El repunte de los precios en abril añade presión a la Reserva Federal (Fed) de EU que ha rechazado presiones inflacionarias en el país debido al extraordinario estímulo fiscal desplegado y el aumento de la demanda a medida que se levantan las restricciones por la mejoría de la pandemia en el país.
Washington, 12 de mayo (EFE).– El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Estados Unidos subió un 0.8 por por ciento en abril y ha situado la inflación interanual en el 4.2 por ciento, la más alta registrada desde 2008, con lo que aumenta la preocupación sobre el despegue de la inflación en la primer economía mundial.
Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, la inflación subyacente el mes pasado fue del 0.9 por ciento, y del 3 por ciento en los últimos 12 meses, según informó este miércoles la Oficina de Estadísticas Laborales (BEA).
La cifra es superior a la de los analistas, quienes habían anticipado una tasa interanual del 3.6 por ciento en el mes pasado.
El precio de los vehículos usados, por ejemplo, aumentó un 10 por ciento, el mayor incremento mensual en esta categoría desde que se tienen registros.
¿REPUNTE TRANSITORIO?
El repunte de los precios en abril añade presión a la Reserva Federal (Fed) de EU que ha rechazado presiones inflacionarias en el país debido al extraordinario estímulo fiscal desplegado y el aumento de la demanda a medida que se levantan las restricciones por la mejoría de la pandemia en el país.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha reconocido que se verán notables subidas de precios pero que serán de carácter «transitorio», por lo que ha insistido en que no prevé modificar los tipos de interés del banco central, actualmente entre el 0 por ciento y el 0.25 por ciento, en lo que resta de año.
El banco central ha indicado que aún resta margen en el mercado laboral ya que el país cuenta con 8 millones de empleos menos que con la llegada de la pandemia de la COVID-19 en febrero de 2020.
Powell indicó en su última rueda de prensa en abril que espera que los trabajadores y empresarios se «adapten» al aumento de demanda vinculado a la reactivación económica e insistió en que estos repuntes serán «temporales» y se espera que sean resueltos por el mercado.
La próxima reunión de la Fed está prevista para el 15 y 16 de junio.
ACELERACIÓN ECONÓMICA
No obstante, algunos analistas consideran que si bien hay elementos que apuntan a un alza en el corto plazo, podría haber razones de fondo para que las presiones inflacionarias se mantengan.
«Los mayores salarios que los empleadores están usando para atraer trabajadores podrían ser inflacionarias con el tiempo, así como la potente demanda de los consumidores podría alimentar una recuperación más rápida de lo esperada», indicó Bill Adams, economista del banco PNC Financial Services, en nota a clientes.
Las últimas previsiones del banco central estadounidense apuntan a un crecimiento económico del 6.4 por ciento en 2021, lo que sería la mayor tasa de expansión desde la década de 1980.
Estados Unidos ha lanzado un extraordinario estímulo fiscal y monetario para contrarrestar el impacto económico provocado por la pandemia.
En marzo, el Congreso aprobó el tercer paquete de rescate fiscal, por valor de 1.9 billones de dólares, que incluye transferencias directas de hasta mil 400 dólares por ciudadano, la extensión del subsidio de desempleo y las ayudas a pequeñas y medianas empresas.
Aunque el país es el más afectado del mundo por la pandemia, con más de 580 mil fallecidos, el rápido ritmo de vacunación mantenido en el comienzo del año ha permitido iniciar la reapertura de la economía.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha señalado la fecha del 4 de julio, cuando se celebra en el país el día de la Independencia, como el punto de retorno a la normalidad ya que para entonces se espera que el 70 por ciento de la población esté completamente vacunada.
Actualmente, más de un tercio de la población ya ha sido inoculada con los sueros contra la COVID-19.