frente al SARS-CoV-2 en 75 mujeres lactantes vacunadas con distintos tipos: 30 con vacunación completa de Pfizer, 21 con pauta completa de Moderna y 24 con la primera dosis de AstraZeneca. El trabajo mostró la presencia de anticuerpos específicos (IgA e IgG) en las muestras. Además, los niveles de anticuerpos variaron según la vacuna recibida, así como en función de la existencia de una infección previa.
En todos los casos se produjo una respuesta a la vacunación con un aumento de anticuerpos frente a SARS-CoV-2, mucho más intenso tras la segunda dosis. Se observaron diferencias entre las madres infectadas de forma natural y las vacunadas en la mayor presencia de un tipo u otro de anticuerpo.
Además, algunas de las mujeres que fueron vacunadas habían pasado la COVID-19, y, tras la primera dosis de vacuna, su leche presentaba niveles de anticuerpos equivalentes a mujeres sanas con las dos dosis. Esto concuerda con la información que sugiere que individuos que han pasado la enfermedad alcanzan inmunidad medida en sangre con una única dosis.
«La lactancia materna es una prioridad, y aún necesitamos más estudios dirigidos a confirmar el potencial papel protector de esos anticuerpos presentes en la leche materna frente a la COVID-19 en niños», ha indicado la investigadora del IATA-CSIC, María Carmen Collado.